RECUERDOS DE UNA VIDA CULÉ

El 'fotógrafo' Ernesto Valverde regresa al Camp Nou sin ánimo de revancha

El técnico que lideró dos de las conquistas ligueras más espectaculares de la historia del Barça vuelve entrenando al Athletic con la intención de arrancar un buen resultado ante su antigua afición

"Valverde me parece un trozo de entrenador espectacular", dice de él Xavi, cuyo equipo es elogiado por el 'Txingurri', buen conocedor de lo que es entrenar a un club con semejante entorno

Ernesto Valverde

Ernesto Valverde / INMA BARRIO

Emilio Pérez de Rozas

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Cuando tú has vivido lo que vivió Ernesto Valverve en Grecia, puede que adquieras una experiencia que te haga vivir cualquier contratiempo (y alegría) con enorme distanciamiento, hasta casi cierta indiferencia. Él le llama profesionalismo. Cuando tú has ganado al Panathinaikos siendo el entrenador del Olympiacos y, al día siguiente, tus seguidores te zarandean el coche al descubrirte en un semáforo y por poco te lo elevan al cielo para agradecerte esa victoria, el resto de cosas que te ocurran en el mundo del fútbol empiezan a traerte sin cuidado.

Es por ello que elTxingurri, créanme, no acude hoy al Camp Nou con ningún sentimiento de revancha, cero pensamiento de desquite, nada de represalias pese a haber sido despedido, tras dos años y medio, después de haber ganado dos Liga (de calle), mucho antes del final, una con 14 puntos de ventaja sobre el Atlético de Madrid y 17 sobre el Real Madrid, y la otra, con 11 puntos de ventaja sobre los colchoneros y 19 sobre los merengues, conquistar una Copa del Rey y, sí, perdido, dos partidos, ¡dos! (4-0 en Liverpool y 3-0 en Roma) de los 22 que jugó en Champions (Xavi Hernández ha perdido, de momento, 3 de los 6 que ha jugado como técnico del Barça).

Bartomeu se asustó

Así que hoy vuelve al Camp Nou un profesional del fútbol, cuya última imagen al abandonar la ‘Joan Gamper’ fue una amplia sonrisa tras el volante de su coche. Valverde se iba habiendo cumplido lo mejor que pudo y supo. Se fue, está convencido de ello, con el cariño del vestuario y sabiendo que ni Leo Messi ni Luis Suárez habían decidido nada sobre su futuro. Se fue porque Josep María Bartomeu se asustó y lo destituyó y, como otras muchas veces, también se arrepintió poco después.

Y hoy vuelve al Camp Nou donde, según reconoció ayer “no tengo ningunas ganas de revancha porque no tengo nada, todo lo contrario, contra el Barça. Lo que tengo allí son amigos a los que, antes del partido saludaré y, un minuto después, trataré de ganarles. Porque de eso se trata el fútbol, de ganar tres puntos, aunque esta vez sea en un estadio que me trae buenos y malos recuerdos pero donde, sobre todo, trabajé muy a gusto y tuve a mucha gente a mi alrededor que me ayudó a que todo nos fuera bien a todos”.

Valverde, que cuando dejó el Barça se dedicó a todo menos a ver fútbol, cogió su bicicleta, su guitarra y su Contax, esa cámara que se parece pero no es una Leica, y decidió vivir. Luego, cuando su Athletic, a través de dos de los tres candidatos a la presidencia del club, le pidieron ayuda, volvió, como dice él, a vestirse de luces. “Así de tonto soy, volví a caer en la trampa”.

Imagen de fans japoneses captada por Ernesto Valverde desde el interior del bus del Barça en un partido amistoso en Japón.

Imagen de fans japoneses captada por Ernesto Valverde desde el interior del bus del Barça en un partido amistoso en Japón. / ERNESTO VALVERDE

El Valverde que visita hoy el Camp Nou tiene algo más de fotógrafo y guitarrista que el que abandonó el Estadi en enero del 2020 y, por supuesto, continúa mirando, analizando y viviendo el fútbol con el distanciamiento que merece una profesión que, en determinados lugares (Barcelona, por ejemplo) la pasión, los dogmas, la tradición y el libro de estilo dejado por Johan Cruyff complican tanto las cosas que puedes ser despedido pese a haber ganado el 90% de los partidos.

Cruce de elogios

Es por ello que cuando le preguntas al ‘Txingurri’ si piensa que el público que llenará hoy, seguro, el Camp Nou, le recibirá con una gran ovación, él se muestra escéptico. “No tengo ni idea, supongo que habrá gente que se alegrará de que vuelva. Yo fui un profesional que lo dio todo allí, que lo hice lo mejor que supe y pude, que conté con la ayuda, insisto, de mucha gente y que, al final, me llevé, sí, un buen recuerdo. Es evidente que acerté y me equivoqué, pero tengo la sensación de que durante aquellos años nos llevamos, todos, muchas alegrías, sí”.

Valverde, que ayer fue tremendamente elogiado por Xavi Hernández (“me parece un entrenador espectacular y, en el Barça, hizo un trabajo excelente”), compartió, el pasado 20 de septiembre, un ratito de charla con el actual técnico culé en Las Rozas, donde, sin duda, hablaron de lo complicado que es entrenar al Barça. Y, sí, claro, hablaron de Leo Messi y lo duro que fue convivir con ‘D10S’ y lo duro que es, todavía, convivir con las ‘vacas sagradas’. Seguro.

"No sé cómo me recibirá el Camp Nou, solo sé que yo trabajé allí muy a gusto y hubo mucha gente que me ayudó a que todo nos fuera bien"

— Ernesto Valverde / Entrenador del Athletic

Pero, sobre todo, hablaron de fútbol. “Todo el mundo sitúa ya al Barça fuera de la Champions y esto aún no ha terminado”, comenta Valverde. “Yo veo al Barça muy bien. Se ha reforzado muy bien. Está jugando en la Liga a un nivel altísimo. Sí, perdió el clásico, pero ¿quién no pierde un partido? Ese es el problema del Barça, que todos las derrotas son un drama. Yo veo un equipo profundo que puede llegar muy lejos. Cierto, el Real Madrid está jugando muy bien, fácil y saca los partidos adelante con soltura, pero no es fácil ganarle al Barça, nada fácil”.

Foto de Ernesto Valverde, desde el bus del Olympiacos, de policias griegos, que protegían la llegada del equipo a un estadio en un día lluvioso.

Foto de Ernesto Valverde, desde el bus del Olympiacos, de policias griegos, que protegían la llegada del equipo a un estadio en un día lluvioso. / ERNESTO VALVERDE

Una cosa tiene clara Valverde si gana con el mismo gol con el que el Liverpool derrotó el otro día al City (saque del portero, control de Salah y gol) será feliz. Y si juega de maravilla pero, al final, en los últimos cinco minutos, se ve obligado a meter a sus 11 futbolistas bajo el larguero, lo hará. Y, si acaba ganando, también lo celebrará. “Si la gente analizase, de verdad, en serio, las cosas que llegamos a hacer nosotros con Johan (Cruyff), no sería tan dogmática sobre su manera de jugar a fútbol”. Palabra de fotógrafo. Y guitarrista.

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