'BLACK LIVES MATTER' EN EL DEPORTE ESPAÑOL (2)

Dika Mem: "El racismo siempre ha estado ahí, solo que ahora se graba"

Roger Pascual

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El Barça de balonmano jugaba el pasado mes de septiembre en el Palau Blaugrana ante el Celje esloveno un partido de la Champions de balonmano. De repente, tras un lance del juego, los aficionados rivales empezaron a hacer gritos simiescos cada vez que Dika Mem cogía el balón. "Fue algo raro, era la primera vez que me pasaba en España. No me lo esperaba jugando en casa. Les miraba para estar seguro de lo que escuchaba. Me hacían el ruido del mono. No me lo creía. Me enfadé. Los jugadores y el entrenador rivales vinieron a disculparse por el comportamiento de su afición. Desde allí arriba es muy fácil hacerlo. Luego de cara a cara es otra cosa", explica el mejor lateral derecho de la Liga Asobal, que acudió el pasado 7 de junio a la manifestación de Barcelona en repulsa por el asesinato de George Floyd y en apoyo al movimiento Black Lives Matter.

No era la primera ocasión que lo ocurría algo así en una pista. "Cuando con la selección juvenil francesa jugamos en Bosnia o Hungría no solo a mí sino a otros compañeros negros nos sacaban el dedo del medio, nos hacían el ruido del mono, uno nos tiró un plátano... Siempre que pasa tengo la misma reacción que en el Palau. Me enfado y tengo más ganas de machacar al equipo contrario".

Pero esta indignación no solo la ha sentido sobre el parquet. También en la calle en su París natal. "En el balonmano hay racismo, en el fútbol hay racismo, en todas las cosas hay racismo. Muchas veces me he sentido discriminado por el color de mi piel. Estar en una discoteca donde somos tres iguales que yo, negros, y no nos dejan entrar. Y delante hay tres, blancos y mas pequeños, y les dejan entrar. Si preguntas no te dan respuesta. Pero ellos saben que es por esto; si son por ejemplo las 11 de la noche y estamos un grupo de tres o cuatro negros y pasa un coche de policía puedes estar casi seguro que te van a hacer un control. Un control normal, en el que ves que el policía hace tu trabajo, no pasa nada. Pero hay otro que ves claramente que vienen a por ti no por el control sino por el color. Y eso pasa muchas veces. Y hay muchos que por color o porque no les gusta su cara les van a pegar. O les van a empezar a insultar y es así", lamenta. "Muchas veces he escuchado esto: ¿por qué habláis? Yo hablo porque he visto cosas y sé lo que puede pasar. Hablar es una forma de protegerme para saber porque me controláis. Y si no me daís respuesta entonces saco el móvil y grabo".

Los móviles y las redes sociales han cambiado para él las reglas del juego. "El racismo no es nuevo, solo se graba. Ahora cuando la gente graba y cuelga los vídeos la policía no te puede decir que no ha pasado. Mi generación y la que viene después son todo redes sociales". Pese a que cree que Twitter e Instagram son un aliado en la lucha contra el racismo sabe que también pueden ser caja de resonancia que amplifique los discursos del odio. Le da rabia que los medios de comunicación den altavoces a racistas. "Algunos medios dan voz a racistas. No puedes preguntar a alguien blanco que no sabe nada, que nunca ha vivido el racismo, qué es el racismo. Porque no te pueden contestar: no te pueden decir yo cuando voy fuera siempre tengo miedo a tener un control. Porque no es así. Que dicen que no entendemos que haya manifestaciones, que parece que los negros quieren sean los jefes del país. Son tontos. Se equivocan pensando que es una batalla entre negros y blancos. Estamos todos juntos".

El lateral azulgrana, que lleva cuatro años en Barcelona, dice que no ha tenido problemas en la capital catalana más allá del incidente del Palau. Pero haber sido campeón del mundo con su selección no impide que este parisino de 22 años sepa que le van a parar cada vez que coje el coche y se va a pasar unos días a su país. "Ahora me iré este fin de semana. Siendo negro, con un buen coche, con matrícula española en París me van a hacer un control de policía siempre. En cambio si le pasa a Aleix Gómez [compañero suyo en el Barça] con el mismo coche no le van a parar. Deben pensar, 'cómo puede llevar este coche, este debe de ser de alguien del barrio'. Por eso hay todas estas manifestaciones. La gente está hasta la cojones de todo este racismo, violencia policial e injusticia. Para mí es importante que la gente reaccione porque si sigue así seguiremos teniendo controles raros y sin justicia. Porque a veces el control puede llegar hasta la muerte, que es lo que pasó con George Floyd o con Adama Traoré en Francia hace cuatros años y, los que lo mataron siguen fuera. Imagina que tu hijo se muere, la policía le ha matado por nada y no hay justicia después".

Igual que han hechos estrellas de la NBA como Russell Westbrook o Giannis Antetokounmpo en EEUU, Mem quiso sumarse a las marchas antirracistas que se han organizado en todo el mundo. Sabe la importancia que tiene que referentes deportivos se impliquen en causas sociales. "El deporte puede tener mucho papel en esto. Yo no soy Messi ni un 'influencer', no soy nadie, no soy el puto amo pero tengo 46.000 seguidores, pero la gente del básquet o fútbol que tienen muchos seguidores con las fuerza de la redes cada vez piden justicia claro que las cosas va cambiar. Ahora en la NBA hay jugadores que con el tema de George Floyd no quieren jugar hasta que no se arregle. Es así como vamos a cambiar las cosas".