Polémica: Entre la crispación y el señorío

Atlético-Real Madrid: Un derbi al fondo del pasillo

La polémica por la negativa rojiblanca a homenajear al campeón de Liga en el Metropolitano eclipsa un duelo que puede complicar enormemente el pase a Champions del Atlético

En el fútbol el primer precedente de pasillo data del 17 de mayo de 1970, cuando el Athletic honró al Atlético, campeón de Liga

Los jugadores del Atlético se entrenan en el Metropolitano.

Los jugadores del Atlético se entrenan en el Metropolitano. / @atleti

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En cierta ocasión una estrella mundial cuyo nombre no viene al caso, que ganó el oro olímpico, fue campeón del mundo, y había sido proclamado tres veces mejor jugador del planeta en su disciplina, me advirtió en unos Juegos Olímpicos: “Desafortunadamente hay futbolistas y deportistas”. Hace más de 20 años, pero ya llevaba razón entonces, y mucho más ahora.

 “El fútbol hace mucho que dejó de ser un deporte para convertirse en negocio”. Esta coartada la han utilizado en los últimos tiempos Real Madrid, Barcelona y, ahora, Atlético para desatender el señorío y la ejemplaridad que se les presupone como instituciones de referencia, que lo fueron en algún momento, en el campo y fuera, para alimentar un comportamiento impropio de deportistas. Una guerra de trincheras que ha provocado declaraciones como las de Giménez: “Felicitar al Madrid por el título. Realmente se lo merecen, pero nosotros respetamos mucho a nuestra afición”. ¿Qué tendrá que ver lo uno con lo otro? Hacer pasillo homenajea al que gana y al tiempo dignifica tu camiseta.

Peor aún ha sido el comunicado del club en el que se advertía literalmente: “Bajo ningún concepto el Atlético de Madrid va a colaborar en este intento de escarnio en el que se olvidan por completo los verdaderos valores del deporte y se fomenta la crispación y el enfrentamiento entre los aficionados”. Un absoluto despropósito. Actitud, por cierto, no es exclusiva del Atlético, porque Real Madrid y Barcelona también lo hicieron para no homenajear al rival. En diciembre de 2017 el Barça se negó a hacer pasillo al Madrid por su título en el Mundialito de clubes, señalando que “lo hacemos cuando nosotros participamos en la competición, y en este caso no estamos en ella. Meses más tarde, en mayo de 2018, fueron los blancos quienes no hicieron pasillo al Barça, campeón de Liga. Zidane se escudó en que los azulgranas no les homenajearon en diciembre para justificar el desplante. Se comenta solo...

Precedente bilbaíno

En el fútbol el primer precedente de pasillo data del 17 de mayo de 1970. El Atlético se proclamó campeón de liga y el Athletic, que fue subcampeón, se medía a los rojiblancos en el Vicente Calderón en Copa. Y los ‘leones’ que dirigía el británico Ronnie Allen honraron a los colchoneros con un pasillo en el que Iribar y Clemente aplaudieron a Aragonés, Gárate y demás. Señal de señorío de los bilbaínos con un Atlético que hoy lo califica de “intento de escarnio” y algo que “fomenta la crispación y el enfrentamiento entre los aficionados”. Se vuelve a comentar solo.

En otros deportes, como es el caso del rugby, el pasillo está instaurado como parte inherente al juego y su liturgia, y al acabar cada partido los dos equipos hacen pasillo al rival y le agradecen el ímpetu puesto en el juego, para luego compartir unas cervezas en el tercer tiempo. Un respeto al rival y al jugador que prima como valor supremo de este deporte de naturaleza amateur, lo que le impide cualquier comparación con el fútbol, deportes hermanos en origen.

Más allá de esto, el Madrid llega al Metropolitano como campeón de Liga y finalista de Champions. Sin nada más que jugarse que su prestigio, pero pudiendo complicar a los atléticos la clasificación para Champions la próxima temporada. La diferencia entre ambos en la tabla, de 20 puntos, retrata el desempeño de unos y otros esta temporada. Los de Simeone, que dispone de la plantilla más cara de la historia del club, muy pobre. El del Madrid, que tendrá muchos cambios en el once, superando las expectativas. Lo que está claro es que haya pasillo o no, este fútbol de trinchera y business seguirá metido en el túnel.