Victor Tomàs: "Formar parte de la historia del Barça me llena de orgullo"

La retirada de la camiseta le permitirá decir adiós a la afición del Barça como era su deseo. Tengo muchas ganas de despedirme del Palau que ha sido mi casa durante muchos años. He estado 18 años como profesional, pero antes desde el 97 o 98, estuve en las categorías inferiores hasta el 2020.

¿Le hace ilusión vivir este homenaje? Lo que más ilusión me hace es tener este reconocimiento al lado de mi mujer, de mis hijos y de mis padres, porque son los que han estado siempre en los buenos y en los malos momentos. Digamos que la camiseta retirada llevará mi nombre, pero lo que pienso, y también se lo diré a ellos, es que lleva el nombre de todos.

Al fin podrá cerrar bien una historia que quedó inconclusa. La pandemia lo trastocó todo. Han pasado más de dos años desde la retirada. Pero ha valido la pena tener paciencia y ponerle punto final a mi carrera con este acto. Será un día para celebrar, con un Palau que estará casi lleno, con un Barça-Kiel, que es un clásico europeo. No puedo pedir más.

¿Se emocionará? Sí, soy de lágrima fácil, seguro. Mi intención es dirigirme a la gente pero no me lo prepararé. Lo que salga en ese momento.

Usted era de los jugadores con más conexión con la grada. La gente del Palau me veía como una persona normal. Cuando acababa el partido, me relacionaba con todo el mundo. Entre salir del vestuario y llegar al coche, podía pasarme una hora. La gente me veía como alguien muy cercano. También como alguien que sentía el Barça como ellos. Eso ha hecho que tengamos esa comunión.

Su nombre va a ingresar la lista de las leyendas de la sección junto a los de David Barrufet, Enric Masip, Xavi O'Callaghan, Óscar Grau o Iñaki Urdangarín ¿Cómo lo valora? Es toda una satisfacción estar entre los grandes nombres del Barça, porque al final es la historia del club. Siempre se nos llena la boca de que somos más que un club por los valores que transmitimos y porque no solo somos el Fútbol Club Barcelona. También las secciones profesionales crean un ecosistema muy especial dentro del club que no existe prácticamente en ninguna parte. Formar parte de esa historia me llena de orgullo.

 ¿Le ha quedado algo por conseguir? Me ha faltado poder retirarme cuando yo quería, hacerlo un poco a mi manera. Y que mis hijos (Luka, de 6 años y Mia, de 4) tengan su propio recuerdo viéndome jugar.

¿Cambiaría algo de lo vivido? El final. Eso sí que lo cambiaría. Pero no es algo que duela a estas alturas. Ya lo he asumido. No puedo hacer nada. Pero del resto no cambiaría absolutamente nada. He disfrutado mucho, mucho. He sido muy consciente de que he sido un privilegiado. He estado siempre donde he querido.  Cuando miro atrás, puedo decir que es una carrera en la que me ha salido todo a pedir de boca.

¿Echa de menos el balonmano? Cero. No  he vuelto a jugar. No lo encuentro a faltar. Echo de menos competir, el equipo, el ambiente, las rutinas… Eso sí. Igual ya he tenido bastante.

¿Con qué lo ha suplido? Juego todo lo que puedo y más a pádel. Mucho, mucho. Y si pudiera jugaría más. Me encanta. Me apunto a algún torneo de vez en cuando.También he empezado correr y voy en bici.

¿Lo controlan a nivel médico? Sí, pero la afectación cardiaca no me impide hacer deporte amateur. Eso lo puedo hacer sin problemas. Solo el deporte de alta intensidad en el que pones el corazón a tope.

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 En la actualidad, comenta los partidos en televisión. ¿Es su forma de mantener el contacto con el deporte? No he querido desligarme del todo y seguir en este mundo. Es de lo más sé y donde tengo un nombre. Y disfruto mucho con la experiencia de seguir las transmisiones en Esport3, que además me permiten seguir de cerca al equipo, donde al final tengo amigos míos.

Si tuviera que escoger cinco momentos de su carrera ¿cuáles serían? ¿Cinco? Seguramente el bronce olímpico de Pekín, el oro del Mundial de Barcelona; mi debut; el 7 de 7 en títulos, cuando como capitán del Barça tuve el privilegio de levantar la Champions en el 2015 y, probablemente, el último será el de este miércoles.