El Espanyol pierde y casi dice adiós a la permanencia

Con ocho puntos de desventaja sobre la permanencia a siete jornadas para el final de la Liga, la salvación en Primera División para el Espanyol se ha convertido en una quimera. La derrota en Sevilla, ante el Betis, fue otro partido bajo mínimos de los pericos, con un fallo dramático de Wu Lei incluido que hubiera empatado al final.

El partido tenía tintes de final, de última oportunidad para mantener la esperanza de conservar la categoría después de los resultados de la jornada y así lo afrontó el equipo perico. Abelardo intentó que no sucedieran demasiadas cosas en el partido, que no hubiera idas y venidas, ni ocasiones claras y, sobre todo, que no se decidiera el partido hasta el final. Como una planta que tiene que crecer en el desierto, el Espanyol dedicó todos sus recursos a mantenerse con vida, a subsistir sin excesos, pero al inicio del segundo tiempo encajó un gol y se desbarató el plan. 

La ansiedad y la tensión se palpaba en el partido, con los de Abelardo contra las cuerdas por la permanencia y con el Betis cada vez más ansioso tras una temporada decepcionante y con entrenador nuevo en el banquillo. 

El sistema defensivo que dispuso Abelardo consiguió coartar las pretensiones creativas de un Betis que, con el estreno de Alexis Trujillo en el banquillo tras el cese de Rubi, intentó llevar la iniciativa. 

Problemas para marcar

Las capacidades ofensivas del Espanyol sin Raúl de Tomás, con problemas en el tendón rotuliano, quedaron en evidencia. Abelardo se guardó en el banquillo su mejor carta para intentar marcar un gol con la esperanza de resistir con vida hasta el tramo final entre la ansiedad creciente de los béticos.

Camino al descanso, tras un rebote afortunado, Calleri disfrutó de la mejor ocasión del primer tiempo entre la intrascendencia general del juego. El delantero del Espanyol, que lleva un gol en la Liga, tuvo tantas opciones para definir la jugada que, al final, le dio tiempo a llegar a la defensa sin que hubiera ejecutado el tiro. 

Gol decisivo

El segundo tiempo empezó con más ataques del Betis, más prometedores que los del primer periodo, y rápido encontró el premio. Bartra se alzó por encima de la defensa espanyolista, con algún apoyo que el árbitro no consideró ilegal, y remató en el área pequeña un saque de esquina de Canales para adelantar a los verdiblancos. 

Obligado por las circunstancias, el Espanyol tuvo que dar un paso adelante aunque fuera más impulsado por orgullo que por juego. Abelardo cambió todo el frente de ataque y quemó sus naves con la entrada de Wu Lei y de Raúl de Tomás, aún con más de una hora por delante, pero lo siguiente que sucedió fue una parada de Diego López.

El Espanyol equilibró el partido con mayor presencia en campo rival, pero eso supuso desguarnecer la defensa y asumir el riesgo de sufrir la sentencia del Betis. Los de Abelardo terminaron acosando el área de Joel y, a dos minutos para el final, Wu Lei completó el dramático final espanyolista con un fallo pavoroso apenas a un metro de la línea de gol y del empate.