Escándalo en la Federación

Jenni Hermoso denunció un hostigamiento "constante y reiterado" de Rubiales para que "justificara" el beso

El tipo penal de coacciones por el que también se querella la Fiscalía contra Rubiales prevé penas de cárcel de entre seis meses a tres años, además de multa

Jennifer Hermoso saluda a la infanta Sofía antes de recibir el beso sin consentimiento de Rubiales.

Jennifer Hermoso saluda a la infanta Sofía antes de recibir el beso sin consentimiento de Rubiales.

Cristina Gallardo / Sergio R. Viñas / Ángeles Vázquez

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En su declaración ante la teniente fiscal de la Audiencia Nacional

, la jugadora de la selección española 

Jenni Hermoso

 no sólo confirmó que el beso que le plantó en la boca 

Luis Rubiales

 fue un acto que no contó con su consentimiento, sino que añadió a su relato que tanto ella como su entorno más próximo sufrieron "una presión constante y reiterada" por parte del hoy suspendido presidente de la

Federación Española de Fútbol

. Su objetivo: que la campeona mundial justificara y aprobara lo ocurrido al finalizar el encuentro en el estadio de Sídney.

La querella presentada este viernes por la Fiscalía, que aún debe ser admitida a trámite por un juez de la Audiencia Nacional, identifica este entorno que sufrió la conducta del directivo: la familia y amistades de la jugadora. Como consecuencia de ello, Jenni sufrió "una situación de hostigamiento, en contra del desarrollo de su vida en paz, tranquilidad y libremente", concluye el Ministerio Público.

Así, y aunque previamente solo se le ofrecieron acciones por un presunta agresión sexual --penada con hasta cuatro años de cárcel--, la fiscalía suma a este delito el de coacciones descrito en el artículo 172 del

Código Penal

, que prevé penas de prisión de entre seis meses y tres años para quien "sin estar legítimamente autorizado, impidiere a otro con violencia hacer lo que la ley no prohíbe, o le compeliere a efectuar lo que no quiere, sea justo o injusto". La sanción penal, que incluye multa, debe imponerse "según la gravedad de la coacción o de los medios empleados", según detalla la norma.

Violencia contra la mujer

Para apoyar su acusación, la querella se remite al Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra la mujer, y concreta que "España asume el compromiso de proteger a las mujeres contra todas las formas de violencia, y prevenir, perseguir y eliminar la violencia contra la mujer y la violencia doméstica", según el documento que firma la fiscal Marta Durántez.

Por "violencia contra la mujer", añade la Fiscalía en su querella, debe entenderse cualquier forma de discriminación contra las mujeres, que impliquen daños o sufrimientos de naturaleza física, sexual, psicológica o económica, pero también "las amenazas de realizar dichos actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, en la vida pública o privada.”

El relato de los hechos

Según informó Relevo, citando testigos presenciales, Rubiales se acercó a Hermoso durante el vuelo de vuelta de Sídney a Madrid para rogarle que apareciera con él en un vídeo de disculpa, alegando que su puesto “estaba en juego”. La futbolista se negó a atender la petición del presidente.

El mismo medio aseguró, de nuevo citando a testigos presenciales, que el entonces seleccionador, Jorge Vilda, presionó a la familia de la jugadora “hasta tres veces” para que la convenciera de atender los deseos de Rubiales de que ambos aparecieran en ese vídeo. El destituido técnico negó la existencia de esas presiones en una entrevista en la Ser.

El suspendido presidente grabó dicho vídeo en solitario en la escala del avión en Doha, asegurando que no existió "mala intención por ninguna de las dos partes" en el beso, haciendo a la jugadora en la práctica partícipe de la presunta agresión sexual.

"Una continua presión"

"Se me pidió realizar una declaración conjunta para rebajar la presión sobre el presidente, pero en esos momentos en mi cabeza solo tenía la idea de disfrutar del hito histórico alcanzado junto con mis compañeras de equipo", explicó posteriormente Hermoso, en el comunicado que publicó en sus redes el día de la asamblea en la que Rubiales se negó a dimitir.

"A pesar de mi decisión, tengo que manifestar que he estado bajo una continua presión para salir al paso con alguna declaración que pudiera justificar el acto del Sr. Rubiales. No solo eso, sino que, de diferentes maneras y a través de diferentes personas, la RFEF ha presionado a mi entorno (familia, amigos, compañeras, etc) para que diera un testimonio que poco o nada tenía que ver con mis sensaciones", añadió la futbolista, en unas declaraciones que trasladó a la Fiscalía de la Audencia Nacional y que han motivado la presentación de una denuncia por coacciones, añadiendo este presunto delito al de agresión sexual.