VIAJE AL COLLAO DE ALCOY

Alaba se entromete en el estreno copero del Madrid

El equipo de Zidane visita al Alcoyano en la Copa con el temor de otro fracaso y el fichaje del central austriaco del Bayern en las conversaciones

Odegaard se ha quedado fuera de la convocatoria y se ha acelerado su posible salida del club blanco ante la falta de minutos que tiene

David Alaba

David Alaba

Alejandro García

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Entre la habitual monotonía de frases inacabadas de sus competencias, Zidane se afanó por centrar la dispersión del madridismo, entre fichajes y renovaciones, en evitar otro fracaso en la Copa del Rey ante un equipo de Segunda B como el Alcoyano, después de caer en la semifinal de la Supercopa, con la trayectoria errática de La Liga. No lo consiguió. 

Después de la portada de Marca, con el anuncio a bombo y platillo el acuerdo total con David Alaba, con reconocimiento médico incluido, el revuelo de los fichajes ha invadido la previa copera del Real Madrid, que visita Alcoy en su estreno en la Copa, ese torneo que evoca disgustos blancos y ante un rival que viene de eliminar al Huesca y que no pierde desde noviembre. “No es un partido trampa, sabemos lo que pasa en esta competición”, dijo el técnico francés.

No han viajado a Alicante los lesionados Ramos, Rodrygo y Carvajal, tampoco Modric y Varane, por aparente descanso. Pero la ausencia más llamativa es la del noruego Odegaard, para el que la Copa se presentaba como una oportunidad para recuperar el protagonismo que tuvo fugazmente al inicio de la temporada, apenas una reminiscencia de su temporada pasada en la Real Sociedad. La sombra de otro fichaje fracasado planea sobre Zidane, después de los dos goles de Jovic en su reestreno en Alemania, al tiempo que el diario Marca ha publicado que el noruego ha pedido, ante la falta de minutos, salir cedido antes de que termine el mes de enero.

Desmentido general

Tras la bomba del fichaje del austriaco, como marca el procedimiento, todos los informadores que se nutren de las oficinas presididas por Florentino Pérez han salido a desmentir, no el final de la historia, pero al menos los tiempos.

El padre del jugador se apresuró a salir al quite, la misma tarde, en el periódico alemán Bild, para decir que su vástago, como una princesa medieval de un reino próspero, tiene muchos pretendientes y aún no se ha decidido entre las recompensas que cada uno ofrece. Los aspirantes a consumar el fichajes son ilustres, no podía ser menos, desde el Liverpool hasta el París Saint-Germain, aunque todo puede pasar en las intrigas de palacio. 

El fichaje del austriaco sin coste de traspaso, a sus 28 años y con una innegable experiencia al máximo nivel, se ha convertido en una suerte de subasta en la que el gran argumento del Madrid ya no es el poderío económico (véanse los problemas derivados de las renovaciones, la primera la de Sergio Ramos), más bien es una mezcla de historia y misticismo que no se puede sustentar mucho tiempo si no es con la fluidez casi constante de títulos. 

Pese a las exhibiciones públicas de saneamiento, la situación económica de los blancos está lejos de ser ideal. Los ahorros destinados al sueño de Mbappé parecen haberse esfumado con la crisis de la pandemia: “Los grandes jugadores juegan donde quieren jugar”, asumió Zidane. Y en esas está el Madrid, intentando aprovechar una oportunidad de mercado, aunque eso no es incompatible con que sea muy cara. El acuerdo con Alaba contemplaría un sueldo de 11 millones de euros después de impuestos para el austriaco, casi al nivel de los sueldos más altos del vestuario blanco, para un fichaje con la finalidad de cubrir una hipotética salida de Sergio Ramos.