VILLARREAL - BARÇA (17.30 HORAS)

Ramón Terrats se reencuentra con Oriol Romeu, el referente que, por suerte, le tapó en Girona

El centrocampista barcelonés se mide al jugador del Barça, cuya explosión en el equipo gerundés empujó a Terrats a buscar una salida para jugar más y la encontró en el Villarreal, donde se ha asentado en Primera gracias a Quique Setién

Ramón Terrats.

Ramón Terrats.

Albert Guasch

Albert Guasch

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando Oriol Romeu (31 años) aterrizó la temporada pasada en el Girona, una de las primeras personas con las que se vio para tomar algo fue con Ramón Terrats. Congeniaron, pese a competir por el mismo puesto y la diferencia de edad. Romeu le regaló su libro, ‘La temporada de mi vida: El viaje interior de un futbolista’ y Terrats lo leyó en los viajes del equipo. Le encantó. Y le ayudó a entender lo que significa ser un futbolista profesional. 

Con el libro también conoció mejor al futbolista que le tapaba su crecimiento. Romeu floreció y se convirtió en el bastión del Girona y eso, unido al alto nivel de otros centrocampistas, empujó a Terrats a dirigirse a Míchel, su entrenador: quería salir, necesitaba tener minutos. “Con Oriol, ¿cuántos partidos podré jugar? Si es una pasada de bueno”, le dijo. Míchel se resistió, pero acabó por entender sus argumentos. 

En Girona era muy feliz y estaba en Primera, lo que siempre había soñado. Sin embargo, jugar con regularidad le resultaba prioritario a los 22 años y el Villarreal B le ofrecía esa oportunidad, aunque supusiera volver a Segunda A, un poco desandar lo andado.  

Solo quiso esperar a que se disputara el Espanyol-Girona en Cornellà. Terrats es socio del Espanyol desde que nació y le hacía ilusión jugar en el estadio al que tantas veces había ido como aficionado. Casualidades de la vida, Romeu vio la quinta amarilla antes de ese encuentro y Michel le alineó de titular ante los pericos. Jugó muy bien y el Villarreal, como tantos otros clubs, apretó para lograr su cesión, que se materializó en enero de este año.

"Recoge tus cosas"

En Villarreal, las cosas se aceleraron de una forma que no imaginaba. Apenas disputó dos partidos con el filial. En uno de los primeros entrenamientos, Quique Setién lo vio y fue contundente: “Recoge tus cosas del vestuario del B, te vienes con nosotros”. 

La medular del Villarreal acusaba lesiones importantes y Setién le dio cancha enseguida. Y no como medio centro, sino como interior derecho, a pierna cambiada, aseando la salida de balón, casi siempre interviniendo a uno o dos toques. Disputó 18 partidos, la mayoría asentado como titular, crucial en la clasificación del equipo para Europa. Y esta temporada, igual. Dos partidos, dos titularidades después de que el Villarreal decidiera este verano pagar 2,5 millones al Girona para el traspaso definitivo. Un contrato de tres años que le consolida como futbolista de Primera. . 

Así que hoy, en el estadio de La Cerámica (17.30 horas), si Setién opta por la continuidad, Terrats debería verse las caras con Oriol Romeu, protagonista indirecto en el relato de su asentamiento en la élite. Será también su primer partido profesional contra el Barça.

Carrera singular

Si en los hogares del barcelonismo se contempla a Setién con sumo desdén (es el entrenador del 2-8 ante el Bayern), en la casa de los Terrats poco menos que se le tiene en un altar. “El entrenador me dio el año pasado una confianza muy grande y gracias a él me he generado una confianza en mi mismo muy grande que me va a ir muy bien de cara a la temporada y todo en general”, dijo el jugador en los medios de su club hace unas semanas.

Para llegar hasta aquí, Terrats ha trazado una carrera singular, madurando los plazos. Estuvo de los 4 a los 16 años en el Europa CF, no procede por tanto de las grandes canteras y nunca jugó en la División de Honor. Pasó luego por la Damm y el Sant Andreu de Tercera, donde coincidió en el vestuario con el hijo de Setién, antes de fichar por el filial del Girona, de Tercera, en el 2020. Una carrera guiada por la calma y los conocimientos de las entrañas del fútbol de su padre, Juan Terrats, que fue redactor de deportes de EL PERIÓDICO durante lustros y uno de los grandes especialistas del Espanyol del periodismo barcelonés.

"Siempre he defendido que los chicos tienen que jugar y sobre todo disfrutar. Esa es la clave de su éxito: ha disfrutado con el fútbol, sin obsesionarse", explica el progenitor, que ha rechazado ofertas de equipos como el filial del Madrid, el Atlético, el Albacete y hasta, hace unos años, de Arabia Saudí. Nunca del Espanyol, una frustración que no oculta.

Cuenta que se dio cuenta de que su hijo podía alcanzar cierto nivel cuando, con 17 años, después un partido de la Damm contra el Espanyol, en que jugó de medio centro por primera vez, empezó a recibir llamadas de agentes. Un aluvión. "Más de 40. De la nada a eso. Resultó agobiante, pero fue cuando me dije: 'aquí pasa algo'". Ahora lo lleva Mágico Díaz, curiosamente el mismo representante que Oriol Romeu.

"Muy inteligente a nivel táctico"

"Es muy inteligente y, desde el principio, en lugar de ver a Romeu como un rival decidió aprender de él. Le tiene admiración y de Oriol ha cogido estas ganas de trabajar y mejorar", explica Mágico. "Para mi -agrega- eso ha sido determinante en su carrera: sus ganas de mejorar".

Desde un punto de vista futbolístico, lo describe como a un jugador "de muy buen pase y muy inteligente a nivel táctico. Y creo que tiene algo que no ha acabado de explotar del todo que es la llegada al área".

Terrats, que estudia INEF, vive solo en un apartamento en Castellón, ya sin la familia que le ha arropado durante el camino, sin presionarle, acompañándole en los momentos dulces y amargos. En el presente, tocan los dulces. Y hoy tener enfrente a Romeu, el referente de Girona.

Suscríbete para seguir leyendo