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En bici hacia lo desconocido: historias de la Titan Desert en Arabia Saudí

220 ciclistas recorrieron del 6 al 9 de diciembre 430 km por el desierto saudí. Una carrera, la Titan Desert, en la que un joven de 17 años rueda al lado de un veterano de 69. Una prueba en la que conviven historias unidas por la pasión del ciclismo

Imagen de la Neom Titan Desert, celebrada del 6 al 9 de diciembre en Arabia Saudí

Imagen de la Neom Titan Desert, celebrada del 6 al 9 de diciembre en Arabia Saudí / NEOM TITAN DESERT

Ignasi Fortuny

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El día antes de que diera comienzo la Neom Titan Desert, que se disputó del 6 al 9 de diciembre en Arabia Saudí, la organización anunció a los más de 200 ciclistas que participaron en la prueba: «Podéis tener la seguridad de que por donde rodéis estos días no lo ha hecho nadie antes». Seguramente pocos rincones del mundo sean más inóspitos que la inerte región de Neom, donde la vida, en cualquiera de sus formas, escasea muchísimo. Pues este era el escenario por el que transitaron, a orillas del Mar Rojo, 220 corredores de hasta 10 nacionalidades en esta Titan Desert, una prueba de maratón en mountain bike que era la segunda vez que se disputaba en el país asiático (consolidadas en el calendario están las ediciones en Marruecos y Almería).

Una carrera de logística prodigiosa (aparecen campamentos en la nada más absoluta) que crea un clima especial, en el que todo se magnifica, y que cualquiera puede sentirse por un día un superhéroe que sobre la bici desafía al tiempo y a lo desconocido. Del más anónimo a un número uno del mundo. Durante siete días, y en el sufrimiento de cuatro etapas en las que completar un total de 430 kilómetros por el desierto saudí, conviven historias tan distintas como las siguientes. 

DAVID VALERO

Un número 1 volandro sobre la arena

David Valero, ganador de la Neom Titan Desert

David Valero, ganador de la Neom Titan Desert /

David Valero (Baza, 1988) viajó a Arabia Saudí para seguir con su pretemporada. «Un entreno de calidad», decía. Y ganó la prueba con la superioridad de los escogidos a pesar de que sus larguísimas piernas (1,89 metros de altura) están sembrando para el futuro. Hace no tantos años que el ahora número uno del mundo de XCO ('cross country' olímpico, la modalidad de 'mountain bike' de referencia) ayudaba a su padre y a su tío en el campo, y unos ocho que trabajaba en una tienda de bicis rascando horas al reloj para poder entrenar. Ahora se sabe un privilegiado, un elegido, y, como el caballo de carreras, solo ve la línea de meta en el horizonte. «Estos dos últimos años, que han sido los mejores de mi carrera deportiva, me encuentro bastante bien y estoy difsrutando muchísimo de la bicicleta tras la medalla del año pasado en los Juegos de Tokio [fue bronce tras una gran remontada]. Me dio tranquilidad y seguridad, que es lo que me ha hecho darle continuidad esta temporada», comentaba con este diario tras ganar la carrera por delante del veterano Haimar Zubeldia.

El granadino ganó la prueba por el desierto saudí con la mirada fija en el horizonte: primero vislumbra la Copa del Mundo, a partir de mayo; pero lo gordo está un poco más lejos, en los Juegos de París 2024. «El camino [a París] empezó el año pasado en septiembre... Pero sí, esta pretemporada ya estaba enfocada en eso, limando de cara a los Juegos. Queda un año y medio pero sabemos que todo lo que no vayamos haciendo ya nos hace ir un poco a remolque», sentencia el ciclista del equipo BH Templo Cafés UCC. 

ARIADNA RÓDENAS

La mejor entró a última hora

Ariadna Ródenas, ganadora de la Neom Titan Desert

Ariadna Ródenas, ganadora de la Neom Titan Desert /

Ariadna Ródenas no solo monta una bici Mondraker, también trabaja en la sede de la firma de bicicletas en Elche. La ilicitana de 45 años llegó a la prueba de maratón en el desierto a última hora -«no la tenía en el calendario porque estaban todas las plazas ocupadas, pero cuando me dijeron que había quedado una plaza libre me puse las pilas rápidamente»- y ganó con muchísima superioridad. Ródenas ganó las cuatro etapas de la Neom Titan Desert, y sacó casi una hora y 45 minutos a su perseguidora.

En la meta, fatigada pero ya como ganadora final, animaba a que más mujeres se decidieran a cruzar desiertos en bicicleta –Ródenas ganó en octubre la Titan Desert disputada en Almería en la categoría de dúo mixto– explicando su caso: «Empecé corriendo. Estaba en un club donde corría a pie. Había unos compañeros que hacían mountain bike e iban a preparar un duatlón y me animé a prepararlo con ellos. Nunca había cogido la bici y, realmente, ahí empezó todo. Me enganchó». En Arabia Saudí compitieron tan solo una decena de mujeres. 

