EL EQUIPO REVELACIÓN

El Girona inicia las negociaciones para renovar a Machín

El club pacta con los jugadores la prima por la clasificación para la Europa League

Machín, en un entrenamiento.

Machín, en un entrenamiento. / periodico

Jordi Danés

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La semana sin fútbol en Primera División ha empezado al rojo vivo en Montilivi, con el agravante de que ni el sábado ni el domingo juega el Girona para que el foco de atención se ponga en el césped. Ahora, el epicentro de lo que se podría llamar un pequeño terremoto está en el banquillo y en la continuidad del técnico milagro, Pablo Machín.

El de Gómara tiene contrato hasta el 2019, aunque el día después del 6-3 en el Bernabéu, durante la presentación de su campus, en Soria, el técnico alimentó dudas sobre su permanencia en Girona diciendo que su desvinculación "no sería difícil". Tal vez sin medir (o sí) que sus declaraciones correrían como la pólvora, Machín lanzó dos mensajes inequívocos. El primero, en clave deportiva: "Desde que estoy en Girona siempre he intuido que había margen de mejora. Ahora, pero, lo estamos haciendo tan bien que... ¿cuál es la mejora de un séptimo puesto en Primera con el Girona?".

En el punto de mira de muchos clubs

Y el segundo mensaje fue en clave económica: "En el fútbol estamos para ganar y también para ganarnos la vida. Si llega una oportunidad que es irrechazable, la tendré que valorar". No cabe duda de que el nombre de Pablo Machín está ya en la agenda de clubs de Primera. La Real Sociedad acaba de echar a Eusebio; en el Athletic, Ziganda está cuestionado; en Sevilla no están contentos con la irregularidad de los de Montella en la Liga. Y las ofertas a las que no se puede decir no podrían llegar de mercados donde se lanza la casa por la ventana, como el chino.

La casualidad (o no) quiso que este miércoles el club iniciara las negociaciones oficiales para la ampliación de contrato del técnico, en Girona desde el 2014 y ya con 174 partidos a cuestas (145 en Segunda A y, por ahora, 29 en Primera). El director deportivo, Quique Cárcel, le hizo saber lo que Machín ya sabía de decenas de conversaciones más informales en el día a día: que el entrenador es la piedra angular del proyecto y que le quieren muchos más años en Montilivi.

Evitar un culebrón primaveral

Lo más importante, desde la óptica del club, es no convertir el probable estira y afloja en el culebrón de la primavera. De hecho, todos los movimientos de futuro que ha hecho hasta ahora Cárcel están centrados en la continuidad de Machín y en la evolución del peculiar sistema con tres centrales y carrileros que implantó el técnico desde su llegada. Una salida del técnico no significaría ninguna hecatombe porque la vida continuaría en Montilivi y el Girona seguiría en Primera, aunque posiblemente el director deportivo se vería obligado a hacer cambios estructurales en la plantilla: menos centrales, más laterales, más interiores... Y quizá alguna marcha atrás con mucha de la faena que está avanzada: el Girona tiene atados a 16 jugadores hasta más allá del 2019 (algunos hasta el 2020, otros hasta el 2021 y dos, Juanpe Ramírez y Choco Lozano, hasta el 2022).

Si la continuidad de Machín es un problema capital, también lo sería la marcha de jugadores clave en la excepcional marcha del equipo en su estreno en Primera. Ser la revelación tiene muchos aspectos positivos, pero también riesgos: ya hay equipos que han suspiran por los dos estiletes: Stuani y Portu. El uruguayo (17 goles) llegó en verano por 3 millones y tiene una cláusula cercana a los 20. El murciano (11 goles) llegó cuando el Girona estaba en Segunda A y, tras el ascenso, Cárcel le amplió el contrato hasta el 2021 y su cláusula es de 12 millones. Dos negocios redondos económicamente pero que posiblemente podrían dejar un hueco difícil de rellenar si salen de Montilivi.

La prima por la Europa League

El Girona llegó ayer a un acuerdo con la plantilla por la prima de la clasificación de la Europa League. Es la gran aspiración ahora y tal vez un quebradero de cabeza a medio plazo si se rubrica la clasificación para un club que es neófito en la élite. La lógica decía que en la jornada 29, el Girona estaría haciendo cuentas para la salvación. La realidad dice que el equipo tiene el descenso a 22 puntos y que lo que ahora le quita el sueño es que el entrenador y los futbolistas de referencia no se vayan. Pero así es el fútbol.