La vuelta a casa del campeón de Australia

Nadal, tras hacer historia: "Para ser el más grande harán falta más de 21 Grand Slam"

El campeón mallorquín asegura que no le obsesiona seguir coleccionando grandes títulos sino sentirse vivo y, sobre todo, continuar disfrutando de lo que más le gusta: "Jugar a tenis"

"¿Qué me motiva para seguir entrenándome duro y compitiendo?, pues, simplemente, que soy un afortunado porque hago lo que más me gusta en esta vida", señala

Nadal

Nadal / EMILIO PÉREZ DE ROZAS

Emilio Pérez de Rozas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Decenas y decenas de niños, de jóvenes, procedentes de todos los rincones del mundo revolotean, se entrenan, juegan, compiten en las numerosísimas pistas de la Academia de Rafa Nadal, en Manacor. Nadie sospecha que, en la pista interior donde el reciente ganador del Open de Australia y ya récordman absoluto de Grand Slam, con 21 títulos, se celebra una conferencia de prensa para celebrar semejante conquista. Nadal, por supuesto, ha entrado por una puerta trasera y agradece a todo el mundo su presencia. Se le ve feliz, impecable físicamente y, sobre todo, muy orgulloso de haber logrado semejante reto. Ni que decir tiene que insiste una y otra vez en que “sabía que al viajar a Australia no figuraba entre los favoritos”.

Eso sí, puestos a ponerse en forma, no hay nadie como Rafa Nadal. Por eso, cuando llegó el momento, se sintió, no solo “físicamente vivo y feliz, sino dispuesto a agarrarme a la oportunidad que me ofrecía la final”. Ni que decir tiene, porque vienen repitiéndolo desde que alcanzó la cima del éxito, dejando, solo, un peldaño debajo a los no menos míticos Roger Federer y Novak Djokovic, que “conseguir el 22 Grand Slam en París, el 23 en Wimbledon, el 24 en EEUU, ni me quita el sueño ni me vuelve loco. Lo voy a repetir, sí, ya soy feliz, muy feliz, como estoy. Jamás pensé en tener una carrera así. Y, supongo que tanto Djokovic como Federer deben sentirse igual que yo”.

Sentirse vivo

Pese a todo eso, Nadal, por supuesto, que insistió más de una y dos veces que quería que se le interpretase bien (“es decir, quiero ser, al final de mi carrera, quien más títulos de Grand Slam atesore, pero eso no significa que viva, me entrene y compita pensando todo el día en ello, porque no es así”), está convencido que para pasar a la historia como el mejor “será necesario, me temo, conseguir más de 21 títulos de Grand Slam, así que, como me siento vivo, muy vivo, y mi pie parece que aguanta, voy a seguir compitiendo y entrenándome con ilusión para sumar más títulos”.

Rafa Nadal, en la conferencia de prensa de hoy en su Academia, de Manacor.

Rafa Nadal, en la conferencia de prensa de hoy en su Academia, de Manacor. / EMILIO PÉREZ DE ROZAS

Le preguntaron, en una lluvia de cuestiones de las que no rechazó ninguna, si le haría ilusión que el aeropuerto de Son Sant Joan, de Palma, pasase a llamarse Rafa Nadal. “¿Eso dicen?, no sé, no sé, oigo tantas cosas, pero si alguien lo ha pensado, si los que deciden esas cosas quieren que así sea y cuenta con la aprobación de todos, no creo que deba ser yo quien diga no, pero no tengo ni idea. Si es positivo para la isla, adelante”.

"Ganar o perder forma parte de la vida. Lo que más me motiva es poder seguir compitiendo al más alto nivel a mi edad"

— Rafa Nadal / Ganador del Open de Australia

Preguntado cómo se sintió al conseguir el punto de la victoria ante Daniil Medvédev. “En esos instantes no piensas, estás en un momento de concentración, tensión, nervios y agotamiento. Pero, al mismo tiempo, estar en la situación que estaba era un regalo increíble. Estaba nervioso antes de la final porque me estaba jugando algo importante. Otros años he llegado preparado, pero este año, no. He tenido muchos problemas, lesión, tuve la Covid y, la verdad, ha sido el triunfo más inesperado. He jugado con desparpajo, con máxima ilusión y con alegría. He jugado infinitamente mejor de lo que pensaba yo y cualquiera de mi equipo”.

Feliz con el público

Nadal dijo que descansará unos días y que no habrá celebración especial “pues no está aún el ambiente para fiestas”. Eso sí, contó que, tal vez, los próximos torneos sean Acapulco e Indian Wells. Y, en ese sentido, el mallorquín mostró su satisfacción por el hecho de que “la presencia del público ha sido algo que todos, todos, necesitábamos. Melbourne me ha hecho sentirme, en ese sentido, maravillosamente. El público ha sido siempre impresionante y, a nivel personal, me llevo una experiencia inolvidable. He podido disfrutar del deporte de máximo nivel, lo que, hace pocas semanas, era inimaginable para mí y los míos. He vuelto a entrenarme y competir al máximo nivel, durante cuatro semanas, contra los mejores jugadores y eso es maravilloso y muy gratificante. Fui cogiendo confianza para lograr mis objetivos que, al final, han sido el máximo posible”.

