Acaba la racha del Manchester City

El Crystal Palace ha logrado frenar la increíble racha de victorias del Manchester City. Ha acabado en 18 partidos seguidos. Pep Guardiola ya había conseguido el récord absoluto en la Prermier, pero no ha podido igualar el que tenía a nivel europeo, con el Bayern Munich y los 19 triunfos que obtuvo en la temporada 2013-14. Tampoco pudo superar las 11 victorias seguidas como visitante. 

El City seguirá, al menos, la carrera como invicto, ya que en las 20 jornadas solo ha cosechado dos empates. El primero fue en la segunda jornada ante el Everton de Ronald Koeman. El segundo ante el Crystal Palace, puede ser considerado un mal menor porque estuvo a punto de perder.

Penalti, falta y agresión

El once londinense tuvo en sus manos un penalti a favor en el último minuto. Milivojevic lo chutó muy mal y Ederson pudo desviarlo. El furibundo contrataque del City tras el rechace terminó con una peligrosa falta lanzada por Touré Yaya contra la barrera. Entra una acción y otra, hubo una parada de varios minutos por una alevosa falta de Puncheon a De Bruyne por la que ambos salieron en camilla. Mientras tanto, Pep Guardiola y Roy Hodgson conversaban sentados en el banquilo local.

Seguramente, la peor noticia para Guardiola fueron las lesiones sufridas. De Bruyne se quejaba de la rodilla deecha. Antes, no obstante, se produjo el percance de Gabriel Jesus, que se marchó lesionado en el minuto 22. El brasileño había caído en mala postura, no se rehizo y tuvo que pedir la sustitución.   

Sin puntería

Guardiola presentó una alineación parecida a la que venció en Newcastle. A excepción hecha del forzado relevo del lesionado Kompany por Mangala, cambió toda la tripleta atacante: Silva, Agüero y Sterling fueron sustituidos por Bernardo, Gabriel Jesus y Sané. Solo acabó el partido este último, y no fue por su destacada actuación.

Un tiro al poste de Agüero fue la mejor acción visitante sobre la media hora de juego, cuando el City se hizo con el control del encuentro. El Palace se defendió de maravilla y logró desbaratar todos los intentos visitantes con rechaces y más rechaces. 

La presión del City fue haciéndose cada vez más insistente al tiempo que el Crystal Palace daba por bueno el empate, no tanto por el rédito que le reportaba a la clasificación, cercana al descenso (un punto por encima del West Ham, pero con un partido más), como al reame moral de sus jugadores por haber conseguido, 18 jornadas después, frenar al líder.