SEGUNDA PARTE DE LOCURA EN EL METROPOLITANO

Godín emerge entre la vorágine (3-2)

El Atlético de Madrid remonta dos veces ante el Athletic y gana con un gol del central uruguayo, lesionado, en el descuento

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Alejandro García

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No hay certezas en el fútbol, tampoco garantías de continuidad, aunque el procedimiento sea exactamente igual. El partido que tantas veces ha diseñado Simeone, que tantas victorias ha proporcionado al Atlético y que tantas veces ha visto la afición rojiblanca, ya no funciona como antes. Lo que antaño hubiera sido un día más en la oficina para el Atlético, terminó con una jornada taquicárdica, con final feliz gracias a un gol el descuento de Godín, improvisado delantero centro tras caer lesionado.

En la primera parte, el Atlético no se sintió incómodo, no sufrió, casi ni con el gol, pero tampoco disfrutó, con más intenciones que logros concretos, con más expectativas que realidades. No fue el equipo intenso y enrabietado que ganó en Champions ante el Dortmund.

Primera parte sin pena ni gloria

Entre imprecisiones y decisiones erróneas, el partido pasó sin pena ni gloria, sin sobresaltos más allá del casi, casi sin tiros. Los ataques del Atlético de Madrid morían en tres cuartos de campo, sin una conexión fluida, sin espacios, sin velocidad, y el Athletic, después 10 partidos sin ganar, no propuso mucho más que intensidad y balones largos a un muy poco productivo Iñaki Williams.

Ni siquiera la gran parada de rigor de Oblak impidió el gol del Athletic, tras una combinación sin aparente peligro por banda que terminó con un desajuste y un espacio a la espalda de Filipe para la carrera de Susaeta. El remate de San José se fue al palo, tras toparse con Oblak, y el rechace se paseó botando sobre la línea hasta que lo remachó Williams. El Athletic no mereció el gol, no inquietó, pero el Atlético tampoco mereció más que el cero en su marcador con el que se fue al descanso.

Cambio al descanso

Diego Costa, que llegó apurado al partido, se quedó en el vestuario y entró Vitolo. Cambió la disposición del Atlético, pero el partido cambió en favor del Athletic, que se adueñó del balón hasta alejar de forma alarmante el peligro de su área y desesperar a Simeone, que antes del minuto 55 quitó un central (Montero) para apostar por Gelson Martins.

Con Saúl como defensa central, Oblak salvó el 0-2 y se convirtió en el mejor jugador de su equipo sobre el campo. Casi en la siguiente jugada, Thomas le regaló ilusión a la afición del Metropolitano, con un disparo seco desde la frontal del área que colocó el empate. Aún en medio del fervor del gol, una pelota perdida de Kalinic, que se quedó tendido reclamando falta, transitó veloz hacia la carrera de Williams, en la que se lesionó Godín, que definió con brillantez a la izquierda de Oblak.

Todavía con veinte minutos por delante, con Godín tocado y sin más cambios, el Atlético terminó volcado, movido por la pasión, con Thomas y Saúl de centrales. El gol del empate llegó en un saque de esquina embarullado, donde la altura de Rodrigo marcó la diferencia. La vorágine final, exenta de fútbol, terminó, ya en el descuento, con un gol de Godín, literalmente cojo, tras dos remates dentro del área del Athletic, tras consulta con el video-arbitraje y con polémica.

Ficha del partido

<strong><span style="font-size: 1.6rem;">ATLÉTICO DE MADRID                 3</span></strong>