DEL 1 AL 17 DE JULIO

España invoca el espíritu de BCN-92 en el Mundial de hockey femenino de Terrassa

Las 'Red Sticks' sueñan con colgarse el oro 30 años después del histórico gol olímpico de Eli Maragall

Gigi Oliva, capitana de España, que dejará la selección tras el Mundial.

Gigi Oliva, capitana de España, que dejará la selección tras el Mundial. / Real Federación Española de Hockey

Roger Pascual

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Hace 30 años la selección femenina de hockey hierba dio el golpe al colgarse el oro en Barcelona-92. Tres décadas después del milagro de las 'chicas de oro', España sueña con repetir aquella gesta en el Mundial femenino que empieza este viernes en el Estadi Olímpic de Terrasa. Tras ser bronce en el último Europeo y en el pasado Mundial, las 'Red Sticks' (su nombre de guerra) confían en que el aliento de la grada les permita encaramarse hasta la final del 17 de julio.

Las pupilas de Adrian Lock debutan este viernes a las 21.30 contra Canadá. Las españolas han quedado encuadradas en el grupo C con las norteamericanas, Argentina y Corea del Sur: el primer clasificado pasa directamente a los cuartos de final, el segundo y el tercero jugarán los octavos, mientras que el cuarto queda eliminado. El partido contra las albicelestes, cabezas de serie y unas de las grandes favoritas al título, será clave en la pugna por la preciada primera plaza.

En 1992, antes del histórico gol de Eli Maragall en la final olímpica, había solo 500 licencias de hockey sobre hierba en España. Pese a que hoy hay muchísimas más (15.000), sigue siendo un deporte minoritario. Está por ejemplo a años luz de las 251.000 que tienen Países Bajos, con el que comparten el Mundial (Amstelveen es la otra sede).

"Queremos hacer crecer el hockey"

“La gente quiere que ganemos. Y nosotros queremos hacerlo para crecer como deporte”, afirma Lock. El técnico asegura que está más motivado que nunca, no solo por intentar coronarse en casa sino además para aprovechar la oportunidad de animar a más niñas a coger un 'stick'. "Jugar en casa es lo mejor que puede pasarnos. La organización de este Mundial es increíble y estoy más ilusionado que en ningún otro torneo que haya jugado”.

Terrassa es la meca del hockey en España y jugar el Mundial en el Olímpic es doblemente especial para la vallesana Gigi Oliva. "Lo que siento jugando en casa es algo especial. Soy muy afortunada de jugar donde he crecido y me he enamorado del hockey. Quiero que vean que todo lo que construimos por este deporte es maravilloso".

El adiós de la capitana

Además de por ser el primer Mundial que se disputa en su Terrassa natal, el torneo tendrá un aroma diferente también por otro motivo: será la última competición con las 'Red Sticks' de la capitana, que acumula 261 internacionalidades. "Llevo 16 años en la selección y pienso que ha llegado el momento de dejar paso a las nuevas generaciones que llegan con mucha fuerza”, comentaba la mediocentro, de 31 años, al anunciar su adiós. “Cerrar este capítulo en casa y con un oro sería perfecto. Y creo que estamos capacitadas. Pero una cosa es tener esa confianza y otra el día a día del torneo y la presión que genera”.