Jeison Murillo, todo un enigma para la defensa del Barça

El Barcelona negocia con el Valencia la incorporación del central colombiano Jeison Murillo, que llegó al club de Mestalla en el verano de 2017 pero que meses después perdió la confianza de Marcelino García Toral sin que se sepan las razones.

La operación podría rondar los dos millones, más la ficha del jugador, pero falta por ver si se incluye algún tipo de opción de compra, obligatoria o no, por un central que tiene contrato hasta el 2022 con una cláusula de salida de 80 millones de euros. Dado que el técnico asturiano no cuenta con él, el Valencia está dispuesto a dejarlo salir. 

El jugador, que había vuelto a entrenarse hace unos días tras un esguince de tobillo, no se ha ejercitado este miércoles en el terreno de juego con sus compañeros para evitar cualquier percance y se habría despedido ya de sus compañeros. Murillo solo ha disputado tres partidos esta temporada y el último hace más de un mes y medio y fue en la Copa del Rey contra el Ebro, un rival de Segunda B. Los otros dos encuentros fueron el estreno en la Champions ante la Juve y un choque ante el Celta en la Liga.

De fichaje estrella...

Murillo llegó a Europa muy joven. Con apenas 19 años firmó por el Cádiz en Segunda B, del que pasó primero a Las Palmas, en Segunda, y luego al Granada, ya en Primera. Pieza clave en la zaga granadina, el central fue traspasado al Inter de Milan por unos diez millones.

Tras dos campañas a buen nivel en el Calcio, el Valencia se lanzó a por él en el verano de 2017 para reforzar su endeble defensa y, con el visto bueno de García Toral, firmó una cesión con opción de compra obligatoria por trece millones. Titular indiscutible hasta el mes de noviembre y protagonista por tanto del magnífico arranque del Valencia, el central parecía estar en el mejor momento de su carrera pero tenía problemas físicos.

...a descarte habitual

Unas fuertes molestias musculares le obligaron a retirarse en un partido en Cornellà ante el Espanyol y finalmente tuvo que ser operado en Múnich de una hernia inguinal a final de aquel mes. Se estableció un periodo de recuperación de mes y medio pero ese plazo se duplicó porque tuvo que ser sometido a una segunda operación en el abductor, algo que se mantuvo en secreto hasta que el técnico lo desveló en una rueda de prensa.

Volvió a jugar en un agitado febrero pero, en marzo, un par de descartes técnicos por parte del técnico asturiano desvelaron una falta de confianza en el jugador de Barranquilla y esa situación sólo ha hecho que incrementarse desde el verano. De hecho ya extrañó que no saliera en esa ventana estival.

Esta campaña el joven Diakhaby le adelantó desde el principio en la rotación e incluso el portugués Vezo cuenta más para el asturiano, que habitualmente lo deja fuera de las listas. La idea era que no volviera a entrar en ninguna para 'animarle' a que cogiera alguna de las ofertas que tenía, aunque no se contaba con que sería el Barça el que vendría a por él.

Son muchas las veces que se le ha preguntado al técnico asturiano por su cambio de opinión respecto al jugador pero Marcelino siempre ha echado balones fuera y ha asegurado que no había pasado nada extraño con él y que simplemente era una opción técnica.