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VICTORIA SUFRIDA

El Madrid derrota al Espanyol en un duelo con más fútbol que goles

El conjunto de Lopetegui suma tres puntos con lo justo ante los blanquiazules, que supieron sufrir y explotar sus opciones al final (1-0)

Asensio celebra el único gol del partido después de la intervención del VAR

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Alejandro García

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Con más sufrimiento del que parecía viendo la primera parte, el Real Madrid consiguió una nueva victoria en Liga, en casa ante el Espanyol, gracias a un gol de Asensio que casi terminó por quedarse corto ante el empuje final de los visitantes y la falta de concreción en ataque del equipo blanco.

Lopetegui presentó un Real Madrid con rotaciones, pero solo en la parte de atrás, con Odriozola, Nacho y Ceballos. En ataque, la competencia obliga a posponer las rotaciones. El Espanyol cambió ataque por trabajo en su planteamiento inicial.

El nerviosismo de Rubi en el área técnica reflejaba lo que se veía sobre el césped, su equipo no encontraba el camino para abandonar el encierro entrono a su portero al que le había confinado el Madrid. Por el contrario, Lopetegui transmitía entusiasmo en sus órdenes, tranquilo pero contundente, exigiendo exactitud en cada movimiento.

Versátil y profundo

El Madrid inició el partido versátil y profundo, presionando en todo el campo al Espanyol y dificultando la salida desde atrás que promulga el equipo catalán. Isco ocupó la banda derecha, el sitio habitual de Bale, y desde allí ofreció más soluciones por dentro que por fuera, dejando todo el carril libre para el debutante Odriozola, profundo y rápido, que acaparó todo el peligro del Madrid por la banda derecha.

Junto al malagueño, Asensio y Benzema también fueron víctimas de los pocos espacios con los que se jugó la primera parte, con un Espanyol defendiéndose muy junto y buscando sus mejores opciones en la sorpresa y en el contragolpe. El equipo de Rubi, impotente ante el dominio territorial aplastante del Real Madrid, tuvo la mejor de la primera parte en las botas de Hernán, pero Courtois respondió firme y seguro al lanzamiento del paraguayo.

Por la banda izquierda madridista, con Marcelo en el banquillo y Reguilón en la grada, Nacho tuvo que tirar de recursos para crear peligro en unas zonas del campo en las que sus características no salen potenciadas. Redimido de su mal partido en Bilbao, en el que Lopetegui lo quitó al descanso, Ceballos completó un primer tiempo muy completo, intenso en la defensa inmediata tras perder el balón y creativo con la pelota en los pies.

Asensio marca la diferencia

Casi finalizada la primera parte, Asensio encontró el espacio para disparar que se le había negado durante toda la primera parte gracias al rebote de un disparo de Modric. Su tiro cruzado, imposible para Diego López, reflejó en el marcado la superioridad del Madrid en una primera parte en la que adoleció de falta de remate y contundencia en área rival.

El paso por los vestuarios no cambió el partido. El Madrid siguió mandando en el partido, pero sin encontrar la fórmula para convertir en goles su dominio del balón. Rubi intentó revertir la dinámica con un doble cambio. Víctor Sánchez y Leo Baptistao removieron al Espanyol, que se lanzó a aprovechar la renta de un gol del Madrid, corta para lo que se había visto en el campo. Borja Iglesias tuvo el empate, pero su intencionado lanzamiento se fue al palo de Courtois.

Lopetegui respondió con Mariano, de nuevo el jugador más aclamado por el Bernabéu, y con Lucas Vázquez para buscar la mordiente en ataque de la que estaba adoleciendo el equipo, pero lo que encontró fue un paso adelante del Espanyol, reforzado con la entrada al campo del mito Sergio García.

Así se rompió el partido y empezaron a aparecer los espacios, el nerviosismo cambió de área técnica y empezó a rondar el banquillo local. Mientras Rubi señalaba ilusionado a la portería del Madrid, indicando el camino a sus jugadores, Lopetegui tiró del defensivo Llorente (por Isco) para intentar cerrar el partido, mientras daba órdenes desesperado desde fuera del área técnica.

El Espanyol supo sufrir y esperar su momento en el partido, consiguió mantener el choque igualado y jugársela en un final a cara de perro, con todo apostado sobre la mesa, entrando a golpear en la distancia en la que se juega el dinero. Al final no tuvo premio, pero se lleva la satisfacción de haber tenido al Madrid contra las cuerdas.

Ficha del partido

REAL MADRID   1