Tribunales

Jaume Roures cuenta a la jueza la "actitud enfermiza" con la que le sustrajeron 11.500 mails

El juicio por el presunto espionaje al presidente de Mediapro se prolongará hasta el viernes

Jaume Roures es presidente de Mediapro, una de las empresas audiovisuales más importantes de Europa.

Jaume Roures es presidente de Mediapro, una de las empresas audiovisuales más importantes de Europa.

Europa Press

Europa Press

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El presidente de Mediapro, Jaume Roures, ha relatado este martes a la jueza la "actitud enfermiza" con la que presuntamente fue espiado por el exresponsable de informática del grupo audiovisual, Robert Cama, y el empleado entonces vinculado a la empresa Bonus Sport Marketing, Joan Carles Raventós, que después trabajaron con la junta del FC Barcelona que encabezó Sandro Rosell.

Roures ha declarado en el Juzgado Penal 20 en el juicio que seguirá hasta el viernes por el presunto espionaje de 11.500 de sus mails corporativos, una causa por la que inicialmente Roures también se querelló contra el expresidente blaugrana, Sandro Rosell, y contra el club, que finalmente no están acusados.

Los mails afectados son de entre 2009 y 2011, y Roures descubrió el supuesto espionaje en octubre de 2011 al recibir un mensaje anónimo que incluía algunos, y ha explicado que antes de querellarse se dedicó a tomar medidas de protección e "intentar aclarar qué papel jugaban en toda esta operación los representantes o miembros de la dirección del Barça".

La acusación cree que Cama accedió a los mails de Roures y los reenvió a Rosell y a Raventós, que entonces trabajaba para Bonus, una empresa fundada por Rosell y que según Roures es competidora de Mediapro.

Algunos de los mails no afectan a cuestiones empresariales, sino a la campaña por las elecciones del FC Barcelona, que finalmente ganó Rosell: "Pone de manifiesto la actitud enfermiza de la parte que me espiaba. Yo no he vivido nunca en el mundo de los candidatos, pero es evidente que el que me espiaba y el que lo recibía lo consideraba de alcance importante, si no no se hubiera molestado en saber qué me decía el señor Laporta".

Preguntado por qué cree que le espiaron, Roures ha contestado: "Me parece evidente. Para ver si, entre comillas, descubren algo que les pueda beneficiar a ellos. Con la junta anterior están negociando un contrato, y el señor Raventós iba a formar parte de la campaña con Rosell. Si en estas comunicaciones apareciese algo impropio o si las cantidades que aparecían pudieran utilizarse para perjudicar a la junta...".

Rosell dice que lo chantajeó

Por su parte, Rosell ha remarcado que en 2011 vendió Bonus y ha estado desvinculado de la empresa desde entonces, y ha contado que lo hizo porque al postularse para la presidencia del Barça tomó "el compromiso de que dejaría de trabajar con empresas del deporte para que nadie pudiera imaginarse que había algún tipo de interés con el Barça".

Ha explicado que el director general del club, no él, contrató a Raventós para las secciones del club y a Cama para el departamento de informática.

Rosell también ha contado a la jueza cómo Roures acudió a su despacho y lo acusó de haberlo espiado, por lo que convocó una reunión también con Raventós, que también negó haberlo hecho, y Roures supuestamente lo chantajeó con querellarse contra él: "Me dijo 'sé que me habéis espiado, pero si me renuevas los derechos de la tele no haré nada'".