La Premier League aparta a Abramovich del Chelsea

Día nuevo y otro incendio en el suroeste de Londres, donde descansa Stamford Bridge. La crisis del Chelsea FC sigue estrenando episodios a medida que pasan las horas. El último, la descalificación por parte de la Premier League hacia Roman Abramovich, hoy todavía propietario de los ‘blues’, como directivo de la liga. Un movimiento que se une a otra noticia, adelantada por The Times el viernes, en la que confirmaba que varias tarjetas de crédito vinculadas con el club han sido canceladas por los bancos, temerosos ante tal incertidumbre.

La conclusión del panorama es evidente: la liga y el Gobierno inglés siguen empujando a Abramovich para que venda el club cuanto antes. Aunque, a efectos legales, por ahora no pueda. Las sanciones impuestas el pasado jueves al billonario impiden sobre el papel cualquier transacción con la propiedad del club. Sin embargo, fuentes del Gobierno británico han asegurado a la prensa inglesa que van a poner todo de su parte para que se pueda proceder. La intención sería aprobar una licencia especial para que, mientras las sanciones prevalecen, Abramovich pueda desvincularse del club con un único requisito: que no obtenga ni un centavo.

Esperando las propuestas

Cuando la Premier descalifica a un directivo, el efecto inmediato que pretende provocar es que el castigado en cuestión proceda a desvincularse del club. Sin embargo, Abramovich ya estaba en ello. El magnate delegó a la banca comercial americana Raine Group para que encontrara las mejores ofertas posibles. La fecha límite para presentar propuestas era el próximo martes 15 de marzo. Por lo que consta en Inglaterra, así sigue. El martes llegarán propuestas, y las más sólidas serán transmitidas al Gobierno de Inglaterra. 

Se espera que todo el dinero pagado para comprar el club de Londres, que estaría por encima de los 2.000 millones de euros, se destine a causas humanitarias. Las víctimas de Ucrania podrían ser el gran destinatario

“Si aparece un comprador, estaría a su disposición, o en la del club de fútbol, de consultar al gobierno si se pueden modificar las condiciones de la licencia en la que opera el Chelsea, y proceder a la venta del club”, confirmó Chris Philip, ministro de tecnología inglés, a Sky News. Se espera que todo el dinero pagado para comprar el Chelsea, que estaría por encima de los 2.000 millones de euros, se destine a causas humanitarias. Las víctimas de Ucrania podrían ser el gran destinatario.

Oferta norteamericana

Los bancos también aportaron su advertencia cancelando varias tarjetas de crédito a nombre del Chelsea. Fuentes del club matizan que no se han congelado sus cuentas, y que aún pueden mover dinero para cubrir las actividades permitidas: abrir el campo en día de partido y pagar los salarios de los empleados o los viajes del primer equipo. Sin embargo, hay muchas dudas sobre si el Chelsea podría sostener esta situación si se alarga varias semanas. Mantener la plantilla ‘blue’ cuesta 33 millones de euros mensuales en concepto de sueldos. Si no entra dinero en las cuentas de alguna forma, a medio plazo es insostenible.

La única salida posible para el Chelsea apunta hacia los Estados Unidos. El gobierno inglés ha asegurado que no permitirá que la propiedad caiga en manos de países con contextos políticos sospechosos. En la prensa inglesa se han mencionado China o Arabia Saudí como naciones en esta categoría. Ahora mismo, una oferta conjunta liderada por el suizo Hansjorg Wyss y el americano Todd Boehly, accionista de Los Ángeles Dodgers y Los Ángeles Lakers, es la gran favorita de la subasta.