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FC BARCELONA 3 - 0 ELCHE CF

El Elche aguantó al Barça hasta que quiso Messi

El equipo azulgrana despertó en la segunda parte agarrado, de nuevo, al argentino, autor de dos de los tres goles

Messi lidera el triunfo azulgrana

Messi lidera el triunfo azulgrana

Marcos López

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Hasta que Messi quiso. Cansado como está el capitán de todo lo que sucede a su alrededor decidió alterar el sombrío paisaje de un Barça moribundo. No solo porque rubricó los dos goles iniciales sino porque eligió a Braithwaite, el anónimo nueve azulgrana, como compinche, con Trincao garabateando regates geniales, que terminaban siempre de mala manera. Tras una vergonzosa primera parte, llegó la reacción en la segunda para liquidar, ahora sí, con la autoridad que se le exigía un encuentro que invitaba a la depresión más absoluta.

El post partido del Barça - Elche: hasta que Messi quiso

El post partido del Barça - Elche: hasta que Messi quiso. / Zeta Media Lab

Tuvo la dignidad, al menos, de reaccionar en la segunda parte, coincidiendo con el cambio de sistema de Koeman, irritado como estaba el técnico por el desastre protagonizado por sus jugadores. Hasta que Messi quiso. Con un acelerón que permitió al Barça salvar otra mala noche.

Tras unos pésimos 45 minutos iniciales, el Barça reaccionó gracias a la eficacia de Leo: primer disparo a puerta, 1-0

Era el partido de cada semana. Aburrido, triste, solitariamente triste. Empezó como siempre. ¿Cómo? Con un grosero error defensivo del Barça que dejó a tres jugadores del Elche, ¡sí, tres! dentro del área de Ter Stegen con posibilidad de rematar tranquilamente. Al final, disparó Lucas Boyé por encima del larguero provocando el susto de cada tarde / noche. A pesar de las rotaciones ordenadas por Koeman, nada cambió. Todo continuaba igual. Igual de triste e igual de aburrido. No hay manera de que el Barça sea alegre, dinámico, atrevido y profundo. 

Todo olvidado

No estaban Lenglet, ni tampoco Dembélé. Ni rastro de Griezmann. Pero el juego era plomizo, eternamente plomizo porque no había regate ni desequilibrio. Solo un juego plano, lamentablemente plano. El Elche vivía con sosiego como la noche se apoderaba de un fantasmagórico Camp Nou, donde los bostezos se podían escuchar con absoluta claridad.

Messi y Braithwaite festejan uno de los goles del argentino al Elche en el Camp Nou.

Messi y Braithwaite festejan uno de los goles del argentino al Elche en el Camp Nou. / Jordi Cotrina

Trincao empezó con energía y generó peligro. Suyas fueran las dos primeras ocasiones de gol. Y las únicas en los primeros 45 minutos. Hasta Messi quedó contagiado de ese ritmo lleno de desidia donde el Barça dañaba su mirada con el desastroso fútbol que practicaba. O intentaba. En realidad, no hacía nada de nada. El capitán se marchó al vestuario sin haber tirado ni una sola vez a puerta. ¿Braithwaite? Lleva el nueve en la camiseta, pero nadie lo diría porque ni pisó el área del Elche, obligado a tantas tareas (seguir al lateral, aparecer como delantero centro, presionar…) que no hacía ninguna bien.

A Braithwaite no se le vio en la primera parte. En la segunda, en cambio, regaló dos asistencias de gol: una a Messi, otra a Jordi Alba

Luego, eso sí, el delantero danés se redimió en la segunda parte, colocado por Koeman en el centro del ataque, repartiendo asistencias de gol. A Messi, con un gran taconazo, en el 1-0 y luego a Jordi Alba, en el 3-0, con un preciso cabezazo de Braithwaite. Parecían que iban andando. Y es que iban caminando. De repente, todo lo construido en las semanas anteriores ha terminado olvidado. No es cuestión de sistema ni siquiera de pizarra.

Koeman y Schreuder, su ayudante, durante el Barça-Elche en el Camp Nou.

Koeman y Schreuder, su ayudante, durante el Barça-Elche en el Camp Nou. / Jordi Cotrina

Había pedido Koeman que los veteranos sacaran “las castañas del fuego”. No elevaron la voz las vacas sagradas. Se quedaron mudos. Tampoco los jóvenes siendo absolutamente desesperante y vergonzoso el juego de un equipo en un estadio vacío y sin alma. Como el propio Barça, errático y perdido a tal extremo que ha perdido incluso la dignidad. No defiende su nombre ni lo que fue en su día.

