ATLÉTICO - MADRID (3-1)

La crónica del Atlético-Madrid: Morata y Griezmann desnudan al Madrid y sitúan líder al Barça

Morata celebra con Griezmann el gol del francés, que era el 2-0 del Atlético al Madrid en el Metropolitano.

Morata celebra con Griezmann el gol del francés, que era el 2-0 del Atlético al Madrid en el Metropolitano. / Reuters / Isabel Infantes

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Presenta este Real Madrid post-Benzema o pre-Mappé un diágnostico alarmante. Una anemia galopante en ambas áreas, lo que le lleva a regar el campo de mediocampistas. Y es precisamente ahí, en las áreas, donde el Atlético de Simeone se hace fuerte. Eso explica que los rojiblancos ganasen un derbi al que los blancos comparecieron una hora tarde, lo que tardó Ancelotti en corregir su planteamiento inicial. Para entonces Morata, que sería Haaland en este Madrid, ya se había servido fría su venganza personal con dos goles que iluminaron el cholismo.

Dada su naturaleza medular Carlo Ancelotti tiende a minimizar riesgos. Y sabe que no hay mejor manera de hacerlo que con el balón en los pies. Por eso en el Metropolitano sembró su once de centrocampistas de buen pie (Camavinga, Modric, Kroos y Valverde), a los que sumó a Bellingham y al 9 más asociativo, Rodrygo. Seis futbolistas para mecer el partido y desactivar el vértigo de un Atlético que además se desangra precisamente por esa herida, el mediocampo. A la falta del fichaje de un mediocentro se suma una inoportuna plaga de lesiones en esa posición que ha supuesto un dolor de cabeza para Simeone. 

La pizarra del ‘Cholo’

Pero este Real Madrid perezoso parece empeñado en comparecer tarde en los partidos. Tres minutos hicieron falta para retratar, una vez más, la desidia, quizás suficiencia, de un Alaba que no persiguió un centro de Lino desde la izquierda al corazón del área. Allí apareció Morata para cabecearlo a la red ante el delirio de la grada y el enfado de Carletto. Otro partido cuesta arriba. Sin embargo, en esta ocasión no parecía solo una empanada inicial, cada llegada del Atlético olía a napalm. 

Atacaban las espaldas de Lucas y Fran en los laterales y los centros siempre a zonas de llegada desde atrás, donde Griezmann se sumaba libre porque Camavinga, jugador al que su audacia juvenil le saca demasiadas veces del medicentro, no le acompañaba. Cholo había diseñado el partido a la perfección en la pizarra. Y en el minuto 18 volvió a pasar. Otro centro venenoso de Lino fue rematado por ‘El Principito’ a la red ante la indolencia de la zaga blanca, donde Rudiger y Alaba se veían superados por el partido. Y con Bellingham desconectado y Rodrygo deambulando por los espacios el Atlético mandaba a la lona al Madrid en cada llegada.  

Morata marca el primer gol del Atlético al Madrid en el Metropolitano.

Morata marca el primer gol del Atlético al Madrid en el Metropolitano. / Efe / Kiko Huesca

El duelo llegó a la media hora sumido en un frenesí que Simeone trataba de frenar consciente que el cruce de golpes no era buena idea. Precisamente en una de esas idas y vueltas Valverde llegó por primera vez al fondo del pasillo y sacó un centro tenso que Bellingham no peinó por centímetros, pero el despeje rojiblanco cayó en pies de Kroos, que se cambió el balón de pierna para clavarla en la red.

Ataques líquidos

El Atlético menguó de repente, atrincherándose en su área asediado por un ejército de hobbits (mediapuntas y centrocampistas) sin un solo orco (un delantero de área). Ataques tan líquidos como efervescentes por la falta de pegada de los de Ancelotti, plantados otro día más ante un bistec con una cuchara en la mano. Lograron empatar, pese a ello, pero el gol de Camavinga fue anulado por fuera de juego previo de Rudiger muy cuestionado por los blancos. 

Había muchas decisiones que tomar y Carletto tomó una lógica, sacar a Joselu por un centrocampista, Modric. El croata no ha digerido bien tácticamente la llegada de Bellingham, que le hace sombra en los espacios. Sin embargo, el duelo se reanudó con otro lance inesperado cuando en la primera aproximación atlética otro dos contra uno en banda terminó con un centro de Saúl que Morata remató solo y con Alaba, que había dimitido de su marcaje reprochando a ls compañeros la jugada. Carletto tiene un problema con el central austriaco, que cada vez parece más y más vulnerable.

Sin reacción blanca

Intentó corregir el desaguisado Ancelotti, situando a Tchouameni de ancla y cerrando las bandas con Nacho y Mendy. Demasiado tarde. Con tres a uno y espacios el derbni estaba demasiado cuesta arriba. El Madrid apechugó al Atlético en la recta final, pero esta vez los colchoneros no se acularon en su área. La parroquia rojiblanca se dio un homenaje ganando a su íntimo rival y Ancelotti se marchó meditabundo. Lógico, porque le sobran los motivos... Y el Atlético, que estaba sobre la cornisa en caso de derrota en el derbi, sale orgulloso y deja un poderoso mensaje de resistencia. Pero la Liga habla catalán: Barça y Girona, colíderes.  

La ficha del Atlético-Madrid (3-1)

Atlético: Oblak, Savic, Giménez, Hermoso, Molina, Lino, Marcos Llorente, Koke, Saúl Ñíguez, Griezmann y Morata.

Cambios: Witsel por Koke (m. 46); Azpilicueta por Molina (m. 65); Memphis por Morata (m. 82); Correa por Giménez (m. 86); Javi Galán por Lino (m. 86).

Entrenador: Simeone

Madrid: Kepa, Lucas Vázquez, Rüdiger, Alaba, Fran García, Valverde, Camavinga, Kroos, Bellingham, Modric y Rodrygo.

Cambios: Joselu por Modric (m. 46); Nacho por Lucas Vázquez (m. 57); Mendy por Fran García (m. 57); Tchouaméni por Camavinga (m. 57); Brahim por Kroos (m. 70).

Entrenador: Ancelotti

Goles: 1-0, Morata (m. 4); 2-0, Griezmann (m. 18); 2-1, Kroos (m. 35); 3-1, Morata (m. 46)

Árbitro: Alberola Rojas

Tarjetas amarillas: Modric (m. 45); Giménez (m. 45+1); Mendy (m. 47); Bellingham (m. 90+5)