El Real Madrid femenino ya es una realidad

“El Real Madrid comunica que ha remitido a la Real Federación Española de Fútbol la documentación correspondiente para hacer efectiva la fusión por absorción del CD Tacón de fútbol femenino”. Era la crónica de una presentación anunciada. Pero despertó el furor que merecía, el de unos medios y una afición deseosos de ver a un equipo luciendo la zamarra blanca en la Primera Iberdrola.

La llegada del Real Madrid femenino no dejó a nadie indiferente. Porque la expectativa era real pero también porque arrancó con un anuncio algo discreto teniendo en cuenta los precedentes del club en cuanto a fichajes.

Con el nombre ya oficializado después de que el pasado 1 de julio se concluyera la absorción del CD Tacón por 300.000 euros, el conjunto blanco dio por iniciada la pretemporada tras el anuncio de ocho fichajes de renombre. El objetivo, dejar atrás una temporada de trámite y alcanzar a Barça y Atlético de Madrid en la lucha por el título y las plazas europeas.

Talento nacional

A diferencia del conjunto masculino, la dirección deportiva de las mujeres ha apostado por el talento nacional. De las ocho incorporaciones, siete de ellas son españolas. Sin duda, un cambio de rumbo que dista de la política de la temporada pasada, cuando todavía luciendo el escudo del Tacón anunciaron la llegada de hasta ocho extranjeras. En lo que si coincide Florentino es en la apuesta por el talento joven. Hasta cinco de las jugadoras tienen 25 años o menos. Misa Rodríguez, Teresa Abelleira, Maite Oroz, Olga Carmona, Marta Cardona, Ivana Andrés, Marta Corredera y Kenti Robles son los nuevos nombres del Madrid más histórico de los últimos años.

De aquel que va a dar el paso hacia la igualdad con unas botas llenas de magia, juventud y preparación. Y es que, las nuevas futbolistas de David Aznar ya conocen lo que es codearse con las mejores del continente. Cinco de las incorporaciones han ganado Europeos con las categorías inferiores de España y quieren marcar el camino hacia la gloria blanca con el mismo toque que usaron en la Roja.

También con el sentimiento de lo que es propio. Muchas de las jugadoras llevaban años esperando la oportunidad de lucir los colores de su niñez. Y han encontrado en el auge del fútbol femenino la oportunidad de sus vidas. “Vuestros éxitos guiarán nuestros objetivos”, rezaba la guardameta María Isabel tras el campeonato de los de Zidane.

Refuerzo en la retaguardia

Más curioso es el caso de su compañera de portería Sara Ezquerro. La madrileña fue expulsada del Atlético de Madrid en 2016 por celebrar la undécima Liga de Campeones del conjunto blanco, aquella que los hombres de Zidane ganaron ante los colchoneros. La imagen no sentó nada bien a la afición rojiblanca y Ezquerro tuvo que hacer las maletas hacia el Tacón. Un giro de guion inesperado pero que terminó como en el mejor de los cuentos: con Ezquerro vistiendo la camiseta de sus sueños.

Ahora, sin la necesidad de ocultar sus colores, la guardameta madrileña formará parte de una portería que se ha reforzado con creces. Porque un año en la élite bajo el amparo del Tacón ha sido suficiente para que el club entendiera las carencias de su equipo. Para que la dirección deportiva encontrará la tecla para cortocircuitar la sangría de goles de Barça y Atlético de Madrid.

Las futbolistas de David Aznar se estrenaron la pasada campaña con la ilusión de lo que venia por delante pero también con la realidad de quien se mide al potencial azulgrana. El 9-1 encajado contra el Barça dejó claro que el equipo no debía construirse solo con galácticas. Llegaron Jakobsson y Asllani a modo de estrellas. Y lograron salvar al equipo. Sin embargo, atrás, seguían siendo el conjunto más goleado de la Primera Iberdrola.

Una nueva guardameta y tres defensas internacionales intentaran reducir los 48 goles en contra y dar alas al toque de las suecas y Ubogagu en el ataque. Un toque que podría multiplicarse con el talento de la gran promesa murciana Eva Navarro ahora que se ha solucionado el enredo de los derechos de formación. Ha echado a rodar el balón en Valdebebas. La magia en la casa blanca ya no es solo cosa de hombres.

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