El Madrid de las crisis abiertas pierde ante el Tottenham

Si el Atlético fue un tsunami que arrasó hasta el último cimiento del nuevo Madrid de siempre, el castigo del Tottenham al Madrid fue gota a gota que cae insistentemente en el mismo punto hasta que hace una grieta, como la tortura de la antigüedad. Es menos escandaloso, pero no menos revelador.

La tormenta se desató con la escandalosa goleada del Atlético en el último amistoso de la gira norteamericana (3-7), y ya de vuelta en Europa, cuando la intención era ahuyentar la desconfianza creciente, la medida la da que el mejor del partido fuera el portero, Keylor Navas.

La tortura deportiva que vive el equipo de Zidane magnifica la decadencia institucional en la que vive instalado el club, con jugadores fichados como megaestrellas enfrascados en ventas poco satisfactorias y sin los fichajes que exige el cuerpo técnico, la afición y el pobre rendimiento del equipo.

LA ALARGADA SOMBRA DE RONALDO

Mientras la sombra de Cristiano Ronaldo se alarga más y más con cada derrota del Madrid, Florentino Pérez encontró un rato para deshacerse en halagos a Cristiano Ronaldo, en la entrega del premio Marca Leyenda, con sentidas muestras de afecto entre los dos y entre la petición a gritos de los asistentes: “Fichalo otra vez”, vociferaban. “Soy fan de Cristiano, es el mejor”, le espetó Florentino Pérez a los periodistas que hacían guardia en la puerta del evento.

Con Bale, James y los brasileños Casemiro y Militao en Madrid, los inconvenientes se acumulan dentro y fuera del campo. No se recordaba un partido de pretemporada con más presión para el Madrid que el que disputó ante el Tottenham en Múnich, en la primera semifinal de la Copa Audi, en la que se jugaba, cada vez con más síntomas que se repiten desde la aciaga temporada pasada, la confianza y la credibilidad de su nuevo proyecto. No lo consiguió. El Tottenham ganó con suficiencia (0-1), se mostró superior en todas las fases del partido, con la sensación de que tenía guardado un cambio de ritmo para terminar de ahogar al rival.

SIN ATISBO DE REACCIÓN

El Madrid no salió al partido a dejar claro que la goleada del Atlético fue un accidente, más bien hizo acto de aparición en el partido como un equipo atenazado, sin ritmo, impotente y minimizado por la presión y la intensidad del Tottenham, que no fue el vendaval del Atlético, pero fue suficiente para evidenciar los problemas del Madrid.

Volvieron a jugar los habituales de los primeros partidos de pretemporada, y de los últimos tres años. Esos nombres, encargados de hacer una revolución sin cambiar nada, que se enfrentaban a un juicio ante el Tottenham, después del revolcón con el que el Atlético le despidió de la gira por norteamérica. 

EL NAUFRAGIO DE LA MEDULAR

Zidane insistió con Kroos y Modric en la medular, pero el poderío del Tottenham, con Winks, Eriksen y el debutante Tanguy Ndombélé, que sonó para el Madrid; pasó por encima de los blancos.

La única novedad es Hazard, que partió por primera vez como segundo delantero, junto a Benzema, y no desde la banda, que ocupó Rodygo Goes, desde donde nació la poca frescura e intención ofensiva que mostró el equipo de Zidane.

Solo la actuación prodigiosa de Keylor Navas, sustituto del lesionado Courtois, aunque el belga, con un esguince de tobillo, estaría disponible para el inicio de Liga; evitó más goles de un Tottenham que encontró vía libre de acceso al área blanca por todos los flancos, con la connivencia del centro del campo blanco, incapaz físicamente ante el empuje del rival.

GOL DE KANE

El primer gol de los de Pochettino cayó por su propio peso, tras una defectuosa circulación en defensa que terminó con Marcelo, sin presión rival, salvando sobre la línea de banda un balón que terminó, entre Ramos y Navas, en los pies de un Kane que no perdonó.

El gol provocó una reacción del Madrid, casi como un reflejo muscular involuntario, en busca del orgullo perdido, con la que dignificó, poco más, la primera parte del equipo. Todo lo que consiguió, entre malas decisiones y pases erráticos, fue una carrera de Modric, como antaño, y un tiro fuera de Benzema, cerca del palo, como antaño. 

Zidane no hizo cambios en el descanso, frente a los nueve del Tottenham, y el Madrid adecentó su actuación en el partido, pero Navas volvió a ser el mejor jugador blanco del segundo tiempo.

Con las primeras rotaciones aparecieron Vinicius y Valverde, recién llegado tras sus vacaciones, y le aportaron frescura al equipo, pero el entusiasmo del equipo alternativo que colocó Pochettino le devolvió al Tottenham la iniciativa, pese al gol anulado a Rodygo por fuera de juego, la única llegada clara de un Madrid inofensivo hasta que el joven brasileño encontró apoyo desde el banquillo.

A diez minutos del final, Zidane hizo cambios masivos y, con poco más que la garra de Mariano y el criterio de Kubo, el Madrid encontró sus mejores minutos, que terminaron con un disparo al palo del Tottenham. El equipo de Zidane, que sigue sin ganar en pretemporada, jugará por el tercer puesto del torneo este miércoles (18.00 horas).