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B.MÖNCHENGLADBACH 2 - 2 R.MADRID

El Madrid salva los muebles a la desesperada

El Borussia Mönchengladbach perdió una ventaja de dos goles en un final loco con el que el Madrid salva el hundimiento europeo

Zidane durante el encuentro ante el Borussia Mönchengladbach

Zidane durante el encuentro ante el Borussia Mönchengladbach / periodico

Alejandro García

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Hubo una época, exitosa, en la que el Madrid era uno de esos equipos que, haciendo gala de su grandeza y su poderío, el juego no era una condición para, como decía la comidilla, tener una ocasión y marcar dos. Ahora, el equipo de Zidane es voluntarioso, trabajador, que tiene que tirar de épica y arranques de rabia para conseguir resultados. 

Así empató el Madrid ante el Monchengladbach en Alemania, con dos goles en una ofensiva fina a la desesperada, con Ramos y Varane como delanteros centro y con Jovic en el banquillo. El equipo de Zidane insistió e insistió, casi sin esperanzas de éxito, como un orgulloso legionario romano rodeado de bárbaros en los bosques del norte, que espera batalleando un milagro que casi nunca llega. Pero al Madrid le llegó. Ya camino al descuento, cuando los más optimistas empezaban a bajar los brazos, Benzema recortó distancias con un remate acrobático tras un centro devuelto al campo casi sobre la línea por Casemiro, ejecutor del empate ya bien entrado el descuento, con otro balón colgado que colocó Ramos para el remate del brasileño. 

Durante más de 85 minutos, la sensación de los blancos era que hacer casi todo bien no es suficiente, y de que marcar un gol es una aspiración demasiado ambiciosa. Tuvieron que llegar al final, a la desesperada.

El equipo de Zidane salvó un punto, el primero de esta Champions, para adecentar su clasificación europea tras la derrota inicial antes de la doble jornada ante el Inter, el primer partido el próximo miércoles, que era el otro favorito del grupo y suma dos puntos tras empatar en Ucrania. 

Mismo once

Era la segunda final de la semana para el Madrid, después de ganar en el Clásico, y Zidane casi repitió alineación, sin cambios ni rotaciones. Entró Lucas Vázquez en el lugar del lesionado Nacho, el resto todo igual, desde la imagen de entrega y sacrificio hasta los problemas para marcar sin videarbitraje ni penaltis. 

De inicio, el Madrid estuvo lejos de ser arrollador, pero estuvo concentrado, confiado y, de la mano de Kroos, solvente en la circulación del balón. Otro tema era crear peligro, Vinicius es un casi permanente, casi centra, casi tira, casi remata… siempre tan cerca y tan lejos de culminar con éxito sus intentos. Luego, Benzema no puede ser el encargado de todo. El francés no puede armar la jugada y ser el único que llega al remate, igual que no se puede repicar y estar en misa. El crecimiento de Asensio da esperanzas al madridismo, con destellos del desborde y la determinación ofensiva previas a la lesión, generador del mayor peligro blanco. 

La presión que intentó de inicio el Borussia no surtió efecto, pero pronto se recompuso en una versión más defensiva que entregó al Madrid una posesión que no le era demasiado dañina. Le costó a los alemanes exhibir su velocidad, pero aprovecharon un error del Madrid para ponerse por delante, después de un pase errático entre Ramos y Kroos. Cuando empezó a contragolpear con el marcador a favor, llegó el segundo y Courtois tuvo que salvar el tercero. Volvió a jugar Hazard, 80 días después, y pudo marcar minutos después de entrar, pero su mejor momento de forma aún está por llegar y el futuro en Europa se juega en las próximas semanas y Asensio se fue del campo con molestias.