Ni que decir tiene que Nadal confirmó que la presión fue creciendo a medida que iba pasando rondas. “Claro cuando te metes en cuartos de final en un Grand Slam, pese a que vengas de dónde vienes, tienes una historia detrás, una estadística, la gente te ve jugando bien y empieza a pensar que puedes ganar el torneo. Yo me veía preparado para competir, porque me veía bien. Pero es una presión diferente a la de otros momentos, la presión era si podía aguantar físicamente y tenísticamente. A medida que el torneo va avanzando la presión avanza porque ves posibilidades de éxito”.

"¿Cuál es mi techo? ¡ni idea! Hace unas semanas solo soñaba con poder seguir jugando a tenis"

Y Nadal contó la final. “Sentí los nervios, no la presión, en las horas previas a la final. El inicio fue malo, aunque no jugaba mal. Momentos duros porque el partido va por muy mal camino. En el primer set, Medvedev fue mejor; en el segundo no me sentí inferior a él, pero físicamente no iba nada sobrado. Ese segundo set era importantísimo, tanto a nivel físico como mental. Cuando pierdo, es un mazazo muy duro porque perdí muchas oportunidades. Al final seguí, pero las circunstancias me permitieron meterme en el partido. El tenis, perdón, la manera de contar en el tenis te permite que, si no te alejas mucho, no sé 4-1, siempre tengas opciones de volver al partido. Y eso fue lo que hice en la tercera manga. Lo que quieres es no dejarte ir y no perder la concentración porque al más mínimo error te vas fuera. Australia tiene un significado especial porque en mi carrera es el torneo donde he sufrido más. A mi edad haber conseguido mi segundo título allí es muy importante. Cuando gané el tercero, empezó a cambiar todo”.

21 Grand Slam

Y, claro, llegamos al Grand Slam 21, perdón, a la colección, a la vitrina, al récord. “Repito, viajé a Melbourne sin pensar en ganar el 21. Llevaba seis meses sin jugar. Gano el primer torneo en Melbourne, la final la juego más o menos bien y es un paso adelante. A partir de ahí, hay varios momentos claves, con entrenamientos con los mejores jugadores del mundo, les juego de tú a tú, y en el tercer partido ante Khachanov doy un paso importante. Es un primer gran reto y lo supero con muy buenas sensaciones. Me planto en octavos y empiezas a respirar un poquito de otra manera. Luego sabes que está todo muy difícil, pero mis sensaciones eran muy buenas”.

Nadal recordó, claro, el duro proceso hasta llegar a Australia. Días buenos, días malos, días horribles, pero siempre, siempre, “entre en esta pista donde estamos haciendo la conferencia de prensa con buena actitud, con ganas de prepararme y, al final, se ha visto el resultado. Sí, sí, siempre hay que tener ilusión y creer, ¡claro que sí!, en todo en la vida. Se trata de sumar cada día, no de restar”.

Y, por supuesto, la estrella del tenis mundial volvió a repetir que “lo que me mantiene vivo, motivado, entrenándome y compitiendo con ganas es que hago lo que más me gusta, que es jugar a tenis. Disfruto de lo que hago, aunque sé que tiene fecha de caducidad. Sé que no es para siempre, pero mientras tenga la capacidad de seguir disfrutando, esa es mi ilusión. Ganar y perder es parte de nuestra vida, pero seguir compitiendo a mi edad, en los mejores estadios del mundo frente a los mejores tenistas del mundo, es lo que me ilusiona y me motiva”.

Nadal volvió, como siempre, como suele ser habitual en él, a agradecer a su familia y al equipo que lidera Carles Moyá todo el apoyo y ayuda que recibe de ellos. “No es un equipo, es casi mi otra familia. No son solo los profesionales que trabajan conmigo, son los compañeros y amigos que, al final, es lo que cuenta pues, especialmente en los momentos más duros, como han sido los últimos cinco meses, lo que necesitas es una mano amiga y ahí están siempre ellos”.

"La manera de contar del tenis te permite que, si no te alejas 4-1, siempre tengas una oportunidad para meterte en el partido de nuevo"

Sobre la cuenta atrás o adelante, sobre los 21 títulos coleccionados, Nadal repitió que ni sabe dónde está su techo, ni se lo plantea, no lo necesita. “No tengo ni idea de cuál es mi techo. Hace poco firmaba solo poder seguir jugando a tenis. Mi forma de verlo no ha cambiado. Repito, por supuesto que, al final de mi carrera, quisiera ser el que más títulos de Grand Slam tenga, pero eso no me obsesiona no serlo. No creo que 21 sean suficientes para terminar siendo el que más tiene. El futuro lo dirá, pero me siento un superafortunado de la vida. El debate de quién es el mejor lo entiendo porque genera afición, pero yo lo vivo de una manera distinta. Yo hago mi camino. Sigo con mi hoja de ruta y si eso me permite seguir, perfecto”.

Nadal está convencido de que su vida no cambia con 21, 22 o 23 títulos de Grand Slam. “Soy un afortunado y lo que quiero es seguir disfrutando de la competición”. Preguntado si piensa dosificarse debido a la lesión en el escafoides de su pie izquierdo, soltó: “¿Dosificarme más?, si me dosifico más, dejaré de ser tenista. No puedo jugar menos de lo que he jugado en los últimos dos años. Todo lo contrario, lo que quiero es jugar más si me siento bien fisicamente”.