Copa del Rey

Rafa Leva, el portero del Rubí que sueña con frenar al Athletic: "Mi mujer me dijo que tenía que ponerme a trabajar"

Rafa Leva, que ha pasado por 17 equipos, tuvo que empezar a compaginar el fútbol con la vida de oficina a los 30 años

Leva, a sus 42 años, marcó el penalti definitivo que clasificó al Rubí para la primera ronda de Copa del Rey, donde recibirá este miércoles al Athletic (21.30h., Movistar)

El portero del UE Rubí, Rafa Leva, durante la entrevista para EL PERIÓDICO.

El portero del UE Rubí, Rafa Leva, durante la entrevista para EL PERIÓDICO. / Ferran Nadeu

Jordi Grífol

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"Leva, chutas el cuarto". Esta fue la orden que el entrenador del Rubí, Jordi Peris, le dio a su portero en la tanda de penaltis contra el Rotlet Molinar en la fase previa de la Copa del Rey. El veterano Rafa Leva, había estado toda la semana previa imaginando que chutaba el cuarto penalti. Ya conocía esa sensación de cuando en 2014, con el Europa, atajó un penalti y marcó el cuarto para pasar de ronda en Copa Catalunya. Ante el equipo balear, a sus 42 años, la historia se repitió. Y todo Rubí espera ya con nervios e ilusión al Athletic Club en Can Rosés este miércoles a las 21:30h.

"En los entrenamientos previos le estuve recordando el gol que hice con el Europa al entrenador, medio en broma. Pero en el fondo me veía capacitado para hacerlo y así fue", explica Leva. Paró el primer penalti de la tanda y, cuando llegó su momento, colocó el balón en los once metros y clasificó al Rubí para la primera ronda de Copa del Rey con su gol. "En ese momento vi la portería muy pequeña y al portero muy grande. Vi que se decantaba muy rápido a un lado y pensé: fuerte y al medio y lo que dios quiera", se sincera. La última vez que el equipo vallesano se coló en una primera fase de Copa fue en 1993, cuando se enfrentó al Mérida - en ese momento equipo de Segunda - a ida y vuelta.

Ahora, el segundo equipo más laureado en la competición con 23 trofeos visitará Can Rosés, un estadio de césped artificial donde el Rubí juega sus partidos de la Liga Élite, la sexta categoría del fútbol español. "Si tuviéramos una mínima posibilidad, sería en nuestro estadio", afirma el guardameta. Con la ayuda del ayuntamiento, el Rubí ha mejorado la iluminación - requisito indispensable para jugar - y ha acoplado gradas supletorias para acoger a unas 4000 personas.

"Empecé a trabajar oficialmente con 30 años"

Rafa Leva ha pasado por 17 equipos. Ha vivido de todo. Pero la ilusión se mantiene intacta. Leva pasó por las categorías inferiores del Barça y el Espanyol. En el filial perico, cuando era juvenil, no le renovaron y fichó por la Damm. "Pasé de haber estado cinco años en el Barça como titular y jugar en el Espanyol a irme a la Damm. De primeras te quedas con un mal sabor de boca porque parece que vas para abajo, pero fue todo lo contrario, me crecí en la adversidad y volví para arriba", explica.

En el Constancia mallorquín, en Tercera y con 25 años, comprendió que no llegaría a Primera División. "El día de mi cumpleaños me di cuenta de que esto era pan para hoy y hambre para mañana. Fiché por el Manresa y volví a casa. Seguí viviendo del futbol, pero ya con la cabeza bien puesta, los pies en el suelo y empezando a pensar en el trabajo y un futuro", expone.

"Empecé a trabajar oficialmente con 30 años", comenta. Hasta entonces, Leva había podido vivir del fútbol, pero aquello se acabó. "Al principio es muy duro porque tu mentalidad es ser profesional, pasan los años y ves que se va complicando. Un día mi mujer me dijo: bueno Rafa, el fútbol está muy bien, pero habrá que empezar a trabajar". Desde ese momento, Rafa combina el fútbol con la vida de oficina en una empresa de seguros, donde empezó de comercial y ahora es gerente.

El fútbol como forma de vida

A sus 42 años, Leva va año a año, pero no piensa en la retirada. Su media sonrisa delata que aún le quedan paradas por hacer. "Mientras las lesiones me respeten y la ilusión y las ganas de trabajar estén ahí, seguiré. Tampoco he notado que mi cuerpo haya ido a peor o que haya bajado el ritmo". "El fútbol es mi forma de vida, me ha ayudado a aprender y a madurar", asegura.

Poder jugar contra un equipo histórico de Primera como el Athletic Club "es lo máximo". Aun así, Leva valora "el día a día". "Jugar contra el Athletic no tiene nombre, pero cuando juego por campos de Catalunya lo disfruto igual. Yo valoro el que me pueda levantar, estar con la familia, poder ir a entrenar, trabajar... Si empiezas a pensar en cosas que luego no llegan ahí es cuando viene la frustración", expone.

Rafa Leva formó parte del Mallorca que llegó a la final de la Copa del Rey juvenil, perdiendo ante el Barça. En semifinales, el conjunto balear había derrotado al Athletic Club con un iniciático Ernesto Valverde en los banquillos. 21 años después, se volverán a ver las caras, en un Can Rosés a rebosar y con la ilusión de intentar algo grande frente al histórico conjunto vasco, que no ha conocido el fútbol más allá de Primera División.