En Directo

LEVANTE UD 3 - 3 FC BARCELONA

El Barça tira la Liga otra vez

.El once de Koeman desperdicia dos goles de ventaja tras el descanso y se muestra incapaz de gestionar el marcador a favor con el 2-3

El cuadro azulgrana ofrece un lamentable ejercicio defensivo y se revela sin oficio ni liderazgo

El post partido del Levante - Barça: empate y se acabó

Joan Domènech

Joan Domènech

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ni obtuvo el liderato real ante el Granada en una ignominiosa derrota, ni se lo ganó el Barça, aunque fuera ficticiamente, por unas horas, en la visita al Levante. La llama de la ilusión por la Liga, por el doblete, frágil, se apagó con un leve soplido, después de un empate tan sonrojante como el tropiezo de la pasada semana, a no ser que el Atlético, que juega hoy ante la Real Sociedad, y el Real Madrid, mañana en Granada, quieran acompañar a su ilustre amigo por la senda de la mediocridad en la Liga de los errores (y los errores).

Apagó esa llama el propio Barça con una calamitosa actuación, otra más. Cerró la primera mitad con 0-2 ante un rival al que ni le iba ni le venía y malogró esa ventaja en tres minutos dejándose empatar, sin saber gestionar el partido como se espera de un equipo con hechuras. En el esprint final nadie reclama exhibiciones ni virtuosismo, sino oficio. Y al Barça, precisamente, no anda sobrado. Cuando recuperó el mando del partido, y de la Liga, la volvió a entregar.

Messi, preparado para irse   

Pitó el árbitro y Messi ya estaba en la línea de banda para marcharse del campo, avergonzado de lo que vio y seguramente consigo mismo, de su participación, tan influyente al marcar al primer gol como con una pérdida impropia que generó otro del Levante. El capitán se fue dejando atrás a los demás.

Piqué, cabizbajo tras la conclusión del partido.

Piqué, cabizbajo tras la conclusión del partido. / Biel Aliño / Efe

En el remodelado campo donde el Barça cantó el alirón en 2005 con Rijkaard y en 2011 con Guardiola, el de Koeman ni siquiera honró a sus predecesores con una victoria, que era lo mínimo. Quedan restos de aquel Barça campeón, envejecidos y peor acompañados, sin la fuerza necesaria ni la misma ambición, lastrada por una generosa era de títulos.

Claras ocasiones de Pedri

Estiraron al equipo jóvenes hambrientos como De Jong y Pedri, protagonistas destacados del gran inicio azulgrana. El canario dispuso de dos ocasiones clarísimas (minutos 1 y 4), que desperdició, sin disculpa posible a no ser que se tome como atenuante la juventud. Acertó a la tercera, a portería vacía. Después del genio, cómo no. Puede suceder que Messi no conquiste la Liga, pero no dejará de conquistar un Pichichi que merece llevar su nombre.

La cita límite ante el saneado Levante, salvado y entregado a la dulce vida hasta que selló la permanencia definitivamente empatando ante el Alavés, no encerraba la dificultad añadida de un adversario hipermotivado, ni envalentonado por su racha ni necesitado de puntos. No arañó el cuadro granota, que se recostó a verlas venir, sin rechazar la invitación a divertirse.

Decidido a morir con los mejores, sus elegidos, Koeman quiso agitar al equipo y sacarle de encima el muermo que fue el sábado por la tarde. Carente de futbolistas distintos, singulares, fiables sobre todo, escogió como revulsivo a Dembélé. Reforzó esa voluntad agitadora colocándole en la banda derecha, en lugar de Dest; es decir, de lateral-extremo. Araujo desbancó a Mingueza. La única tacha del uruguayo fue comerse un amago de Bardhi.

Messi, incapaz de comprender el resultado adverso.

Messi, incapaz de comprender el resultado adverso. / efe

Disciplinado, en fase defensiva, Dembélé se alineaba con los tres de atrás (también Alba, con lo que eran cinco en la última línea), pero con el balón pretendía ser el delantero que es. Flojeó Dembélé en defensa, flojeó Sergi Roberto después y terminó flojeando Dest.       

Pudo contar Koeman con Busquets, cuya desaparición ante el Atlético se acusó durante una hora, hasta que el equipo decidió eliminar el centrocampismo en los últimos minutos. Jugó con máscara protectora, lo que no limitó sus acciones. Busquets solo usa la cabeza para pensar. Tocó la pelota una vez con la cabeza y le molestó la máscara: la segunda vez, ni la tocó en una jugada que pudo suponer el 0-3.

Inexplicable defensa

Pero el 0-2 parecía una ventaja suficiente por el dominio que ejercía el Barça y la apatía del Levante. Y no. Al once de Koeman no le bastaron dos goles de ventaja para encarar con tranquilidad la segunda fase. Salió confiado tras el descanso y en tres minutos vio perder la preciosa renta por una inexplicable e injustificable laxitud defensiva. Donde no hay ningún joven, por cierto. Donde se juntaban Sergi Roberto, que había entrado por el lesionado Araujo, Piqué, Lenglet y Alba. Cuatro internacionales. El miedo, sin embargo, se había instalado en las filas azulgranas; lejos de retomar el hilo recuperando el balón, escondiéndolo, se puso a defender su renta. A hacer lo que no sabe ni ha sabido nunca.

FICHA DEL PARTIDO

 Levante: Aitor (5); Miramón (6), Vezo (5), Duarte (4); Toño (6); De Frutos (6), Pier (6), Melero (7), Bardhi (5); Roger (6), Morales (7).

Técnico: Paco López (6).

Cambios: Malsa (5) por Duarte (m. 61); Dani Gómez (5) por Bardhi (m. 61); Coke (sc) por Miramon (m. 74); Sergio León (sc) por Roger (m.74); Giorgi (sc) por Morales (m. 88).

Barcelona: Ter Stegen (4); Araujo (5), Piqué (4), Lenglet (5); Dembélé (5), De Jong (7), Busquets (6), Alba (5); Messi (6), Pedri (5); Griezmann (4).

Técnico: Ronald Koeman (6).

Cambios: Sergi Roberto (4) por Araujo (m. 46); Mingueza (sc) por Pedri (m. 73); Dest (sc) por Dembélé (m. 80); Braithwaite (sc) por Griezmann (m.80); Riqui Puig (sc) por S. Roberto (m. 85).

Goles: 0-1 (m. 25), Messi; 0-2 (m. 33), Pedri; 1-2 (m. 57), Melero; 2-2 (m. 60), Morales; 2-3 (m. 64), Dembélé; 3-3 (m. 84), Sergio León.

Árbitro: Munuera Montero (6), andaluz.

Tarjetas: De Frutos (m. 21), De Jong (m. 76), Morales (m. 78), Lenglet (m. 89).

Estadio: Ciutat de València.