Los caballeros del Barça preparan el asalto a la Copa de rugby

El equipo amateur del Barça atraviesa un momento histórico. Clasificaron por primera vez a los play-offs y jugarán hoy la final de la Copa del Rey, luego de 34 años de ausencia, ante un equipo que es profesional. La diferencia de presupuestos e infraestructura es muy grande pero aún así el esfuerzo y el trabajo dieron sus frutos. "Esto se debe al compromiso de los jugadores. Se comportan como profesionales siendo amateurs. Todos tienen sus trabajos para subsistir y sacan tiempo para venir a entrenar, no faltan nunca", expresa Sergi Guerrero, el entrenador azulgrana.

Por un momento, nadie está pendiente de lo que sucede alrededor. El reloj marca las 20.30 del viernes 12 de abril cuando un abrazo multitudinario en un costado del campo de La Teixonera es lo único que importa y acapara las miradas de propios y extraños. No se pueden bajar los brazos. Llegan dos partidos de máxima importancia y tanto jugadores como delegados se unen y se someten plenamente al círculo de energía que se contagian entre sí, sin darle importancia a lo que esté pasando alrededor. 

Palabra de Guerrero

Quien toma la palabra en el medio es Sergi Guerrero, entrenador del Barça Rugby, que lleva siete años en el equipo blaugrana e intenta transmitir lo que le ha costado al equipo de rugby del Barcelona llegar a alcanzar estas instancias históricas: clasificación a los play-offs por primera vez desde que se estableció el nuevo formato y en la final de la Copa del Rey tras 34 años de ausencia (1985).

Acostumbrados a que el Barcelona lo gane todo, no se puede hacer la vista gorda ante la extrema diferencia que existe entre el Barça fútbol y los deportes amateurs culés. En este caso el rugby. Y es inevitable hacer comparaciones, por más que Artiom Kovalenko, fullback del Barça, diga que no le gusta pensar en las diferencias entre el fútbol y el rugby porque no lo considera justo. "Podrían y deberían invertir más. Cada vez se suma más gente al rugby, pero como no es un deporte popular cuesta asumirlo, supongo", dice el hijo de Andrei Kovalenco, miembro de la selección española que disputó el único mundial en la historia del rugby español, en Gales en 1999.

"Esfuerzo, no sacrificio"

Es verdad que existen esas extremas desigualdades entre ambos deportes, pero no hay que olvidar que eso es parte de la diferencia entre el profesionalismo y el amateurismo, y es aquí cuando la magnitud de lo que está logrando el Barça Rugby se enaltece. Compiten contra equipos profesionales siendo amateurs, con ayudas y contención por parte del club, pero con infraestructuras inadecuadas para lo que el equipo merece y con jugadores que necesitan otros trabajos para subisistir. Tal es el caso del recién mencionado Artiom Kovalenko, que trabaja de mecánico de motos todos los días y, al final de su jornada laboral, no se va a descansar si no a entrenar. "Es un esfuerzo, pero no un sacrificio. Lo hago por placer", expresa.

Un deporte que crece en España

También es el caso de uno de los 10 argentinos en el plantel, Tomás Borghi, que es ingeniero, trabaja en Nissan y llegó a la capital catalana en agosto, pero ya había estado en la temporada del ascenso a la máxima categoría. "Volví para tener una experiencia de desarrollo y estoy muy contento. La ciudad te atrapa para venir. La calidad de vida es muy buena en cuanto a la tranquilidad de tener seguridad y una economía estable, aunque yo en Buenos Aires no vivía mal. Aún no se si me vuelvo o me quedo. Vine con la idea de hacer una temporada", cuenta Borghi, que también compara el nivel de rugby argentino con el español: "Veo un gran crecimiento en el rugby de España y eso se trasladó al Barça, pero aún hay mucha diferencia con los equipos argentinos. La liga de Argentina es mucho mas competitiva y sólida. Ojalá que puedan tener la infraestructura que tenemos en Buenos Aires", cuenta Tomás, que en el país de Leo Messi jugaba en el San Isidro Club (SIC), donde su hermano es el capitán de la primera. "Ganar la final sería increíble", sueña.

El Barça estableció un proyecto a largo plazo para el rugby en el año 2012, cuando estaban en la División de Honor B, que consistía en dar el salto a la División de Honor, y luego consolidarse ahí.  Allí fue cuando se sumó Sergi Guerrero, pero como jugador. Incluso en la temporada 16/17 ejerció el rol de jugador capitán y entrenador al mismo tiempo. tras ese campeonato se retiro para sumarse al cuerpo técnico y asumir el cargo de primer entrenador a comienzos de la temporada actual.