Agitar al equipo

Se olvidó de jugar a fútbol. Perdido el espíritu y el vigor tras 10 días trágicos (Sevilla, Paris SG y Cádiz ) no se encontró en una patética primera mitad. Tanto caos provocó que Koeman, que intentó sin éxito agitar a un grupo insípido que desprende un aire burocrático y funcionarial que lo aleja, cada día que pasa, de su gente. Como si no apeteciera ya ver al Barça. O lo que dice llamarse Barça. 

Despertó el Barça tras el descanso cuando Koeman cambió el dibujo táctico y apeló a la emoción de un equipo que estaba insípido

El Elche, que no se encerró tanto atrás como el Cádiz, ni sufría. No había pasión alguna en los azulgranas. Ni rebeldía. Ni síntomas de sentir el oficio que llevan practicando desde que eran niños en busca de un sueño. Luego, se desmintieron a sí mismo.

Tiró, todo hay que decirlo, 45 minutos a la basura. Tal cual. No, no es ninguna exageración. Primera medida de Koeman. Quitó a Pjanic, plano e irrelevante como todos, y colocó a Dembélé en el campo. Abandonó el 4-3-3 singular que empleó en la primera mitad y colocó dos extremos abiertos (Trincao por la derecha; Dembelé por la izquierda) dejando a Frenkie de Jong y Pedri como medios centros.

Primer disparo, primer gol

A los tres minutos de la reanudación, llegó el gol de Messi. Primer disparo a puerta del capitán, primer tanto, con la necesaria aportación de Braithwaite, ahora ya sí colocado como puro nueve. Tras la bronca, que tuvo que existir en el descanso, era obligación del técnico, algo cambió en la segunda parte. De pronto, dejaron de caminar. Y corrieron.

Messi marca el 2-0 al Elche en el Camp Nou.

Messi marca el 2-0 al Elche en el Camp Nou. / Jordi Cotrina

Con un poco de velocidad pareció que volaban. Pero era una falsa impresión. Al menos, tenían la voluntad de competir conscientes de que la Liga se les escapaba, como ya se le escapó ante el Cádiz. Partido perruno el que firmó el Barça, donde Koeman desandó el camino colocando luego a Busquets, a quien también había dado descanso inicial, para rescatar el 4-3-3, con Dembélé cambiando de banda: de la izquierda a la derecha.

A partir de ese momento, con Pedri, capaz de recuperar hasta nueve balones, gobernando el partido con tal autoridad que intervino en el origen de dos de los tres goles, apareció la calma que necesitaba el Barça. Y Koeman. En 25 minutos, tres tantos y encuentro liquidado. Sevilla aguarda, primero en el Sánchez Pizjuán; luego en el Camp Nou. Con la Liga y la Copa en juego. Eso serán palabras mayores.

Ficha técnica del Barça - Elche (3-0)

BARCELONA: Ter Stegen (5); Mingueza (6), Piqué (6), Umtiti (5), Alba (7); De Jong (7), Pjanic (5), Pedri (8); Trincâo (6), Messi (8), Braithwaite (7).

Técnico: Ronald Koeman (6).

Cambios: Dembélé (5) por Pjanic (m. 46); Busquets (6) por Trincâo (m. 66);Griezmann (5) por Braithwaite (m. 76); Lenglet (5) por Piqué (m. 76); Dest (6) por Alba (m. 76).

ELCHE: Edgar Badía (6); Barragán (5 ), Verdú ( 5), Josema (4 ), J. Mojica ( 5); Cifuentes (5), Raúl Guti (4), Mfulu (5 ) Rigoni ( 4); Lucas Boyé (4), Pere Milla (6).

Técnico: Fran Escribá (5).

Cambios: Fidel (4) por Cifuentes (m. 60); Tete Morente (4) por Rigoni (m. 60); Nino (5) por Lucas Boye (m. 72); Carrillo (5) por Pere Milla (m. 72); Luismi (sc) por Mfulu (m. 81).

GOLES: 1-0 (m. 47), Messi; 2-0 (m. 69), Messi. 3-0 (m. 73), Alba.

ÁRBITRO: Díaz de Mera (6), castellano-manchego.  

TARJETAS: No hubo.

ESTADIO: Camp Nou.