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Brasil no confirma que se hará cargo de organizar la Copa América después del abandono de Colombia y Argentina

Brasil tiene 462.000 muertos por covid-19 pero Bolsonaro presionó personalmente para quedarse con la sede del certamen.

Sin embargo, el Gobierno de ultraderecha todavía no ratificó sus aspiraciones, tras la deserción de Argentina.

Sede central de la Conmebol en Luque (Paraguay).

Sede central de la Conmebol en Luque (Paraguay). / EFE

Abel Gilbert

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La decisión de Brasil de organizar la Copa América de fútbol que debe comenzar el próximo 13 de junio ha quedado en suspenso. El ministro de la Casa Civil, Luiz Eduardo Ramos, dijo en la noche del lunes que la situación no se ha definido aún. "No hay nada concreto. Estamos en medio del proceso, pero no rehuiremos una demanda, si es que es posible atenderla", para sorpresa de los medios de prensa.

"Este evento, si se lleva a cabo, no tendrá público". Los jugadores de las diez selecciones "deben estar vacunados", así como "los integrantes de cada delegación". Señaló a su vez que corresponderá a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), negociar directamente con los estados y municipios cuál será la sede del torneo.

A Folha de San Pablo no le pasó por alto que las palabras de Ramos "contradicen" el anuncio de la federación sudamericana, la Conmebol, según la cual "el mejor fútbol del mundo traerá alegría y pasión a millones de sudamericanos". La entidad había agradecido al presidente Jair Bolsonaro y a su equipo, así como a la CBF por "abrir las puertas de ese país". Sin embargo, la ratificación brasileña está por ahora en el aire.

De acuerdo con el diario carioca O Globo, Bolsonaro intervino directamente para que Brasil se hiciera cargo del certamen, al igual que en 2019, cuando el país anfitrión se coronó campeón. El capitán retirado "ve que el rechazo a su figura aumenta a medida que crece el número de muertos por la pandemia". Brasil ya supera los 460 mil fallecidos. El sábado, el presidente fue blanco de manifestaciones en varias ciudades del país.

El espejo argentino

Hasta la entrada en escena de Brasil, primero Colombia y luego Argentina, eran los encargados de realizar el torneo. El primer país renunció a la organización como consecuencia del estallido social que ha provocado más de 50 muertos. Argentina dio un paso al costado debido a los efectos de una pandemia que ha provocado más de 77.000 muertos por covid-19. La situación sanitaria brasileña está lejos de ser mejor: han perdido la vida por el virus más de 462.000 personas y los casos positivos se acercan a los 15 millones. Las unidades de cuidado intensivo en los hospitales están cerca de la ocupación máxima.

La situación brasileña dista de ser mejor. Las infecciones crecen día a día. "Es una situación absurda e irresponsable. El campeonato está programado para cuando el país esté llegando al rango de 500.000 vidas perdidas", dijo Leonardo Weissmann, especialista en enfermedades infecciosas del Instituto Emílio Ribas y consultor de la Sociedad Brasileña de Infectología (SBI).

"Bolsonaro, la Conmebol y la CBF quieren organizar la Cova América", señaló Juca Kfouri, columnista de Folha, en alusión al virus. "Difícil de encontrar la mejor definición: ¿burla, descaro, provocación, locura o simplemente crimen? ¿Cómo definir el acto repugnante de aceptar ser sede de un torneo en Brasil que colombianos y argentinos estaban dispuestos a abandonar a pesar de tener todo listo para recibirlo?", se preguntó. "Ya no se trata de un juicio político, sino de una interdicción por parte de una junta de psiquiatras. No hay nada, absolutamente nada que justifique otra edición de la Copa América en Brasil desde el punto de vista deportivo, pero eso ni siquiera vale la pena discutirlo".

En la actualidad, una comisión parlamentaria investiga las responsabilidades del Gobierno de ultraderecha en la crisis sanitaria.