El Atlético sobrevive al asedio y saca petróleo del Emirates (1-1)

Sacó petróleo el Atlético del Emirates Stadium, donde el equipo rojiblanco se mantuvo en pie y logró un empate a uno pese a jugar 83 minutos con uno menos debido a la expulsión de Vrsaljko nada más empezar. Oblak lo sostuvo con tres paradas prodigiosas y Griezmann, que había facilitado el gol de Lacazette con una pérdida en zona de alto riesgo, se rehabilitó a lo grande con el tanto de la igualada a diez minutos del final en la única llegada colchonera en todo el segundo tiempo.

Un botín valiosísimo después de haber sobrevivido de milagro al acoso sin pausa de un Arsenal muy enérgico, valiente y profundo, que no tuvo más remedio que tomarse lo sucedido como una verdadera tragedia. La plaza para la final de Lyon se decidirá en el Wanda Metropolitano, pero no cabe duda de que el cuadro madrileño tiene ya más papeletas.

Suponían Simeone y los jugadores del Atlético que la salida del conjunto inglés iba a ser lanzada, con todo su espíritu ofensivo por delante, pero, acostumbrados como están a aposentarse sin mayores problemas en torno a su área para rebajar las ansias del rival de turno, no esperaban la tromba que les cayó encima durante casi media hora.

En clave de resistencia

Todo vino por la forma irracional en que Vrsaljko se ganó dos tarjetas amarillas en diez minutos. Entre ambas, Oblak ya había tenido que aparecer providencialmente para desviar a una mano el cabezazo a placer de Lacazette a centro de Monreal. La expulsión del lateral croata echó aún más carburante a la intensidad con el que conjunto londinense se volcó sobre al área del Atlético, que no tuvo más remedio que aplicarse en clave de resistencia numantina. Thomas fue desplazado al lado derecho de la defensa y Griezmann retrasado al medio campo para centrarse en achicar casi exclusivamente, sin posibilidad práctica de encontrar alguna vía por la que armar algún contraataque debido a la facilidad con que el Arsenal recuperaba la pelota y percutía una y otra vez.

Fueron minutos en que el gol del Arsenal no llegó de milagro, tal fue el aluvión de ocasiones sobre la portería de Oblak, que tuvo que agrandarse de nuevo en un mano a mano con Welbeck. Fue después de que Godín impidiera marcar a Ramsey con un robo oportunísimo y después de que el central Koscielny rematase fuera solo en el segundo palo. Pero el monólogo de los gunners, con Özil como sobresaliente director de operaciones, decayó repentinamente después de otra ocasión de Monreal, que cruzó por poco la pelota tras un jugadón del alemán y un toque de Lacazette.

Reacción rojiblanca

Serenó sus ánimos el Atlético, se ajustó mucho mejor y pudo salir al fin con opciones reales de probar a Ospina, el portero de Wenger para la Europa League. El primero en hacerlo fue Griezmann, que aprovechó un mal despeje en un saque de banda de Lucas para ensayar el primer lanzamiento entre palos. El segundo, también del delantero francés tras un eslálom extraordinario de Thomas, ya puso a Ospina en en mayores apuros, pero el duro disparo salió centrado. Sin que el Arsenal volviera intimidar  hasta el descanso, Correa lanzó alto tras una contra lanzada por Thomas, verdadero factor multiplicador en el Atlético.

Siguió organizado y firme el conjunto madrileño a la vuelta del intermedio para desactivar una y otra vez las arremetidas locales hasta que una falta de atención de Griezmann permitió a Monreal robarle el balón y armar la jugada que acabó con centro de Wilshere al segundo palo, donde se elevó Lacazette por encima de Lucas para cabecear a gol (m. 61). Godín evitó después a un metro de la portería un remate de Welbeck y el delantero francés del Arsenal apareció de nuevo para conectar otro testarazo que mandó el balón fuera por centímetros.

Metió Simeone a Gabi por Gameiro, después a Savic por Correa y devolvió a Thomas al centro del campo dejando a Griezmann solo arriba, pero no cruzó prácticamente el Atlético el medio campo hasta que la estrella rojiblanca persigió el balón largo lanzado por Giménez, forzó el error de Koscienly, superó con fortuna a Ospina y marcó favorecido también por un resbalón de Mustafi (m. 82). Subidón para los rojiblancos y bajonazo cruel para el Arsenal, que todavía volvió a estrellarse en Oblak en un cabezazo de Ramsey ante el que el portero esloveno voló para despejar a córner.