Fútbol bajo el coronavirus

Partizán, 1999, el precedente que puede dar la Liga al Barça

El equipo de Belgrado fue proclamado campeón por la Uefa después de que los bombardeos sobre Serbia obligaran a suspender la competición a falta de 10 jornadas

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Rafael Tapounet

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El 20 de marzo de 1999, el Estrella Roja y el Partizán de Belgrado se enfrentaron en el estadio Rajko Mitic, el Pequeño Maracaná de la capital serbia. El llamado Derbi Eterno, expresión de una de las rivalidades ciudadanas más enconadas y violentas del fútbol europeo, parecía en aquella ocasión claramente inclinado del lado del Estrella Roja, que antes del descanso ganaba cómodamente por 2-0, pero los visitantes consiguieron igualar la contienda (2-2) y, con ello, se mantuvieron en cabeza de la llamada Primera División de la República Federal de Yugoslavia (que agrupaba a los clubs de Serbia y Montenegro) con dos puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, el FK Obilic, y a falta de 10 jornadas para el fin del campeonato.

Cuatro días después, empezaban los bombardeos de la OTAN sobre el país balcánico.

Ya no se jugaron más partidos aquella temporada, aunque la competición no se dio oficialmente por suspendida hasta el 14 de mayo, casi dos meses más tarde. Y aún habría de pasar otro mes para que la Uefa, atendiendo a un requerimiento de la federación yugoslava, anunciase, el 12 de junio, que el Partizán era el nuevo campeón de Liga, con lo que el club de Belgrado añadía a su palmarés el 16º título de su historia (desde entonces ha ganado 11 más).

Amenazas, pistolas y secuestros

La decisión de la Uefa de darle el campeonato al Partizán apenas encontró resistencias. Entre otras razones, porque las relaciones entre el máximo organismo del fútbol continental y el Obilic, campeón en la temporada anterior y segundo en la tabla en el momento de la suspensión, eran peor que pésimas. Controlado por el sanguinario hampón y líder paramilitar Zelijko Raznatovic, más conocido como Arkan, el FK Obilic había estado a punto de ser excluido en 1998 de las competiciones europeas a causa de las denuncias sobre los métodos de su patibulario presidente (amenazas a jugadores rivales a punta de pistola, presiones a los árbitros, secuestro de un futbolista que se resistía a fichar por el club…) y la Uefa acabó prohibiendo a Arkan, a quien el Tribunal Penal Internacional investigaba por crímenes de guerra, la entrada a un estadio de fútbol, incluido el de su propio club.

La victoria del Partizán en la Liga 1998-99 es, hasta la fecha, el único caso en el fútbol europeo de un campeón proclamado tras la interrupción prematura de la competición. Y es el precedente que ahora invocan ante la Uefa los clubs que ocupan el liderato en sus respectivas ligas (entre ellos, el FC Barcelona) para pedir que se les conceda el título de forma automática en el caso de que se decida suspender definitivamente el campeonato.

Por cierto, y a título de curiosidad: uno de los equipos que se encuentra en esta situación es el Legia de Varsovia, líder de la liga polaca, entrenado por el serbio Aleksandar Vukovic, que jugaba como mediocentro defensivo en aquel Partizán de Belgrado que quedó campeón a falta de 10 jornadas después de empatar con el Estrella Roja.