JORDI BUCH

Un ejemplo sensacional sobre la bici

Jordi Buch, durante la Neom Titan Desert

Jordi Buch, durante la Neom Titan Desert /

El desafío que supone una prueba como la Titan Desert invita a que aparezcan protagonistas sensacionales. Es el caso de Jordi Buch, un catalán de 38 años que nació con pseudoacondroplasia, una enfermedad que afecta al crecimiento y provoca malformaciones y a la que él da visibilidad con su ejemplo de superación. Es consultor y también, claro, ciclista -lleva 10.000 kilómetros en lo que va de año-, y de los buenos: en esta carrera acabó el 53. «Soy una persona activa en los deportes, otra cosa es que lo pueda hacer o no. Deportes de impacto me trinchan las articulaciones», expone. «Me genera mucho dolor. Ahora lo que tengo más afectado es la cadera... Me tocará hacer prótesis», añade. Buch va con una bici normal, de talla pequeña y ajustada al máximo que puede a su estatura. «Me tendría que hacer una a medida, pero lo voy apañando...», afirma. A su quinta Titan Desert ha acudido con su colla: él es el rápido de todos ellos. 

PACO BARRANCO

10.000 kilómetros por el desierto

Paco Barranco, tras completar más de 10.000 km por el desierto en bicicleta

Paco Barranco, tras completar más de 10.000 km por el desierto en bicicleta /

En la Titan Desert  uno termina de pie aplaudiendo a un señor llamado Paco Barranco. La organización crea una atmósfera que favorece que toda historia de superación sea susceptible de ovación. La de Barranco impresiona si uno sabe o se imagina lo que cuesta avanzar un metro por terrenos arenosos. Este granadino, de 65 años, ha completado en Arabia Saudí su decimonovena Titan Desert o, lo que es lo mismo, más de 10.000 kilómetros por el desierto. Un honor a la que la organización llama Titan Legend Diamond. 

A Barranco le entró el gusanillo de rodar por parajes desconocidos desde el nacimiento de la Titan Desert cuando le contaron la idea de hacer «el Dakar de las bicis». 

Eso son muchas semanas fuera de casa, muchas horas entrenando. «Tengo una mujer que es un primor, la primera que me anima a venir. Hay momentos de decaimiento por trabajo, por situaciones… Tengo una familia que me anima a entrenar y a estar aquí, donde me reecuentro conmigo mismo y con mis amigos», comentaba emocionado tras completar una hazaña, la de haber recorrido más de 10.000 kilómetros en el desierto, que hasta ahora tan solo ostentaban otros veteranos de la prueba, Ramon Aranda y Ramon Espelt.

MOROJ ADIL

La saudí que llega en el ocaso

Moroj Adil, emocionada

Moroj Adil, emocionada /

Se hacía de noche y Moroj Adil, la única mujer saudí que participó en la carrera –también compitieron 17 hombres de la federación de ciclismo del país asiático– no aparecía. Era la primera etapa, marcada por un viento endiablado que casi impedía avanzar a los participantes, y en la línea de meta, tras más de 10 horas de etapa (de 107 km), se esperaba al menos ver una figura flacucha en el horizonte que hiciese pensar que era ella.

Llegó con la noche pisándole los talones con una multitud esperándola. Se mareó y se emocionó (no se puede afirmar qué ocurrió primero), cayó al suelo y levantó la mano haciendo la uve de victoria con los dedos. El coche escoba la invitó en repetidas ocasiones a abandonar. «Yo solo bebía agua y seguía», dijo tras recuperar un mínimo aliento. No fue suficiente para que la agonía no la persiguiera toda la carrera.

PABLO GALÁN

Brindis con bebida isotónica

Pablo y Carlos Galán, al terminar la Neom Titan Desert

Pablo y Carlos Galán, al terminar la Neom Titan Desert /

El más joven de la Neom Titan Desert hizo la mayoría de edad durante la prueba (el más veterano sumaba 69). Pablo Galán (Sant Carles de la Ràpita, Montsià) acabó en Arabia Saudí (no sin algun susto de papeleo en el aeropuerto del Prat) de la mano de su hermano Carlos, de 20 años, que ya había participado en la prueba de Marruecos. «Se sufre, eh, pero está muy guay», cuenta este joven universitario y profesor de vela que le dijo su hermano para convencerle de unirse a la aventura. 

Conoció el sufrimiento del que le hablaba hasta el punto de que el tercer día tuvo que poner pie a tierra a pesar de haber entrenado para la cita. «El cuerpo me ha dicho basta: o paras o te paro. No me dedico a esto, es un hobbie, y no quiero pasarlo mal», decía a media carrera. Tras celebrar los 18 años brindando con bebida isotónica en un país con cero alcohol, su deseo es volver a sufrir en el desierto montado en su bici: ahora en la próxima Titan Desert de Marruecos.  

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