"SI HABLAMOS NOS CAE SANCIÓN"

Xavi da la razón a Ancelotti sobre la falta de libertad de expresión

Xavi Hernández, pensativo, antes del comienzo del entrenamiento.

Xavi Hernández, pensativo, antes del comienzo del entrenamiento. / Valentí Enrich

Joan Domènech

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El clásico se coló en la Champions. Era de esperar. Por más que Xavi subrayara la prioridad del partido frente al Shakhtar Donetz, calificándolo de "vital" y "trascendente" de cara a la clasificación, negando también que él y el vestuario antepusieran la relevancia del duelo frente al Real Madrid del sábado.

Se coló el clásico en las preguntas y se coló en la respuesta de Xavi sobre si él también siente que falta libertad de expresión para hablar de los árbitros como se había quejado Carlo Ancelotti.

Ancelotti y Xavi posan con la Supercopa en el estadio de Riad.

Ancelotti y Xavi posan con la Supercopa en el estadio de Riad. / @fcbarcelona

Penaltis inventados

"No tengo libertad de expresión para hablar de los árbitros", proclamó dijo el entrenador del Madrid en Braga, en la víspera de su partido europeo. "Si hablo, si digo lo que pienso, me suspenden", denunció el ténico italiano, pese a que nunca ha sido castigado. Ni siquiera cuando dijo "el árbitro se ha inventado un penalti", acusando al colegiado Melero López, en el partido frente al Girona de la pasada temporada en el Bernabéu (1-1).

"Ancelotti tiene razón, si hablamos de los árbitros te cae una sanción", corroboraba Xavi. "Muchas veces te quejas y te cae una sanción", comentaba. Él sí ha sufrido los rigores reglamentarios. El sí ha sido castigado: con dos partidos después del partido de Getafe. Fue expulsado por "protestar ostensiblemente" al cuarto árbitro y por quedarse en el túnel de vestuarios. En la sala de prensa manifestó que el árbitro (Soto Grado) se inventó una mano de Gavi para no pitar un penalti de Araujo.

Cancelo provoca las risas de sus compañeros antes del entrenamiento.

Cancelo provoca las risas de sus compañeros antes del entrenamiento. / Valentí Enrich

Hablar "con naturalidad"

Xavi es partidario de poder hablar "con naturalidad" de las actuaciones arbitrales, "de si se equivocan o no", dando por sentado que siempre habrá errores e interpretaciones. Y el entrenador del Barça también aboga por que los árbitros "salgan y hablen y se expliquen, porque así los humanizaríamos más".

Aun considerando que "quejarse no sirve de nada", Xavi opina que jugadores y entrenadores han de tener el derecho de poder protestar, denunciar, criticar o señalar una decisión en contra de sus intereses sin que ello revierta en una sanción. "A veces te sale de manera espontánea el cabreo, como en Getafe, ya que te sientes perjudicado porque te podían haber dado un gol o el penalti", apuntó, reclamando un poco de manga ancha del colectivo arbitral.

"Me gusta que haya respeto y armonía entre los clubs, que haya rivalidad, pero al mismo tiempo podamos hablar incluso con admiración del rival"

Xavi Hernández

— Entrenador del Barça

Del mismo modo que Xavi dijo tras su suspensión en agosto que acataba el castigo y olvidaba su enfado con cualquier árbitro a las 24 horas, el técnico y el vestuario azulgrana son partidarios de obviar la figura arbitral. "No nos preocupa quien nos pita, creemos que todos son honestos y que lo harán de la mejor manera posible", insistió.

Xavi, en la rueda de prensa previa al partido con el Shakhtar.

Xavi, en la rueda de prensa previa al partido con el Shakhtar. / FCB

Vídeos acusatorios

Una postura completamente distinta que la del Madrid y la campaña de vídeos que emite a través de su televisión mediante vídeos acusatorios. Algo que desde el Barça se abomina.

"Se habla demasiado de los árbitros y se les condiciona, eso no me gusta. Tenemos que ayudarlos", sostiene Xavi, reacio a sobrecargar de tensión el duelo por considerar que "no genera nada positivo". Ahora y siempre tras la experiencia vivida en la época de José Mourinho. "Me gusta que haya respeto y armonia entre los clubs, que haya rivalidad, pero al mismo tiempo podamos hablar incluso con admiración del rival", afirmó.