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Masters de Augusta: la batalla de dos mundos

La tensión entre los jugadores del PGA Tour y el LIV Tour, patrocinado por Arabia Saudí, marca la primera cita del Grand Slam, con Jon Rahm entre los candidatos al título

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GOLF-MASTERS/ / Mike Blake / Reuters

Luis Mendiola

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Hablar de guerra fría no resume del todo el nivel de tensión que vive el mundo del golf entre los jugadores del PGA Tour y los que optaron por alinearse con el LIV, el campeonato financiado por fondos saudís, que arrancó hace menos de un año. Ahora mismo son polos opuestos, en los que se han utilizado términos como traición para aquellos que abandonaron el circuito tentados por ofertas multimillonarias, que han roto amistades y, en algún caso, han calentado la boca más de la cuenta a alguno de los protagonistas.

En ese escenario de enconada rivalidad se disputará  el Masters de Augusta, la primera gran cita del Grand Slam del año. En un deporte individual como el golf, nunca la sensación de colectivo había primado tanto. Los jugadores del PGA Tour frente a los del LIV (un total de 18) por la chaqueta verde, los 2,7 millones de premio por el triunfo y el honor. Tiger Woods y Rory McIlroy, los más activos en la defensa de la tradición, frente a Dustin Johnson, Phil Mickelson o Sergio García, por citar a tres de los nombres ilustres que han optado por la ruptura. El veto en el PGA Tour a los que jugadores que renunciaron hará que el Masters sea el primer torneo donde se encuentren cara a cara después de bastante tiempo, lo que eleva aún más el morbo de la cita.

Ha dado tanto juego en estas horas previas el análisis deportivo del Masters, con el defensor del título Scottie Scheffler, el norilandés Rory McIlroy y el español Jon Rahm, los tres primeros del ránking mundial, como firmes candidatos al título, o la presencia de Tiger Woods, en su segundo aparición del año, como los gestos que alimentan esa guerra. Unas recientes declaraciones de Fred Couples tras un torneo del PGA Champions en las que repartía cera a Mickelson, Sergio García o Cameron Smith, el último ganador del Open Británico han sido más gasolina para alimentar el conflicto. Couples llamó “chalado” a Mickelson, “payaso” a García y hablo de Smith como “el chico que ganó el Open el año pasado”.

 “Es decepcionante”, respondió García cuando le preguntaron al respecto esta semana en Sports Illustrated. “No sé dónde quiere llegar con esto Freddy. No creo que debiera comentar lo que yo o cualquiera de nosotros ha hecho, porque nosotros no le decimos a él qué hacer. Estamos donde queremos. Estamos felices de jugar el LIV y eso es lo importante para nosotros”. El chileno Joaquin Niemann, que estará en su cuarto Masters, explicó cómo ve ahora la rivalidad. “Vamos a sentirlo con los diferentes jugadores luchando al tiempo por su circuito. Será más divertido sabiendo que nos odian”.

En ese escenario de dos bloques, la Cena de los Campeones que se organiza en la noche del martes, fue un buen test ya que reunía a seis ganadores del Masters procedentes del LIV (Dustin Johnson, Sergio García, Phil Mickelson, Bubba Watson, Patrick Reed y Charles Schwartzel) con los que siguen en el PGA. Pero todos guardaron las formas.  “Eramos 33 campeones del pasado en una sala, intentando llevarnos bien”, desveló José María Olazábal, uno de los que intentan mantener un tono neutral, al igual que hace el jugador de Barrika, Jon Rahm, que acude con la misión de convertirse en el cuarto jugador español que consigue la chaqueta verde en la historia (Seve Ballesteros en 1980 y 1983; José María Olazábal en 1994 y 1999 y Sergio García, en 2017).

Un 'Big three' en forma

El jugador vasco, de 28 años, aparece en todas las quinielas como futuro ganador del Masters por su pegada y su habilidad en el putt Esta temporada ya suma tres títulos y el recorrido de Augusta favorece su juego. El año pasado solo fue el 27, pero terminó entre los 10 mejores los cuatro anteriores. Pero también llega en un estado de forma excepcional, Scottie Scheffler, que en febrero venció en Phoenix y este marzo acaba de ganar el The Players, considerado el quinto grande. En esa lista no puede faltar Rory McIlroy, el norirlandés fue segundo el año pasado y ha acabado entre los cinco primeros en cuatro.

El punto emocional lo dará Tiger Woods, que jugará su 25ª edición del Masters, el torneo que lo lanzó al estrellato en 1997, cuando logró su primera chaqueta verde de las cinco que tiene en la actualidad y un total de 15 títulos del Grand Slam, muy cerca del récord de 18 de Jack Nicklaus, un reto que se intuye ya inalcanzable después del accidente que sufrió en 2021, que le causó graves heridas y casi le cuesta la pierna.

“No sé cuantos Masters me quedan. Asi que intento disfrutarlo cada vez que vengo aquí”, admitió el jugador de 47 años, que lanzó algún mensaje, que abre dudas sobre su futuro. “Ya tengo más amigos en el Tour Champions (el circuito de veteranos) que en el PGA”, deslizó Tiger, que no tiene problemas para golpear la bola sino para caminar.

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