Los blaugranas consiguieron el ascenso en el campeonato 13-14 y ahora están consolidados en la máxima categoría. Y no solo eso. Están en las eliminatorias por el título y a punto de disputar la finalísima de la Copa del Rey. "Hemos luchado mucho para llegar hasta aquí y la seguimos remando. Llevamos dos años haciendo campañas muy interesantes pero no podemos bajar la intensidad ni un pelo porque en cuanto lo hagas cualquier equipo te puede ganar. Ahora trabajamos para seguir progresando y poder ser un histórico más en la división", asegura Sergi.

"Jugar la final de la Copa del Rey es el resultado del esfuerzo y el trabajo que se viene haciendo en el Barcelona. El rugby español en los últimos años ha crecido muchísimo y se ha profesionalizado. Se incrementó mucho el número de fichas federativas, tanto masculinas como femeninas y la División de Honor es cada vez más competitiva. Hay varios clubs y ciudades apostando por este deporte y la tendencia es que continúe creciendo, y eso equivale a más sponsors y más apoyo económico, que es fundamental para su desarrollo", agrega el entrenador. 

El proyecto del Barça en su equipo de rugby, sin embargo, no es profesionalizarlo, sino poder llevarlo a su máximo exponencial, pero dentro de lo que es el amateurismo. Para llevar a cabo esto, cuentan con una estructura de voluntarios. Les llaman voluntarios a toda la plantilla y allegados del Barça Rugby, ya sean jugadores, cuerpo técnico y ayudantes. Algunos de los jugadores, por ejemplo, además de darles una remnueración simbólica los ayudan a encontrar universidad y trabajo. También hay un proyecto para mejorar la infraestructura del rugby.

Los hombros de Paco Peña

Todo eso se lo explica Paco Peña a El Periódico. Paco es el delegado del Barça Rugby. Toda la estructura del rugby está bajo sus hombros, desde las categorías de los niños hasta la senior y él es el responsable de que esto funcione. Entre otras tareas, se ocupa de hablar de temas administrativos y de presupuesto con sus superiores, que son empleados del Barcelona que se encargan de gestionar todos los deportes amateurs culés.

Además, Peña lleva 27 años en el Barcelona Rugby, cuando entró como jugador, y resume el importante significado que tiene el club para él. "Lo que hacemos entre todos es parte de la pasión que le metés para que esto siga creciendo. Este grupo chavales juegan como profesionales sin serlo, y van a jugar una final contra un equipo que es totalmente profesional. El Barcelona nos ayuda mucho. Vamos a jugar una final y al fin y al cabo lo que está en juego es la imagen del Barça, por eso tenemos gente de protocolo del club para hacer que esa imagen sea la mejor. El mecanismo Barça funciona así. Venimos de abajo pero tenemos mucho apoyo de la institución y cada año tenemos más recursos. Trabajamos en base a objetivos, no en base a resultados. Eso es lo que nos hace tener continuidad", desarrolla Paco.

El Barça Rugby es el equipo con más copas del rey (16), pero desde 1985 que no llega a una final. En dicho año fue campeón por última vez. En cuanto a ligas, solo pudo ganar dos y hace 65 años: en 1953 y 1954.

Ahora, tras 34 años de ausencia, volverán a jugar una final de copa nacional. Será ante el Sanitas Alcobendas, que, a diferencia del Barça, es un club profesional, en el estadio Central de la Ciudad Universitaria de Madrid (sábado, 27 de abril, 16.00 horas). Se esperan 12.000 persona y la presencia del rey felipe, el presidente Pedro Sánchez, en la jornada de reflexión, y Josep María Bartomeu, presidente del Barça. 

"El rugby del club ha pasado grandes momentos y ahora estamos en otro gran momento. Seguimos trabajando con la misma humildad y esfuerzo. Vamos a intentar traernos la Copa a casa. Queremos soprender, es un partido solo", augura, ilusionado, Sergi Guerrero.

 "Es un acontecimiento muy importante. Va a ser un partido durísimo y hay que jugarlo así. Lo afrontaremos con muchas ganas", acota Kovalenko. "Será un evento único. Espero que podamos estar tranquilos, que no nos dejemos llevar por la cantidad de gente y que volvamos con la copa", finaliza el argentino Tomás Borghi. Son conscientes, saben que es su momento y quieren dejar una marca en la historia del rugby 'culé'.