BRASIL - PARAGUAY (0-0, 4-3, PEN)

Brasil sufre, pero llega a semifinales tras vencer por penaltis a Paraguay

Los jugadores de Brasil celebran el pase a la semifinal de la Copa América en la tanda de penaltis.

Los jugadores de Brasil celebran el pase a la semifinal de la Copa América en la tanda de penaltis. / periodico

Abel Gilbert

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Brasil estuvo a un penal de quedarse afuera de la Copa América que organiza y que por ahora motiva tan poco a su población. Habría sido muy injusto porque debió derrotar a los paraguayos de manera abultada en los 90 minutos reglamentarios. La mala suerte y las hazañas del portero guaraní, el “Gato” Fernández, ahogaron una y otra vez el grito tan esperado. El partido terminó cero a cero y hubo que ir a la definición desde los 11 pasos con el antecedente de que Paraguay había eliminado por penales a la "canarinha" en las dos últimas ediciones del torneo regional.

El penalti de Gabriel Jesús

En el estadio "gaucho" temieron lo peor. La historia reciente jugaba en contra. Una línea delgadísima separaba el pase a la semifinal del bochorno. Gabriel Jesus decidió con un disparo formidable que los locales avanzaran a la semifinal y esperar confiados al ganador de Argentina-Venezuela. Cuando llegó el 4-3 definitivo los jugadores se pudieron liberar del nerviosismo y el temor al fracaso.

El 0-0 no llamó a nadie a engaño en Porto Alegre. La superioridad brasileña fue abrumadora desde el primer minuto de juego. Pero Fernández se convirtió en una muralla frente a los intentos de Firmino, Everton y Coutinho. Paraguay solo atacó en una oportunidad a los 27 minutos de la primera etapa por intermedio de Derlis González y Alisson evitó el peligro. Habría sido también un verdadero contrasentido que el conjunto que dirige al argentino Eduardo Berizzo se pusiera en ventaja gracias a su única incursión. La primera etapa se extinguió con más pena que gloria y mucha incertidumbre.

El papel del VAR

La roja y blanca volvió al terreno dispuesta a preservar la paridad contra viento y marea. Cuando el árbitro chileno Roberto Tobar expulsó a Balbuena a los 55 minutos por una falta a Firmino  (el VAR cambió el penal por una falta en el borde del área al delantero del Liverpool) el partido se transformó en un monólogo brasileño. A la superioridad técnica y posicional le sumó la numérica. Y sin embargo, siempre estuvo Fernández para decirle “no” al gol.

En la segunda etapa, Berizzo edificó dos líneas de cuatro para impedir que cayera su portería. Colocó dos defensores más en el campo Gustavo Gómez y Juan Escobar, con una única misión: aguantar la embestida. Los minutos corrían y el estadio Arena de Gremio se impacientaba. Arthur trataba de organizar los ataques y filtrar algún balón entre los defensas. Siempre hubo una mano, la de Fernández, o un pie paraguayo para frenar la estocada final. 

Los brasileños desbordaban por las bandas, trataban de romper el cerrojo a través del toque. Pero el cero no se quebraba.  En el minuto 90, William chutó y el balón rebotó en un palo. Tovar otorgó siete minutos de descuento y en varias ocasiones el gol estuvo muy cerca. No pudo ser y la última palabra la tuvieron los penales.

Comenzó Paraguay por intermedio de Gómez. Alisson atajó y William puso a Brasil en ventaja. Almirón anotó por los guaraníes. Marquinhos amplió diferencias para los locales. Valdéz anunció que los paraguayos darían pelea. Coutinho puso a Brasil otra vez arriba. Rojas empató provisoriamente. Y, de repente, Firmino erró. El estadio enmudeció. Otra vez la maldición, pensaron muchos. Y, para colmo, disparaba González, el mismo que había eliminado a Brasil en 2015. Sin embargo, el balón no entró. Fue entonces que apareció Jesus para evitar que al seleccionado lo crucificaran. Brasil sigue siendo candidato,  tiene algunas individualidades desequilibrantes y otras como Coutinho que todavia no aparecen en todo su brillo. Es una selección  tan poderosa como desconcertante.