PAOK-Besiktas: La batalla greco-turca más allá de la Champions

Todavía con la final de la última Liga de Campeones reciente en el recuerdo, la época del fútbol moderno con el calendario más retorcido que se recuerda ya depara partidos de gran trascendencia en la fase previa de la Champions 20/21, con connotaciones más allá del fútbol y de la importancia capital de jugar la máxima competición de clubs de Europa.

El PAOK-Besiktas (20.00 horas), en la capital macedonia de Tesalónica y transformado por la pandemia en una eliminatoria a partido único, aglutina toda la tensión imaginable: Dos equipos con orígenes conflictivamente enraizados en la misma ciudad, portadores de escudos cargados de significado que luchan por recuperar el esplendor de mejores épocas y, sobre todo, representantes de dos países que viven en un pico histórico de tensión militar a cuenta de las reservas de gas en el Mediterráneo oriental.  

Origenes comunes

Ya en el nombre de los contendientes se aprecian las connotaciones históricas del duelo: El Club Atlético Pan-Tesalónico de Constantinopolitanos, el PAOK (Panthessalonikeios Athlitikós Ómilos Konstantinopoliton, en griego) recibe en Grecia al Besiktas, representante turco desde el barrio homónimo en el corazón de Estambul, antigua Constantinopla, en el que a finales del siglo XIX los griegos eran, junto a los musulmanes, casi la población mayoritaria.

Los fundadores del PAOK fueron griegos residentes en la actual Turquía que tuvieron que huir de Constantinopla tras el estallido de la guerra greco-turca, entre 1919 y 1922, en medio de la desintegración del Imperio Otomano y aún con las heridas abiertas de la Primera Guerra Mundial.

Tensión constante

Desde entonces, y como había sido antes, la tensión en las relaciones entre Turquía y Grecia ha sido una constante, con picos que rozan la histeria al borde de un conflicto militar que se consumó, por ejemplo, con la invasión turca del norte de Chipre en 1974. 

De aquellos barros estos lodos y, ahora, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan está embarcado en un desafío constante contra todo el que oponga, sobre todo Grecia, también Egipto; a sus perforaciones en busca de gas en el Mediterráneo oriental, en las costas de una isla en la que, para el gobierno turco, solo existe la autoridad de la República Turca del Norte de Chipre. 

El enfrentamiento ya histórico con Grecia por la isla de Chipre se ha recrudecido con la iniciativa turca en la zona y ha desembocado, de momento, en operaciones militares de las dos potencias a unos pocos kilómetros de distancia en las aguas en disputa, un paso previo al estallido de las tiranteces. “Grecia ha sembrado un caos del que no será capaz de escapar, será a partir de ahora la responsable de todos los conflictos en la región”, dijo Erdogan este lunes, en medio de enérgicos llamamientos a la tranquilidad y al diálogo por parte de la Unión Europea. 

Objetivo europeo

En este contexto se enmarca una eliminatoria de la segunda ronda previa de la Liga de Campeones (quedan dos más) con una trascendencia deportiva suprema para los dos equipos. El Besiktas, tercer clasificado en la última liga turca, busca volver a la fase de grupos tres años después y consolidar así su proyecto con los ingresos Champions. 

El PAOK, en medio de una travesía por el desierto en Europa, no juega la fase final de Liga de Campeones desde el año 1986, pese a haber vuelto a ganar la liga griega en 2019 (después de 34 años), y ha sufrido de manera indecible en las previas, incluida una eliminatoria final dramática ante el Benfica en 2018.