10º ANIVERSARIO DEL MUNDIAL (3)

España rememora el camino del paraíso de Sudáfrica

Siete partidos, siete historias del viaje futbolístico de la selección española para conquistar su primera estrella de campeona del mundo

Andrés Iniesta levanta el trofeo del Mundial, rodeado del resto de los jugadores de la selección española, el 11 de julio del 2010 en Johannesburgo

Andrés Iniesta levanta el trofeo del Mundial, rodeado del resto de los jugadores de la selección española, el 11 de julio del 2010 en Johannesburgo / periodico

Marcos López

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Empezó mal España el Mundial y acabó de maravilla. La derrota en el debut contra Suiza ejerció de obligado despertador para una selección que vivió angustiada la fase de grupos. Luego, en las eliminatorias (octavos, cuartos, semifinal y final), la selección de Del Bosque trazó una ruta imponente de seguridad sin encajar ni un solo gol en esos decisivos cuatro partidos. Así conquistó su primera estrella de campeona del mundo.

Xavi: "No jugamos tan mal, míster"

Fase de grupos, Durban. 

Dominaba la selección, pero sin acierto.  Ni puntería. El control del partido era total en Durban hasta que a la hora de partido, y tras una enrevesada jugada, Gelson Fernandes, un delantero caboverdiano, nacionalizado suizo, metió su pierna derecha entre un desesperado Piqué, que iba dando tumbos por el césped, y un apresurado Casillas que no llegó a tiempo de impedir ese disparo.

Tras la derrota, se reunieron los capitanes de la selección para superar tan inesperada bofetada

Cuatro jugadores españoles en el área pequeña acompañaban a Iker. Ninguno pudo detener a Gelson. Y la entonces campeona de Europa -había ganado el título en el 2008 con Luis Aragonés- acabó su estreno en el Mundial con un 0-1 que le ponía al borde del precipicio.

Para empezar, una bofetada sonora. Llegaron a Potchesfroom, donde se concentraban, y apenas durmieron. Hubo reuniones de los capitanes (Casillas, Xavi, Marchena) con Fernando Hierro, director deportivo de la federación. A la mañana siguiente, estaba desayunando Vicente del Bosque cuando se le acercó Xavi. "No jugamos tan mal, míster", le dijo al técnico. "Sí, yo he visto el partido de nuevo. Tienes razón, Xavi", le respondió Del Bosque. 

Del Bosque: "Me gustaría ser Busquets"

Fase de grupos, Johannesburgo.

De nuevo, las dos Españas chocaban. La derrota ante Suiza, con la lesión, además, de Iniesta dejaba en una situación muy inestable a Del Bosque, criticado incluso por Luis, el arquitecto de la selección. Pero el salmantino, técnico de concordia y consenso, mantuvo la calma. Ejerció más de psicólogo que de entrenador, abriendo incluso, de par en par, las puertas de la selección para que corriera el aire y no se viciera más el ambiente.

Era la pieza más joven y más débil, pero fue arropado por sus compañeros y defendido por el técnico

Aunque Del Bosque tomó una decisión firme ante Honduras. Le pedían acabar con el doble pivote formado por Xabi Alonso y Sergio Busquets. Era el azulgrana la pieza más joven. Tenía solo 21 años. Y la más prescindible. La presión aumentaba con el paso de los días ante la decisiva cita con Honduras.

Y Del Bosque salió en su defensa. "Si yo fuera jugador, me gustaría parecerme a Busquets", dijo con energía el seleccionador para defender con vehemencia su decisión. España no jugó bien. Ganó con dos goles de Villa, apaciguó por horas la tormenta y Del Bosque se salió con la suya. Desde entonces, siempre ha querido ser Busi.

Villa: "El gol con la zurda es de mi padre"

Fase de grupos, Pretoria.

Todavía hoy, una década más tarde, lo recuerdan todos los jugadores de aquella inolvidable selección "como el partido más complicado". La Chile de Bielsa era el peor enemigo para una irregular y dubitativa España en cuyo rostro se dibujaba todavía el miedo que había dejado la terrible derrota con Suiza.

