El Barça perpetra otro ridículo en Lisboa

Cero puntos en dos jornadas. El Barça nunca había perdido los dos primeros partidos en la Champions en todas sus participaciones, y este registro histórico comportará consecuencias. Graves, naturalmente. La primera parece cantada. La destitución de Ronald Koeman, va acelerándose en cada derrota por su evidente responsabilidad. O por su inoperancia para evitar el negro destino que él mismo ha pronosticado al equipo que dirige.

El post partido del Benfica - Barça: otra nueva caída al precipicio europeo

Segundo partido y segunda derrota por 0-3. El Barça es colista del grupo E, y esa clasificación deja de ser anecdótica en cuanto se ve al equipo perpetrar otro ridículo europeo. Primero en casa ante el Bayern, difícilmente digerible pero asumido por la entidad del cuadro alemán; el de ayer en Lisboa, en un estadio de recuerdo tan lacerante (el 2-8, precisamente ante el Bayern), fue injustificable y señaló al entrenador por su mal análisis y peor gestión del duelo.

60 años después

El Barça volvía a perder con el Benfica 60 años después de la única vez, y la derrota de la final de Berna en 1961 precipitó una revolución con la marcha de media plantilla. Esta vez no hay tanto dinero para finiquitos. Lo poco que queda se destinará a la liquidación de Koeman.

La mala lectura de Koeman puede ser ya la sentencia definitiva del entrenador.

Salió perdiendo el Barça al campo, malgastando ya en el túnel de vestuarios el subidón de confianza del domingo. Encajó a los tres minutos un gol inconcebible, inadmisible, siendo como era una situación delicada. “Es complicado estar a la altura de los equipos muy importantes”, había repetido en la víspera, minusvalorando a la plantilla, que da la razón a su entrenador y se la puede quitar cuando conozca al sustituto.

En el segundo partido de la Champions repitió el once de la nefasta derrota ante el Bayern. Solo había un cambio, nimio: jugó Dest en lugar del lesionado Alba. Diferencia casi insignificante, entre el buen rendimiento del holandés en la izquierda y el extravío del catalán, huérfano de Messi y de un pase estereotipado durante una década.

Los jóvenes, al banquillo

Borró Koeman a Nico y Gavi (y a Mingueza y Coutinho) del equipo que barrió al Levante. Más allá de retirar a los adolescentes que tanto brillaron, alteró el funcionamiento orgánico del equipo al recuperar el esquema de los tres centrales y los cinco centrocampistas que solo ha utilizado una vez: sí, el desdichado día del Bayern. Igual pretendía demostrar que el problema del Barça no es solo el puñetero sistema. También su ejecución. Y el estado de los jugadores. Todo. Darwin Núñez se escapó con una llanura por delante, rota la línea del fuera de juego por Eric, su marcador, que se comió dos bicicletas, afrontando el uno contra uno sin ayudas –Piqué se lo miró de cerca sin cerrarle espacios-, y Ter Stegen se tiró tarde al suelo en el palo cercano.

El Barça repitió la alineación y el esquema del Bayern y fracasó de nuevo con idéntica derrota.

Con esa calamidad a cuestas se puso a jugar el Barça, lastrado en el marcador y el césped. Al gol le sucedió a continuación una excelente reacción del equipo en busca de un rápido empate que restituyera su ánimo a través de los hermanos De Jong: Frenkie las creó con sus llegadas desde atrás, rompiendo la última línea lisboeta y las malogró Luuk con su impericia en el remate, frustrando dos veces una doble ocasión.

No fue tanto una reacción del Barça como una concesión del Benfica, que cedió la cancha para jugar al contragolpe. Jugó Jorge Jesus con tres centrales, pero con tres puntas, para disfrutar del uno contra uno con la defensa azulgrana. La prontitud del gol impide asegurar si era la consigna tramada en el vestuario lisboeta. En todo caso, se siguió ese guion.

Frenkie de central

Rectificó Koeman en el descanso, tarde, cuando pudo hacerlo a la media hora al retirar a Piqué, mal y distante otra vez, además tarjeteado. Antes ya había cambiado a Araujo por Eric de lado. Introdujo a Gavi en un relevo que se prestaba al cambio del planteamiento táctico. Fue solo un movimiento de piezas, no de sistema: retrasó a Frenkie de Jong al puesto de Piqué atrás. Lo que se ganó por un lado, se perdió por otro. El Barça se quedó sin el mayor generador de ocasiones con sus penetraciones como segunda línea.

Intervino Jorge Jesus visiblemente ordenando que sus hombres presionaran más, y más adelante, para alejarse de su portero, que no cazaba una. Tampoco Ter Stegen, que salió una vez hasta el centro del campo y dejó la portería expuesta a Darwin Núñez, que chutó al poste. Pudo haber sido la sentencia. Solo fue un aviso, el anuncio de la catástrofe que se avecinaba.

FICHA DEL PARTIDO

BENFICA: Vlachodimos (4); Verissimo (5), Otamendi (6), Vertonghen (6 ); Lázaro (6), Weigl (6), Joao Mario (5), Grimaldo (6); Rafa Silva (7), Yaremchuk (5), Darwin (8).

Técnico: Jorge Jesus (7). Cambios:

Cambios: Gilberto (5) por Lazaro (m. 45); Almeida (5) por Grimaldo (m. 75); Taarabt (4) por Yaremchuk (m. 76); Pizzi (sc) por Rafa Silva (m. 86); Gonçalo (sc) por Darwin (m. 86). 

BARCELONA: Ter Stegen (4), Araujo (5), Piqué (4), Eric (3); Sergi Roberto (4), F. de Jong (6), Busquets (4), Pedri (5), Dest (4); L. de Jong (3), Memphis (5).

Técnico: Ronald Koeman (3).

Cambios: Gavi (5) por Piqué (m. 33); Ansu (5) por L. de Jong (m. 67) ; Nico (4) por Busquets (m. 67) ; Coutinho (4) por Pedri (m. 67): Mingueza (sc) por Sergi Roberto (m. 89).

Goles: 1-0, Darwin Núñez (m. 3); 2-0, Rafa Silva (m. 69); 3-0, Darwin Núñez (m. 79)

Árbitro: Daniel Orsato (4), italiano

Tarjetas amarillas: Piqué (m. 12), Otamendi (m. 33); Eric (m. 54 y m. 87); Rafa Silva (m. 56); Grimaldo (m. 62); Weigl (m. 72); Dest (m. 77)

Tarjeta roja: Eric (m. 87).

Estadio: Da Luz de Lisboa.

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