Los otros 'exilios' del fútbol: del duelo del Espanyol por Sarrià a las dos Copas del Rey

El Barça no tiene que mirar muy lejos para ver cómo prueban esos exilios forzados por la remodelación de un estadio o la construcción de uno nuevo. Su rival ciudadano, por ejemplo, ya emprendió el mismo viaje a Montjuïc en la temporada 1997-98 con la venta y demolición del viejo Sarrià cuando se cerraron 74 años en la historia del club blanquiazul.

El trasvase al Estadi Lluís Companys resultó paradójico para el Espanyol. Si bien la herida emocional entre su afición, por el duelo de Sarrià y la sensación de estar en un lugar que no sentía propio y de acceso complicado, nunca acabó de cerrarse, el balance deportivo de esas 12 temporadas resultó más que óptimo.

El equipo consiguió en esa década larga dos títulos de la Copa del Rey (2000 y 2006, esta con la recordada celebración en las fuentes de Montjuïc), fue subcampeón de la Copa de la UEFA (2007, en la final ante el Sevilla) y nunca perdió la categoría. Algo que sí ha sucedido, dos veces en los tres últimos años, desde que ell 2 de agosto de 2009 inaugurara su nuevo estadio de Cornellà-El Prat después de una inversión de más de 80 millones de euros.

El gran rival del Barça también vivió, y recientemente, una mudanza. En su caso a un recinto de su propiedad como fue la ciudad deportiva de Valdebebas. El Real Madrid disputó desde el 14 de junio de 2020 hasta el 12 de septiembre de 2021, cuando regresó al Bernabéu, 32 partidos en el estadio Alfredo Di Stéfano. Fue allí donde ganó su penúltima Liga, ese año 2020, en los meses en que la pandemia del covid alteró todas las competiciones deportivas. Después de cuatro años de obras y una inversión cercana a los 900 millones está previsto que en diciembre se inaugure la reforma del coliseo blanco.

Entre esos 900 millones o los 1.450 del Espai Barça se sitúan, fuera de la Liga española, los 1.000 millones de libras (unos 1.170 millones de euros) que invirtió el rival del Barça en el Gamper en el nuevo White Hart Lane, construido en el mismo lugar tras la demolición del original. Durante casi dos temporadas, el Tottenham jugó sus partidos como local en Wembley hasta la inauguración en abril de 2019 de su actual y espectacular estadio.

También en Londres, el West Ham emigró en 2016 al London Stadium, el estadio olímpico de 2012, después de vivir desde 1904 en su viejo estadio de Upton Park, demolido para un nuevo proyecto urbanístico. De los 35.000 espectadores ha pasado a los 60.000 actuales.