DE LO SUEÑOS DE LA F-1 AL KARTING

Jaime Alguersuari, el DJ que regresa a las carreras

El expiloto de Toro Rosso, de 31 años y figura de la música electrónica como DJ 'Squire', ha decidido probarse, de nuevo, en el Europeo y Mundial de karting

Tras probarse en el circuito que Sete Gibernau tiene en su casa ha sido fichado por uno de los mejores equipos del karting y acelera su preparación en el Vendrell

Jaime Alguersuari, el DJ que regresa a las carreras

Jaime Alguersuari, el DJ que regresa a las carreras / ALEJANDRO CERESUELA

Emilio Pérez de Rozas

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Es posible que el miércoles, mientras corría como un descosido por Cala San Vicente, de Ibiza, machacándose en busca de su mejor forma, de aquel físico privilegiado de los años 2009, 2010 y 2011 en que fue piloto de F-1 en el equipo Toro Rosso, de Red Bull, en sus oídos retumbase una de sus composiciones. Tal vez, sí, Organic Life.

Es más que probable que esa música, que él pretende tenga un toque “hiptónico”, es decir, de sueño artificial, con gotas o notas “mágicas y románticas” surgidas de su mesa de mezcla, sea vital, también ahora, para intentar conseguir su próximo reto, el más inmediato: bajar cinco kilos y pelear por ser uno de los mejores pilotos del karting. Bueno, o volver a intentarlo.

Es más que cierto que hacía ya mucho tiempo que Jaime Alguersuari Escudero (Barcelona, 23 de marzo de 1990) había olvidado el estruendoso sonido de aquel Toro Rosso STR6, con motor Ferrari, con el que se despidió, aún no sabe cómo ni por qué, tras 46 grandes premios, 31 puntos (nadie logró tantos puntos con un Toro Rosso hasta que, luego, llegaría Max Verstappen) y 12.123 kilómetros a casi 300 kms/h.

Un mundo apasionante

Porque también hacía mucho tiempo (y de todo ello se acordaba mientras sudaba a litros en Cala San Vicente) que lo único que le interesaba era el sonido dulce, agradable, ‘beach’ de sus composiciones, firmadas como DJ ‘Squire’, un apodo que no es extraño al mundo de la música: Escudero en inglés, el apellido de Carmen, su madre.

Jaime, que, en el 2019, escribió un libro titulado ‘Reinvéntate’, que no se sabe si fue de autoayuda o de gratitud a la vida, a su arrojo, a su atrevimiento, para pasar de ser un elegido para la gloria a alguien que debía buscarse trabajo y saber qué hacer de su enorme juventud y energía, ha decidido, después de ser examinado por su amigo, o amigo de su padre, Sete Gibernau, intentar volver a ser piloto.

Jaime Alguersuari, pilotando su KZ-1, hoy, en el karting del Vendrell.

Jaime Alguersuari, pilotando su KZ-1, hoy, en el karting del Vendrell. / ALEJANDRO CERESUELA

Pero piloto de karting, que es aquello que fueron todos los campeones y los miles que no lo han sido, en sus inicios. Todos, hasta el mítico Michael Schumacher, vuelven, incluso campeones, a correr en el karting, rozando, ahí sí, su culo por el asfalto, sin protección, sin carenado, a puro chasis y acariciando el viento.

Jaime vuelve (miente cuando dice que no quiere volver a ser piloto) porque la pandemia, el Covid, el puto virus, le ha dejado sin trabajo, sin conciertos, sin viajes, sin divertirse y sin hacer que la gente se divierta. Vuelve porque, no hace mucho, se fue al circuito que Sete tiene en su casa de la Costa Brava y tuvo la sensación de que aún era veloz. O lo parecía.

Prestaciones de monoplaza

Vuelve porque cuando ha levantado la mano y ha insinuado en el que antes era su mundo, el de las carreras, que quiere correr el campeonato de Europa e intentar acabar en el podio en la carrera que, en verano, decide el Mundial de KZ-1, la auténtica F-1 del mundo del karting (los KZ-1 llegan a alcanzar los 180 kms/h.), los tres mejores equipos del campeonato se han peleado por ficharle. Y, al final, lo ha logrado el ‘team’ italiano CRG, uno de los buenos.

“Cómo puedo explicarlo, veamos, para que no suene pretencioso, ni pomposo”, comenta Jaime desde el karting del Vendrell donde ha empezado a entrenarse duro (lunes y martes lo hará en otra pista de Milan). “Yo fui entrenado, preparado, educado, programado para intentar ser, para ser, campeón del mundo de F-1, sí, como todos los jóvenes que entran, que son escogidos por el doctor Helmut Marko, responsable de la escuela Red Bull de F-1. Equipo, coche y yo. Pero aquello no resultó. Y punto. No le demos más vueltas, por favor. El problema es que, al salir de allí, no encontré nada que me motivara, que me llenara, pese a probar la Fórmula-E o los GT, experiencias estupendas, pero…no, no era lo mío”.

Cita en Suecia

Y Jaime, que quiere recuperar "aquella pasión de vivir" de su juventud, tuvo que reinventarse. Y lo hizo de la mano de la música, un sector, un ambiente, un espectáculo y, sí, un negocio en el que la creatividad, lo artístico, lo técnico cuenta mucho, lo es todo. A ‘Squire’ le iba la vida de maravilla, no solo con sus composiciones, que podéis oír en la plataforma Spotify, sino con los conciertos y colaboraciones que ha hecho, que sigue haciendo (aunque menos) con numerosos artistas europeos y americanos. “Pero la pandemia nos ha afectado más que a nadie, perdón, perdón, más que a nadie, no, como a todos. Nos hemos quedado sin aliento, sin conciertos, que era, es, nuestra vida. Y, antes de que el Titanic acabe hundiéndose en mi cabeza, he decidido ponerme a prueba en el karting”.

Nada que no experimentase con 15 años, menos kilos, menos músculos, misma inspiración y pasión. La cita es, a inicios de septiembre, en Kristianstad, Suecia. Un montón de jabatos y este ilusionado treinteañero. Que se preparen, aquel ‘toro rosso’ está de vuelta.