EL REAL MADRID SE DESANGRA

Lopetegui puede ser despedido como lo fueron Boskov y Amancio en los 80

julen Lopetegui anima a sus jugadores en Mendizorroza.

julen Lopetegui anima a sus jugadores en Mendizorroza. / periodico

Emilio Pérez de Rozas

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El parón de selecciones no le vendrá demasiado bien a Julen Lopetegui, ni al Real Madrid, ni a su vestuario, ni siquiera al palco que preside Florentino Pérez y tampoco al club que dirige con mano firme José Ángel Sánchez. Es posible, sí, que tratándose del Real Madrid, que tiene la mano rota de ganar Champions sin jugar bien, cierto, pero metiendo cientos de goles (en concreto el portugués Cristiano Ronaldo metía una media de 50 por temporda), sea cierto la orden que, dicen, emana, de momento, del presidente: “Paciencia, esto solo acaba de empezar”.

Casi siete horas sin gol

Con ser cierto, nunca hubo un inicio tan horroroso. El Real Madrid post-CR7, el de Julen Lopetegui, arrancado de las entrañas de España, 48 horas antes de arrancar el Mundial de Rusia, solo ha ganado cinco de los 11 primeros partidos oficiales que ha disputado.

Además, lleva la peor racha histórica sin marcar: 6 horas 49 minutos, cuatro partidos enteros (Alavés, CSKA, Atlético, Sevilla y un pedacito de su duelo con el Espanyol). Después de que Zinedine Zidane lograse el mayor récord goleador, estando 73 jornadas consecutivas metiendo, como poco, un gol por partido, el equipo que dirige Lopetegui no le mete un gol al arco iris.

Lo malo, y eso ya ha llegado a oídos de Lopetegui (“todos sabemos cómo va el fútbol… las críticas van en nuestro contrato… en el Real Madrid solo se puede ganar”), es que los dos entrenadores que se pasaron cuatro partidos seguidos sin conseguir un solo gol, fueron despedidos “de inmediato”.

Bueno, de inmediato no, pues el serbio Vujadin Boskov (1981-82) fue despedido 11 días después de su cuarto fracaso, es decir, de su cuarto encuentro sin marcar, pero el gallego Amancio Amaro, tremendo extremo blanco, fue despedido al instante en la campaña 1984-85 cuando acumuló cuatro partidos sin ver portería.

Quienes consideran (y son muchos) que Florentino Pérez ha empezado a pensar que esta será una campaña de transición de cara a la del año que viene (remodelación de 600 millones de euros del Santiago Bernabéu, fichaje de Neymar Júnior y llegada de Mauricio Pochettino, Joachim Low o Massimiliano Allegri), explican que algo de paciencia (¿más?) se tendrá con Lopetegui, que, de momento y como ocurre siempre, claro, ya ha recibido el apoyo del vestuario.

El vestuario, con Lopetegui

“Sería una locura despedir ahora a Julen Lopetegui, no tendría sentido”, dijo Sergio Ramos tras la derrota de Vitoria. “Estamos encantados con Julen y el grupo está trabajando duro y muy profesionalmente con él”, señaló el francés Varane. “Nosotros, todos, estamos a muerte con el ‘mister’”, afirmó el novato Odriozola.

Y hasta el propio Lopetegui aseguró: “Pronto, muy pronto, volveremos a la senda del triunfo, a las pulsaciones que tuvimos ante la Roma, a hacer feliz a nuestra gente porque tenemos mucho margen de mejora”.

La afición de Vitoria desplegó una pancarta en la que se leía "a un club no lo hace grande sus títulos, lo hace grande su gente"

Desde antes de la guerra civil española (1931), estando el mismísimo Ricardo Zamora de portero, el Real Madrid no perdía en el campo del Alavés. “Yo estaba cagado, cagado”, explica el ‘Pitu’ Abelardo, “cuando, en el minuto 94, mi segundo, Javi, me dice, ¡que suban los dos centrales a rematar el corner! No, no, le dije, ni hablar, que es el Madrid y nos meten de contra. Pero, venga, al final, los deje subir. Y, mira, golazo, tremendo. Cierto, no intervinieron ninguno de los dos, pero el barullo ayudó, y mucho”.

La sentencia de Menotti

Cuentan que Florentino Pérez, que viajo en su coche particular a Vitoria y regresó la misma noche de ayer a Madrid, bajó al vestuario a animar a sus jugadores una vez concluido el partido y, de paso, se cruzó con Jorge Valdano, antiguo director técnico del Real Madrid, con quien cambió, dicen, unas palabras. Cuentan que, en esos minutos posteriores al desastre y mientras los medios de comunicación de la capital esperaban la aparición de los jugadores, alguien recordó (en defensa de Lopetegui, claro) una legendaria frase de César Luis Menotti cuando estaba en el Atlético de Madrid y pasó una gran sequía goleadora: “A mí me pagan para crear ocasiones y, a los futbolistas, por meterlas”.

Alguien también recordó la pancarta que, a mitad de partido, desplegó la afición del Alavés: “A un club no lo hacen grande sus títulos, lo hace grande su gente”.