El "miedo" se instaló en la selección, pero el instinto del Guaje liberó a España

Empezó mal el partido hasta que un despeje atolondrado de Bravo que salió 15 metros de su área se convirtió en una asistencia paa Villa, que tenía, además, un secreto guardado. Nunca se supo si el Guaje era diestro, zurdo, ... El "miedo" se había instalado en el grupo cuando llegó el balón a los dominios de Villa. Estaba muy lejos de la portería.

"Lo más sencillo para mí era controlar con la izquierda y dejármela en la derecha. Pero en aquel momento pensé:‘También lo puedo meter con la zurda. Le pego con lo que viene’". Lo metió con efecto de fuera hacia dentro. Marcó David, pero pertenece a Mel, su padre, quien le hacía chutar con la zurda siendo un niño -tenía cuatro años- se rompió el fémur derecho y estuvo escayolado. El gol de Mel.

Llorente: "Y, al fin, pudimos abrir la lata"

Octavos de final, Ciudad del Cabo.

La primera gran decisión de Del Bosque le salió bien. Mantuvo a Busquets y solidificó el centro del campo. La segunda fue en pleno partido. Estaba España atascada ante la Portugal de Cristiano Ronaldo. No tenía forma de penetrar en la tupida defensa lusa donde dos centrales con oficio (Pepe y Carvalho) se sentían tranquilos.

Andaba atascada España cuando Del Bosque cambió de Fernandos: quitó a Torres y puso a Llorente. Y la selección respiró

Entonces, el técnico hizo el cambio de Fernandos en la delantera. Sacó a Torres y puso a Llorente (m. 58). Y, de pronto, los pequeños (Xavi e Iniesta) hallaron las líneas de pase que antes no existían. O no veían. Llorente fijó a los centrales, abrió caminos que estaban ocultos y apareció el tradicional gol (m. 62) del otro pequeño:el Guaje. Todo en apenas cuatro minutos.

"Era un partido duro, trabado", recordó el propio Llorente esta semana a los canales oficiales de la federación. Tan duro y trabado que a España le faltaba el aire. "Nos costaba hacerle daño". Del Bosque se dio cuenta y colocó a un nueve alto (mide 1.95 m) y de referencia, más fijo, que sostuvo él solo a toda la defensa lusa. "Y, al fin, pudimos abrir la lata", dice Llorente. O cuando un suplente cambia y gana partidos.

Reina: "Se nos apareció la virgen"

Cuartos de final, Johannesburgo. 

Piqué comete penalti y Casillas se lo queda mirando. No hizo ni falta que hablaran. Ya sabían que la pena era máxima. Y aún podía ser peor porque Cardozo, el delantero paraguayo, podía enviar a España de vuelta a casa en los habituales cuartos de final. Un partido duro, áspero, sin tanto nombre el rival, pero Tata Martino, que luego acabaría en el Camp Nou, había construido una obra solvente.

Cardozo repitió el penalti que le tiró a Reina en un Benfica-Liverpool. A la izquierda del portero. Y ahí le avisó Pepe a Iker

Entonces, la memoria de Pepe Reina, que ya había hablado antes del partido con Casillas, su capitán, resultó fundamental. "Tres meses antes del Mundial había jugado un Liverpool-Benfica de Europa League. Y Cardozo me tiró dos penaltis. Los dos al mismo sitio, a mi izquierda", recuerda Reina. "Y se lo comenté a Iker".

"Se nos apareció la virgen", cuenta siempre Reina. La virgen o, en realidad, el santo Casillas que venía dibujando un Mundial dubitativo pero aquella parada le cambió la vida. A él y a España. Porque, además, el portero del Madrid se quedó con el endiablado Jabulani, ese balón ingobernable, entre sus manos. Paró Iker, pero antes lo pensó Pepe.

