España se la juega en Kosovo con un ojo puesto en Grecia

La nefasta derrota sufrida en Solna contra Suecia obliga a la selección española a ir remolque de los escandinavos en una fase de clasificación para el Mundial de Qatar que se ha complicado más de lo deseado. La Roja se la juega esta noche (20.45 horas, La 1) en Pristina ante Kosovo con un ojo puesto en Atenas, donde juega su principal rival. A España le vendría de maravilla un favor de Grecia para volver a depender de sí misma. 

En una ruta en la que solo vale ser primera para asegurarse el billete para la Copa del Mundo, cualquier tropiezo se paga caro. España ya suma dos, el empate ante Grecia y la derrota contra Suecia. Un resbalón más sería letal. «El objetivo es ganar el partido. Dependemos de nosotros para jugar el Mundial. No es el canino fácil, pero dependemos de nosotros en la posible repesca», aseguró este martes Luis Enrique, que volvió a ser muy cuestionado tras el revolcón sufrido en Solna. La goleada ante Georgia en Badajoz (4-0) alivió las cosas, pero hay muchos críticos esperando cualquier nuevo fiasco.

"Valientes y agresivos"

El asturiano revolucionó su once el domingo y la medular carburó con Carlos Soler y Marcos Llorente como interiores. Aportaron mayor verticalidad y no se descarta que continúen en el equipo. Busquets, que tuvo descanso, volverá al once.

Jordi Alba arrastra alguna molestia, pero en principio está listo para jugar. «Hay que intentar abstraerse de todo lo externo y controlar lo que podamos controlar. Va a ser uno de los partidos más complicados. Me gusta cómo juegan, son valientes y agresivos. Merecen más puntos de los que llevan», avisó Lucho.

El conflicto político

España superó a Kosovo el pasado 31 de marzo en Sevilla (3-1) en un duelo marcado por la polémica, ya que se trata de un Estado no reconocido por el Gobierno español. En la cobertura de Televisión Española se habló siempre de la «federación de Kosovo» y se utilizó las iniciales de «ESP» para referirse a España y «kos» para el rival. 

«Aquí la atmósfera es perfecta, con gente educada. No hay ningún problema. Estamos para jugar y disfrutar del fútbol, no para hablar de política», reflexionó Luis Enrique, al que solo le preocupa lo que ocurra sobre el césped.