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REAL MADRID 2 - 3 SHAKHTAR

El Madrid se desmorona ante el Shakhtar

La segunda derrota seguida de los de Zidane confirma todas las malas sensaciones y complica el futuro en Champions

Alejandro García

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Mal camino no lleva a buen pueblo, y el Madrid venía percibiendo las vicisitudes de transitar por una superficie pedregosa e irregular, sufriendo los problemas de un verano sin fichajes, de inversiones frustradas y de una transición, desde la generación de las tres Champions hacia un futuro incierto, que se percibe larga y desoladora

Después del traspiés en Liga ante el Cádiz, el debut en Europa ante el rival menos poderoso del grupo dejó cristalinas las aspiraciones madridistas. Fue una derrota desoladora, después del hundimiento histórico del primer tiempo y una reacción frustrada después, con dos goles aislados y un tanto anulado en el descuento por fuera de juego, pero al final no fue nada más que otra demostración de que los recursos del equipo son muy limitados y de que el rendimiento es menguante. “Ha sido una noche muy complicada. Tengo que buscar las soluciones para que no pase esto”, dijo Zidane tras el partido.

La apuesta de Zidane es que el equipo de un paso adelante en el físico, que intente presionar, pero por el camino está sufriendo lo indecible. Los errores de la derrota liguera se reprodujeron en Champions como si el Cádiz se hubiera puesto la casaca ucraniana, pero con más calidad. 

A tres días de visitar al Barça y con dos semanas por delante para dilucidar el futuro europeo, con la derrota en casa ante el Shakhtar el Madrid se ha complicado su clasificación en un grupo muy disputado.

Carencia preocupante

El Madrid exhibió una carencia preocupante de fútbol, sin capacidad para superar a la defensa poco más que decente, solo bien estructurada, de un equipo más acostumbrado a dominar y atacar. Eso lo demostró con solvencia pese a llegar mermado por casi una decena de bajas. 

El equipo ucraniano encontró con facilidad, a través de la velocidad al contragolpe, el camino al área de Courtois, que tuvo una parada salvadora aún con empate, como ya hiciera el Cádiz unos días atrás.

El estadio Alfredo Di Stéfano, con el nombre del primer gran mito de la competición, se estrenó en la Champions con la mayor goleada al descanso en contra del Madrid en la historia de la competición, al final con una derrota que puede derivar en la primera eliminación madridista de la historia en fase de grupos.

Con una circulación lenta y parsimoniosa, el equipo de Zidane había cedido la iniciativa a un Shakhtar que no perdía un balón. Parecía la reencarnación del Brasil de los 70, con muchos compatriotas y una supremacía casi abusiva ante un Madrid sobrepasado por los acontecimientos, superado, deprimido y sin alma. “No tanto por los jugadores, que corren, pero no vi al equipo como yo quería y cuando eso pasa, la culpa la tengo yo”, asumió el entrenador del Madrid.

Así llegó el primer gol, con una jugada maradoniana del lateral izquierdo Kornienko, que terminó con un tiro liberado de Tete, sin un rival cerca en medio del área del Madrid. Cinco minutos después, después de un saque de banda, la defensa blanca pidió protagonismo en la colección de desdichas con un gol en propia puerta de Varane, en una jugada que rozó lo cómico. El festival del descalabro blanco antes del descanso lo completó Solomon, con una definición repleta de clase para culminar otra jugada que ahondó en la humillación blanca. 

Ataque de dignidad

Con la alineación, Zidane había pensado más que nunca en el siguiente partido, en el Clásico en Barcelona, sobre todo con la suplencia de un Benzema al que recurrió al descanso. “Hay que cambiar cosas para el sábado. Nos ha faltado de todo”, reconoció Zidane.

En el inicio del ataque de dignidad de los blancos del segundo periodo, Modric hizo un golazo, con un disparo tan lejano como preciso, fuerte y ajustado al palo. No fue óbice para que, entre jugadas frustradas madridistas, las mejores ocasiones siguieran siendo ucranianas. Pero entró Vinicius del banquillo y, sin interrumpir la carrera inicial, mostró su iniciativa y su actividad con un robo de balón, se plantó delante del portero y fue certero en la definición para darle la vuelta a la tendencia del partido. 

La inercia positiva fue unos minutos para los blancos, con el Shakhtar cada vez más metido en su campo y con menos posibilidades de salir al contragolpe con peligro. Pero generar una ocasión era una quimera para un Madrid frustrado, sin rastro de su capacidad ofensiva del pasado. Pudo llegar, ya en el descuento, un empate agónico y casi inmerecido, con un gol anulado por un fuera de juego posicional de Vinicius muy claro que corrigió el videoarbitraje. 

Ficha del partido

REAL MADRID                   2