El Girona prolonga su pesadilla en casa ante el Athletic

Por noveno partido consecutivo el Girona tropezó ante su afición. El Athletic también se atrevió con los de Eusebio, que llegaron al descanso ganando por 1-0 pero que no dieron pie con bola en una segunda parte tan deficiente como preocupante. Se han superado ya los cinco meses sin victoria (5 puntos de los últimos 27 posibles en casa) y la sensación es de que el equipo rojiblanco, que el martes visita el Wanda, está jugando con fuego cuando todavía le quedan deberes para cerrar el objetivo de la permanencia.

Pese a que Eusebio realizó tres cambios en el once en relación al último partido en Butarque (Iraizoz, Raúl García y Ramalho salieron de inicio), el técnico del Girona mantuvo a Marc Muniesa como pivote por delante de la defensa para intentar controlar las llegadas de Raúl García. El buen tono que ofreció el de Lloret añadido a la solidez que transmitieron los zagueros hizo que los locales apenas sufrieran defensivamente en la primera parte. Únicamente un remate de tacón de Iñaki Williams tras una asistencia de De Marcos cogió portería, pero pilló bien colocado a Iraizoz (25’), que ayer volvió bajo los palos por la lesión de Bounou.

Cabezazo de Stuani

Fue una primera parte con poca presencia en las áreas. El Girona estuvo bien en la contención, pero le faltó precisión el último pase. Sobre todo por la derecha, donde las llegadas de Ramalho y Portu no fueron redondeadas con buenos centros. Todo lo contrario ocurrió por la izquierda, donde se llegó en cuentagotas, aunque los centros de García Carnero fueron mucho más efectivos, como el que salió de sus botas en el minuto 37 y que Cristhian Stuani alojó en las redes con un cabezazo marca de la casa. Fue el 17º gol del curso del uruguayo, que dejó sin respuesta a Herrerín y puso de pie la grada de Montilivi.

El Athletic remontó el duelo con dos goles en seis minutos marcados por Williams y Raúl García

Nada tuvo que la segunda parte con lo que fueron los primeros 45 minutos. El Girona saltó con unas revoluciones muy distintas a las que acabó la primera mitad y cuando levantó la cabeza para mirar el marcador, el Athletic ya le había dado la vuelta. Fueron dos acciones en seis minutos de diferencia. La primera por la izquierda acabó con el 1-1 de Williams y la segunda por la derecha, con el 1-2  de Raúl García. Ambos goles de cabeza en dos acciones en las que los puntas visitantes sacaron los adhesivos a los centrales locales.

Apagón local

Aunque quedaba más de media hora por delante, el Girona no dio con el interruptor que le devolviera la luz. Eusebio hizo un primer cambio (Valery por Muniesa) para buscar más profundidad, pero no la encontró. Tampoco fue productiva la salida de Doumbia porque los centrocampistas locales no enlazaron con los puntas y cuando lo intentaron con un futbol más directo, el área fue territorio acotado por los centrales del Athletic, Íñigo Martínez y Unai Núñez. Los rojiblancos solamente forzaron una intervención de Herrerín, que detuvo sin dificultades una volea inofensiva desde la frontal del área de Granell (76’).  

Al Girona, el tiempo se le acabó escapando de las manos. Incluso a Eusebio, que tardó 88 minutos en dar entrada al jugador posiblemente más desequilibrante de la plantilla más allá de Stuani, como es Patrick Roberts. Los locales, ni siquiera fueron capaces de poner el miedo en el cuerpo a su rival. Y la afición, una vez más, acabó resignada con su equipo, que solo le da alegrías cuando juega lejos de Montilivi.