España gana ante Noruega y jugará las semifinales del Mundial

El triunfo de la selección española de balonmano ante Noruega, en cuartos de final del Mundial de Egipto, fue una clase magistral de juego en equipo, otra. Un despliegue coral en ataque coronado con una actuación impresionante de Rodrigo Corrales, que sostuvo desde la portería a España en un segundo tiempo muy duro.

La diferencia se hizo en una gran primera parte para los españoles, con muchos tiros y muchos aciertos, acompañado por la habitual exhibición defensiva y del omnipotente Corrales en la portería. El equipo de Jordi Ribera jugará la semifinal ante Dinamarca.

Igualdad inicial

España empezó con un liderazgo irregular del marcador, entre empates y rentas mínimas. Entre otros motivos, gracias al buen despliegue de Rubén Marchán en la pelea constante sobre la línea de siete metros. También porque el ataque noruego, liderado por el poderío de Sagosen, se encontró con una gran actuación de Rodrigo Corrales en la portería española. 

La selección de Jordi Ribera desplegó un juego pleno de entrega y sacrificio, con una lucha desesperada por cada balón.

La gestión en ataque fue Joan Cañellas y Raúl Entrerrios, con el poderío anotador de los extremos y la aparición de los hermanos Dujshebaev, Álex y Dani, en medio de una gran actuación coral. El caudal anotador para España agotó a Noruega, sin más argumentos de ataque ante el despliegue defensivo hispano, con los muros Jorge Maqueda, Gedeón Guardiola y Viran Morros. El mejor noruego, Sagosen, se tuvo que ir al vestuario lesionado superada la mitad del primer tiempo, con cinco goles de ventaja para España. 

Acto seguido, tres goles casi consecutivos de Maqueda, con el brazo desatado y castigando al rival, propiciaron para España la oportunidad de romper la moral de unos noruegos, sin su referente sobre el parqué, que aguantaron con pundonor para llegar al descanso con una desventaja de seis goles. 

El momento de Corrales

Le costó a España casi seis minutos y medio marcar su primer gol del segundo tiempo, unos instantes que aprovechó Noruega para reducir diferencias. Solo una actuación memorable de Rodrigo Corrales en la portería mantuvo la ventaja para España.

En una huida hacia adelante, como el soldado que sabe que no tiene retaguardia a la que volver, Noruega enloqueció el partido entre ataques vertiginosos que sacaron de su sitio a la defensa española. A duras penas aguantó la selección, hasta que Corrales terminó por apaciguar el ardor ofensivo vikingo y volvió la ventaja cinco goles para los últimos minutos gracias a los goles, plenos de rabia, de Álex Dujshebaev.