El Chelsea se rebela por tener que jugar el día de Nochebuena

La elogiada planificación de la Premier League por anuncia con mucha anticipación el calendario de partidos ha saltado por los aires. La organización ha movido el Wolverhampton-Chelsea, fijado para el 23 de diciembre, al día 24, Nochebuena, a las 13 horas, lo que ha provocado un monumental enfado en el club londinense. El motivo del cambio ha sido una demanda de las televisiones. El calendario general ha sufrido algunos retoques para que haya partidos televisados desde el viernes 22 de diciembre al martes 2 de enero, con las excepciones del 25 y 29 de diciembre.

El principal grupo de aficionados del Chelsea (CST) calificó de "totalmente inaceptable" el traslado choque al día 24 de diciembre, una fecha emblemática también en Inglaterra, de carácter festivo, y que cae en domingo, lo que multiplicará los problemas para el desplazamiento de seguidores por la escasez de trenes en todo el Reino Unido. El viaje, separadas ambas ciudades por 210 kilómetros, ocupa alrededor de dos horas en tren y alrededor de tres en coche.

"No estoy contento porque el 23 es el aniversario con mi mujer y el 24 es una fecha importante por la noche para los argentinos. Ni los aficionados están contentos con esta decisión ni yo lo estoy tampoco", aseguró Mauricio Pochettino, el entrenador de los blues, añadiendo un motivo diferente a la repulsa que expresaban las asociaciones de aficionados. El Chelsea perdió el sábado por 0-2 ante el Brentford, en casa, y ocupa la undécima posición en la tabla, lo que no facilita el buen ambiente en el club.

Molestias para todos

"Es totalmente inaceptable que el partido haya sido programado en la víspera de Navidad. No solo que puede suponer problemas para los trabajadores del Molineux Stadium [el estadio de los Wolves], pero también causará molestias a los aficionados que viajen allí", dijo el CST en un comunicado. "El 24 de octubre pedimos una reunión de urgencia con las personas que han tomado esta decisión y esperamos que tenga lugar muy pronto, junto al grupo de aficionados del Wolves y la Football Supporters Association. El CST pedirá que la Premier League consulte a los aficionados y que revierta esta decisión", añadía la nota de protesta.

La disputa del Wolves-Chelsea cierra una etapa de 28 años (desde el Leeds United-Manchester United de 1995), en la que no se jugaba un partido de Liga el 24 de diciembre. La supresión fue por una petición de los aficionados, que se oponían por las dificultades que encontraban para viajar por la disminución de los transportes públicos.