A POR LA GRAN GESTA

Rachael Blackmore, la cenicienta del Grand National

La yoqueta irlandesa, de 31 años, quiere convertirse en la primera mujer que gana la famosa y popular carrera de obstáculos, en sus 182 años de historia.

Esta hija de un granjero y una maestra de escuela intentará que su purasangre Minella Times, segundo favorito en las apuestas, dé la campanada.

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yoqueta / GETTY

José I. Castelló

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Rachael Blackmore lleva tantas carreras ganadas este año que hace unas semanas tuvo un sueño: se atrevió a imaginar que se convertía en la primera mujer en ganar el Grand National en los 182 años de historia. Un deseo que este sábado (18.15 horas) puede hacerse realidad en el hipódromo de Aintree (Liverpool) si la yoqueta irlandesa es capaz de imponerse en la carrera de obstáculos más famosa, épica y varonil que se celebra en el mundo entero.

Hay motivos para creer que Rachael, de 31 años, logre el hito hípico de acabar con la hegemonía masculina de esta legendaria carrera. Su actuación hace un mes en el prestigioso mitin inglés de Cheltenham, logrando seis triunfos y el premio al mejor jinete, generó tal revuelo mediático que ahora acude a Aintree sin ningún tipo de complejo. "Como hacen mis rivales, yo también me he permitido soñar con el triunfo. Eso sí, he tratado estos días de no pensar demasiado en esto", ha afirmado ella.

Los rivales, o sea los jinetes, serán 37 hombres y dos mujeres. Todos experimentados pilotos, con mil y una batallas en el cuerpo, que intentarán privar que esta superestrella hípica capte los flashes del triunfo y los mejores titulares, algo habitual cuando se trata de una de las competiciones mundiales que más atracción despierta, no solo por los espeluznantes obstáculos y las caídas de los participantes, sino por las cifras que mueve, con 350 millones de euros en apuestas, una de cada tres realizada por una mujer, y unos 600 millones de espectadores de audiencia.

Apoyo en las apuestas

Rachael, hija de un granjero y una maestra de escuela, montará al purasangre Minella Times, segundo favorito de las apuestas por detrás de Cloth Cap, y que hace unas semanas no se encontraba entre los 20 primeros candidatos al triunfo. Según David Stevens, Relaciones Públicas de la casa de juego Coral Beat, el cambio de opinión de los jugadores se debe a que "respaldan a ella porque vista su exhibición en Cheltenham quieren que ahora haga historia en la carrera más importante del mundo". Un apoyo generalizado que reconoce la valentía que tiene esta chica, de 1,57 metros y 55 kilogramos de peso, cada vez que pone a su caballo a 55 kilómetros por hora para saltar vallas y zanjas de hasta casi dos metros.

Ella espera no desaprovechar la ocasión para hacer historia. Además de contar con la experiencia de haber afrontado en dos ocasiones los 7,2 kilómetros de distancia y 30 saltos de la carrera —en 2018 cayó en el obstáculo 15 y en 2019 acabó en el décimo puesto—, su ejemplar de este año pertenece a una de las cuadras más poderosas del universo de las carreras de obstáculos: la escudería del magnate John Patrick McManus, antiguo dueño del Manchester United, y cuyo entrenador es el irlandés Henry de Bromhead, un exitoso preparador a quien le falta en su currículo ganar esta gran carrera.

10 minutos apasionantes

El desafío de Aintree contará este año con las gradas vacías debido al covid y durará unos 10 minutos, el tiempo que invierten aproximadamente todos los ejemplares que llegan a meta sin haberse tropezado en una valla o desplomado del esfuerzo. El año pasado ni eso, ya que no se celebró por la pandemia, hecho que obligó a que Rachael, que se juega la vida en cada carrera por 130 euros, aprovechase su tiempo libre como representante del centro comercial Kildare Village para promover la presencia de la mujer en el deporte irlandés.

Ahora, si ella acaba ganando, no solo mejorará el tercer puesto que logró su compañera Katie Walsh en 2012, sino que hará historia y dará un paso más para reivindicar los logros femeninos en todos aquellos deportes que pueden competir ambos géneros y donde sigue imperando una manifiesta desigualdad. "Entiendo perfectamente que mis triunfos causen revuelo entre la gente porque este deporte está dominado por hombres", reconoce. Como sucede en el Grand National, al menos hasta el momento.

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