seleccionador de España

Robert Moreno: de pluriempleado en L'Hospitalet a jefe de la selección

"Robert está muy preparado. Es una persona que ve muy bien el fútbol", sentenció Lucho en su etapa azulgrana

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Iosu de la Torre

Iosu de la Torre

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Robert Moreno, el nuevo seleccionador de España, trabajó como dependiente de la planta de caballeros en El Corte Inglés de Cornellà algunos años antes de dar el salto a los campos de fútbol como experto en 'scouting' y análisis de partidos a través de los vídeos. El nuevo uniforme le sienta bien. Bastó verle, el pasado marzo, en el estadio de Malta dirigiendo a la selección española en ausencia de Luis Enrique, su amigo antes que jefe, puede concluirse que la estampa elegante y cuidada, embutido en un plumífero, le venía de fábrica y le abrió muchas puertas a aquel estudiante de L'Hospitalet que amaba los ordenadores.

Al rastrear el currículum de Robert Moreno se encuentra su paso por distintos clubs (la Penya Blaugrana de Collblanc, L'Hospitalet, Castelldefels y Damm) y se detectan las ganas de aprender e innovar. Un compañero de clase en el Tecla Sala lo recuerda jugando con obstinanción a fútbol en el patio de un centro escolar conocido sobre todo por sus equipos de baloncesto. Moreno ayudó a vestirse a muchos clientes de los grandes almacenes en Cornellà y también cuidó las cuentas de sus vecinos en una sucursal de la Caixa donde también se empleó.

Situación complicada

Después de la victoria ante Malta (0-2), el seleccionador por un día tansmitió la angustia vivida sintiéndose una especie de usurpador. "Ha sido la situación más complicada de mi vida profesional. No he sido Robert Moreno, sino una representación de Luis Enrique", declaró. "No es la manera que te imaginar de debutar en un  partido. Conociendo a Luis, hemos actuado como él hubiera querido. Espero que no me vuelva a suceder nunca más".

A Robert Moreno lo descubrió el gran público aquella mañana de mañana de mayo en que Luis Enrique paseó por el césped del Camp Nou con sus ayudantes como un certificado de quién tomaba las riendas del vestuario. Junto al asturiano y a su mano derecha, Juan Carlos Unzué, Roberto Moreno (también segundo entrenador), Joan Barbarà  (como auxiliar técnico), Rafel Pol (preparador físico) y Joaquín Valdés (psicólogo).  Siempre en un segundo plano, pero muy cerca de Luis Enrique. Con ellos llegó el triplete del 2015. 

"Robert es un entrenador voraz, insatisfecho por naturaleza y con una asombrosa capacidad para analizar los problemas y encontrar las soluciones", escribió el entonces entrenador del Barça B como prólogo del libro de Moreno 'Mi receta del 4-4-2' . Se editó en el 2013, antes de llegar al primer equipo del Barça. "Un libro interesantísimo -escribía el seleccionador- que será una referencia para todos aquellos entrenadores que tengan la ambición de recorrer su propio camino". De acuerdo con las palabras de Luis Enrique, la senda de Moreno encontró en el estadio de La Valeta su etapa más comprometida. Solo ante el vértigo.

Su método: riesgos-beneficios

En un vídeo editado por el Instituto del deporte Español, Moreno explica su teoría futbolítica con claridad matemática. "En el fútbol y en la vida todo se trata de la relación riesgos-beneficios. Los riesgos que quieres asumir están vinculados a lo que está pasando en un partido. Lo que puedes arriesgar como entrenador son en las matizaciones colectivas, no tanto en las individuales. hay que comprender el juego y luego el desarrollo de tu modelo".

Este discurso le encanta a Luis Enrique, un deportista que siempre ha defendido el trabajo en equipo y que disfruta sintiéndose bien acompañado, como una buena familia, para que al jugador no le falte nada. "Robert está muy preparado. Es una persona que ve muy bien el fútbol", son palabras de Luis Enique en el documental que hicieron TV-3 y Barça TV, 'Los hombres de Lucho'. Allí Moreno explica que entonces su trabajo consistía en ayudar a reducir y filtrar la información para que "el míster tenga tiempo de tomar las decisiones que considere".

El vídeo rescata las imágenes del segundo entrenador en una cabina del Camp Nou, con un ordenador en marcha, analizando el partido y transmitiendo todo lo que ve al banquillo. "Robert es importantísimo. Es un primer entrenador en potencia", decía Lucho entonces. Y lo mantiene hoy más que nunca.