Bolsonaro confirma que la Copa América se celebrará en Brasil

• El Gobierno de ultraderecha asumió la organización del certamen a pesar de la alta tasa de muertes por covid-19

• La decisión ha provocado fuertes críticas de distintas fuerzas opositores y de especialistas en salud

El estadio de Maracaná

El estadio de Maracaná / Antonio Lacerda (Efe)

Abel Gilbert

Abel Gilbert

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Después de horas de suspenso, el presidente Jair Bolsonaro confirmó que Brasil organizará la Copa América que debe comenzar el 13 de junio. El jefe de Ministros, el general Luiz Eduardo Ramos, informó que los partidos se llevarán en principio a cabo en los estados de Río de Janeiro, Mato Grosso, Goiás y el Distrito Federal, Brasilia.

"¡Coherencia ganada! El Brasil que alberga los partidos de la Copa Libertadores, la Sudamericana, por no hablar de los torneos estaduales y las ligas nacionales, no podría darle la espalda a un campeonato tradicional como este". Los encuentros se disputarán sin público. Curiosamente, San Pablo, la región más poderosa del país, ha quedado fuera del certamen.  El gobernador estadual, João Doria, rechazó la posibilidad de apoyar la iniciativa gubernamental después de escuchar las recomendaciones de los sanitaristas.

Brasil se hizo cargo de la Copa América después de que Colombia y Argentina, el primer país por la crisis política y, el segundo, debido a la difícil situación sanitaria, decidieron abandonar la condición de organizadores.

Bolsonaro aceptó de inmediato una petición de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) de encargarse del torneo regional. La decisión adoptada por el Gobierno de ultraderecha ha provocado fuertes críticas de sectores de la oposición y especialistas en salud. Brasil se acerca a los 470.000 muertos por covid-19. Los contagios crecen exponencialmente y en varias regiones se está al borde del colapso hospitalario.

Reacciones contrarias

La Conmebol, como se conoce a la federación sudamericana de fútbol, no tuvo más palabras amables para el capitán retirado. "Es momento de agradecer al presidente Jair Bolsonaro, a su equipo y a los gobiernos locales de los distintos estados que acogerán la competición".

"La Copa América es una polémica innecesaria en estos momentos, además de inoportuna", dijo por su parte el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira. A su criterio, "podría haberse pospuesto para fin de año, o incluso el próximo año". Para Lira, la decisión debió ser tomada por "personas responsables".

Ricardo Lewandowski, integrante del Tribunal Supremo, le ordenó al Gobierno que brinde información sobre el modo en que encarará el certamen en medio de una pandemia. El ministro formuló la petición después de que el Partido de los Trabajadores (PT) sostuviera que Bolsonaro había tomado una medida "irresponsable e inconstitucional". El PT pidió a la justicia que impida al Gobierno firmar contratos y protocolos con la Conmebol o la CBF para facilitar la celebración del campeonato. La Copa, añadió la formación de Luiz Inacio Lula da Silva, "va en contra de los esfuerzos de la sociedad brasileña para contener la pandemia".

Distintos analistas coinciden en que Bolsonaro necesita del certamen para recobrar parte de su popularidad perdida, en momentos que una comisión parlamentaria evalúa el desempeño del Poder Ejecutivo durante la crisis sanitaria.  

El diario paulista Folha recordó que, a fines de mayo de 1919, la selección brasileña ganó el Campeonato Sudamericano, ahora conocido como Copa América, luego de disputar la final con Uruguay. La competición, que trajo el primer gran título al fútbol brasileño, estaba programada para el año anterior, pero se pospuso debido a la grave crisis de salud provocada por la llamada "gripe española", mató a millones de personas. Más de un siglo después, "Brasil vuelve a estar en el centro de una discusión sobre competición deportiva y una grave crisis de salud".