Pedro: "No me esperaba jugar de titular"

Semifinal, Durban. 

De las manos de Iker a la cabeza de Carles. Estaba España en un partido que jamás había jugado antes -una semifinal del Mundial- y terminada la primera parte, Puyol se indignó con Xavi, su amigo del alma. Las cámaras de televisión captaron ese momento de discusión futbolística. "Dejad de sacar los córners en corto, por favor".

Se enfadó Puyol con Xavi y le pidió sacar el córner en largo. Cabeceó el que era el gol más importante de la historia del fútbol español

Y en el primero de la segunda mitad (m. 72), Xavi le obedece, aunque antes engaña a Alemania. ¿Cómo? Iniesta se acerca para recibir el pase y despistar. Pero Xavi saca y Puyol cabecea el gol más importante en la historia del fútbol español. Ahora, es el penúltimo.

Pero antes Del Bosque sorprendió a Löw, su colega alemán, colocando de titular a Pedro, un delantero que hacía apenas dos años jugaba en Tercera División con el Barça B de Guardiola. "Antes de la semifinal, Vicente no daba muchas pistas. Luego nos dijo:‘El equipo es el mismo, solo un cambio: ‘Pedro por Fernando Torres’. No me esperaba jugar de titular".  El factor Pedro, ("ha estado impresionante", dijo Villa), se unió a la fuerza salvaje de Puyol.

Casillas: "Todavía pienso qué hacía Andrés tan solo"

Final, Johannesburgo. 

En la final, hay dos goles. El primero lleva la firma celestial de Iker Casillas. El segundo cuenta con la rúbrica angelical de Andrés Iniesta. En el primero, el balón se cuela furtivamente entre Puyol y Piqué, pareja de centrales y amigos del Camp Nou, dejando solo al centelleante Robben en el área española tras una gran asistencia de Sneijder.

Entonces, todos los jugadores españoles se echan las manos a la cabeza temiéndose el gol de Holanda. Son apenas cuatro segundos de carrera del extremo, pero parecen, en realidad, cuatro horas. Capdevila y Puyol corren desesperadamente hacia atrás, pero no hay manera de atrapar al rayo Robben.

Era el minuto 61 de partido. 61 minutos y 41 segundos cuando Casillas, colocado como una columna dórica sobre el punto de penalti, no mueve ni un músculo, a pesar de que Robben se enfrenta cara a cara. En esa espera, con unos nervios de acero, el portero le genera tantas y tantas dudas al extremo que cuando dispara a quemarropa no sabe que este tiene una última bala guardada en su arsenal. Saca Iker, el tipo que esperó a Robben como si hubiera quedado a tomar un café juntos en la Castellana (ambos coincidieron en el Madrid), su pie derecho. Su milagroso pie derecho.

Había Robben engañado a Casillas, pero no supo burlar a ese milagroso pie derecho que salvó a España. Fue el primer 'gol' de 'La Roja'

Había Robben engañado a Casillas. Pero no supo burlar a ese pie que le dio a la selección española una vida extra. Quien terminó echándose las manos a la cabeza fue el extremo. Idéntica escena que repitió después Van der Vaart en el área de Stekelenburg cuando llegó Iniesta para abrir la puerta del paraíso.

 En el campo, Casillas no se da cuenta de todo lo que pasa. Luego, revisando la jugada, una y otra vez, se hacía siempre la misma pregunta. "Eran dos o tres nuestros contra seis o siete holandeses". Eran Navas, el que inicia la carrera, Iniesta, Cesc y Torres. "Todavía pienso qué hacía Andrés tan solo. ¿Cómo es posible? Fernando centrando, le cae el balón a Cesc y se la pasa a Iniesta. ¿Cómo es posible que haya esos espacios entre cinco o seis jugadores de Holanda?»"

 ¿Cómo es posible que Casillas le parara ese balón a Robben?, se pregunta todavía Holanda una década más tarde. España necesitó dos goles para coser su primera estrella junto al corazón. 

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