Pere Marsinyach: "Se burlaban de mí en la ESO. Me decían que patinar era de niñas"

Rebasado el ecuador de los World Roller Games, se aproximan los días más intensos en varias disciplinas. Una de ellas es el patinaje artístico, en el que destaca Pere Marsinyach (Cardona, 23 años). Campeón de España 11 veces, tricampeón de Europa y subcampeón del mundo en el 2018, la estrella catalana inicia este jueves su camino con la final de libre del sábado en el Sant Jordi en su mente.

Con solo 2 añitos sus padres lo llevaron al festival de patinaje del pueblo. Así comenzó una pasión que ya no tuvo fin. «Cardona es una localidad pequeña, no había una gran variedad de deporte. Me apunte con unos amigos y ahí sigo», explica en una charla con EL PERIÓDICO. De aquel grupo de colegas, solo sigue patinando él.

Tópicos ridículos

Carmen Sanjosé, su actual entrenadora en el Foment Cardoní, fue también la primera en ver su potencial. Con los años patinar se convirtió en algo más que una afición para Pere. Pasó a ser una devoción. En su progresión tuvo que soportar momentos duros. «Viví en los primeros cursos de la ESO comentarios muy feos, justo cuando empezaba a despuntar. Se burlaban de mí. Me decían que patinar era de niñas. Era pura envidia».

El astro de Cardona observa un avance en la sociedad, pero aún queda camino. «Es ridículo ese tópico. La parte masculina es muy distinta a la femenina. Es un problema de falta de cultura. Luchamos por hacer más visible este deporte», reflexiona Marsinyach, que atribuye esa visión a etiquetas de toda la vida. «Las madres no apuntan a los niños a patinar porque está instaurado que el patinaje es para niñas y el fútbol, por ejemplo, para niños. No hay que sufrir mofas por hacer deporte. Hay que hacer lo que te gusta».

Sacrificios universitarios

Marsinyach se muestra feliz por el auge de una disciplina que ha agotado entradas en Barcelona y elogia a Javier Fernández, estrella del patinaje sobre hielo retirado este año. En su memoria guarda bonitos recuerdos, como sus dos títulos mundiales en la categoría júnior, pero también los sacrificios a la hora de combinar el patinaje con la vida diaria. 

"Mi máximo rival soy yo. Solo quiero luchar al máximo en el Sant Jordi. Salir, disfrutar y estar orgulloso"

«En la universidad fue duro. Estudié Administración y Dirección de Empresas. Se me juntaban campeonatos con exámenes. Era un drama». En marzo acabó un máster para ser profesor de Matemáticas en Secundaria, una opción más fácil de compaginar. También es entrenador y monta coreografías.

«El patinaje me ha enseñado muchos valores. Aprendes a levantarte después de perder. Mi máximo rival soy yo. Solo quiero luchar al máximo en el Sant Jordi. Salir, disfrutar y estar orgulloso», concluye.