La huella de Megan Rapinoe: el último partido del icono del fútbol femenino

Ha ido saboreando distintos homenajes en las últimas semanas. Parecía en cada ocasión que iba a vestirse de corto por última vez. Se le montó una suerte de fiesta cuando disputó su partido de despedida con la selección norteamericana. Volvió a ser agasajada en el último encuentro de la fase regular de su equipo en Seattle, el hogar de los OL Reign, su casa de los últimos 11 años. Pero el último partido de verdad de la carismática Megan Rapinoe, la estrella de pelo rosa que abandera causas sociales con notable relevancia, se celebra esta próxima madrugada, a las 02.00 horas. Será en la final de la liga femenina de fútbol de EEUU, la National Women's Soccer League (NWSL). 

Rapinoe, de 38 años, anunció hace tiempo que colgaba las botas a la conclusión del presente curso, sin saber que su equipo retrasaría ese momento al superar eliminatoria tras eliminatoria y alcanzar la final que se disputa en San Diego. Si el cuadro de Seattle se impone al Gotham FC de Nueva York (repleto de españoles, por cierto), la más celebre de las futbolistas se iría con su primer título de la liga estadounidense. Por todo lo alto. Bien por ella.

Referencia social

No anda falta de galardones. En su hoja de servicios siempre figurarán dos Mundiales con EEUU y una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos (la del 2012 en Londres). Aparte, dos Balones de Oro y mejor jugadora de la FIFA que abrillantan aún más su currículum, que desde el punto de vista estadístico refleja 203 internacionales y 63 goles. 

Pero sobre todo, ningún éxito mayor existe para ella que haber presenciado desde primera línea el crecimiento del fútbol femenino, a cuya expansión su figura icónica ha resultado capital. Apenas 2000 personas presenciaron su primer partido con la franquicia de Seattle hace 11 años. Unos 34.000 espectadores, cifra récord de la Liga, le dijeron adiós en octubre de este año en Seattle. 

Su protagonismo en este crecimiento es indiscutible. Por su calidad en el juego y por convertirse en referencia social. Fiel a su activismo incansable, cogió la pancarta en la exitosa reivindicación de igualdad de sueldo y de condiciones ante la federación estadounidense de fútbol. 

En eso de coger el megáfono se ha ido bregando y lo ha puesto al servicio de la causa LGBTQ. O de cualquier asunto de la agenda progresista. Quizá por eso el presidente Joe Biden le concedió la Medalla Presidencial de la libertad en 2022. 

Y es que Rapinoe, pese a ser sumamente competitiva, ha mirado siempre más allá de victorias y derrotas sobre el terreno de juego. “Como atletas de deportes femeninos, no podemos valorar el éxito en victorias. Nunca lo hemos hecho", dijo sobre su generación de futbolistas. “Por necesidad, hemos pensado en grande y no solo en cómo ser buenas en el campo, sino también en cómo mejorar nuestras comunidades, hacer del mundo un lugar mejor". Fiel a ese compromiso se sumó enseguida a las voces que apoyaban a las jugadoras españolas en su pulso con Luis Rubiales y la RFEF tras el beso no consentido a Jenni Hermoso.

Acuerdo récord

Rapinoe no deja de admirarse por el crecimiento que ha experimentado el fútbol femenino, en cuanto a seguidores y en cuanto al valor del negocio. La National Women’s Soccer League acaba de firmar un acuerdo de lo más lucrativo por los derechos de transmisión de los partidos. Si en el 2019 aceptó un contrato de 1,5 millones de dólares con la cadena CBS, esta semana ha anunciado la venta de los derechos audiovisuales por un total de 240 millones de dólares hasta el 2028, cifra récord en la historia del deporte femenino. El acuerdo se ha formalizado con ESPN, CBS, Amazon y Scripps Sports.

"Es un momento realmente emocionante para los deportes femeninos porque apenas estamos en el comienzo", afirmó Rapinoe. "Apenas estamos comenzando a obtener el respeto y la inversión que realmente necesitamos para permitirnos alcanzar nuestro máximo potencial". 

La NWSL nació hace apenas 11 años y este acuerdo multimillonario no deja de ser en parte una huella de su legado. Se ha convertido en un icono que ha pavimentado el camino para las que juegan ahora y vendrán después. “Ojalá empezara ahora mi carrera”, dijo en ese homenaje de octubre. Visto el camino, no deja de ser algo agridulce que hoy dispute su último partido.