El Barça pisa fuerte en Europa

El Barcelona firmó un triunfo contundente (21-29) contra el Meshkov Brest de Bielorrusia, dirigido por el extécnico azulgrana Manolo Cadenas, gracias a su solidez tras el descanso, bien protegido por Gonzalo Pérez de Vargas en la portería y con el potencial ofensivo de Mem, Mortensen y Gómez.

El cuadro azulgrana sumó, de esta forma, su cuarta victoria seguida en la Liga de Campeones. Además, el triunfo supone una inyección de moral antes de viajar directamente, tras pasar la noche en Varsovia, hacia Doha (Qatar), donde disputará la Super Globe, el Mundial de clubs.

El inicio azulgrana fue prometedor en Brest, con un 1-3 en cuatro minutos que le sirvió para mantener la iniciativa en el marcador en los primeros compases. Poteko y Djuvik empataron para el anfitrión (4-4, m. 5), aunque los azulgranas volvieron a escaparse con un parcial de 0-3 (4-7). Gonzalo Pérez de Vargas era clave en la portería.

El ritmo era bajo y las defensas mandaban. El Meshkov, también muy arropado por el portero Pesic, empató de nuevo en el minuto 19 (8-8) y en la siguiente acción Selvasiuk, tras una contra, adelantó por primera vez a lo suyos desde el 1-0 inicial. Kulak elevó la distancia algo más (10-8), pero no rompió el partido. De hecho, entre Mortensen y Fàbregas recuperaron el dominio en el marcador (11-12). La igualdad era máxima y los de Xavi Pascual no pudieron fabricar un colchón más grande antes del descanso en Brest (14-15).

Cadenas, sin soluciones

En la reanudación, los azulgranas se aferraron a Mortensen, Mem y Gómez para distanciarse cada vez más del rival. El cuadro de Manolo Cadenas se vio, en 13 minutos, cinco goles abajo (19-24) y el técnico pidió tiempo muerto para intentar frenar la caída, aunque la solución no llegó.

Los visitantes incluso ampliaron su renta a seis dianas (19-25) y lo máximo que logró el anfitrión fue recortar a cuatro (21-25). El Meshkov no estaba fino, con imprecisiones en ataque. El Barcelona, en cambio, estaba cómodo con su ofensiva de siete jugadores de campo, sin portero.

A falta de cinco minutos, el electrónico lucía un 21-27, demasiado cuesta arriba para los de Cadenas. Las paradas de Matskevich impidieron que el Barcelona firmaran una victoria más abultada, pero el encuentro ya estaba sentenciado. No hubo más sorpresas y ahora el Barça piensa en la Super Globe.