Neymar se queda sin clásico

Neymar abandona el terreno de juego de La Rosaleda tras ser expulsado.

Neymar abandona el terreno de juego de La Rosaleda tras ser expulsado. / periodico

CARLOS F. MARCOTE / MADRID

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Neymar se perderá los tres próximos partidos de Liga después de que el Comité de Competición le haya sancionado este martes con tres partidos de suspensión, uno por la doble amarilla que vio ante el Málaga y dos por desconsideración con el equipo arbitral. El Barcelona recurrirá ante el Comité de Apelación, que se reúne este miércoles y seguirá hasta el Tribunal Administrativo Deportivo (TAD) si la segunda instancia disciplinaria de la RFEF no reduce la sanción al brasileño.

Competición ha aplicado el artículo 117 del Código Disciplinatio federativo para, al margen de imponerle un partido de castigo por las dos amarillas que le mostró Gil Manzano, sancionarle con otros dos por aplaudir al cuarto árbitro cuando abandonaba el terreno de juego. Neymar se perderá el clásico del día 23, el partido contra Osasuna de la siguiente jornada y regresará para el derbi contra el Espanyol en la jornada 35.

INEXACTITUD EN EL ACTA

No han sido tenidas en consideración las alegaciones en las que el Barcelona considera que el acta arbitral no refleja con exactitud lo ocurrido al señalar que "se dirigió" al cuarto arbitro. "El jugador no pronunció palabra alguna, ni advirtió, ni gritó, ni tocó, ni de ninguna otra manera aludió con palabras o gestos al estamento arbitral, limitándose su acción a aplaudir", afirma el Barça en su escrito, en el que destaca que en ningún momento Neymar "protesta decisión alguna, se retira al vestuario y el aplauso que realiza es interpretado por el cuarto árbitro que se dirige hacia su persona, no teniendo sin embargo mucho sentido tal acción, puesto que en aquel momento el cuarto árbitro no había adoptado decisión alguna ni cabía entenderlo como reaciión personal hacia el mismo".

Argumenta el club barcelonista que el aplauso podría interpretarse como una reacción desesperada del jugador como consecuencia de su expulsión, "incluso como una velada disconformidad con el criterio de decisiones arbitrales adoptadas durante el partido, pero no como un gesto personalizado hacia el cuarto árbitro". Por todo ello, el Barcelona concluye que a la conducta de Neymar no se le puede aplicacar el artículo 117 porque no existe por parte del jugador ninguna intención o ánimo de injuriar, ofender, desacreditar o desconsiderar al árbitro.

PRESIÓN INACEPTABLE

Competición rechaza de plano la interpretación de la entidad azulgrana porque "no aporta prueba alguna, ni videográfica ni de ningún otro tipo que apoye su versión de los hechos", por lo que se aferra a la presunción de veracidad del acta arbitral y por tanto "ha de partir de la veracidad de la literalidad de la misma, esto es, que el jugador tras ser expulsado se dirigió al cuarto árbitro aplaudiéndole".

El órgano disciplinario de la RFEF declara asimismo su absoluta independencia respecto a lo que manifiesten determinados medios de comunicación, a propósito de la gran preocupación expresada por el Barcelona en sus alegaciones por "la clara e inaceptable presión por parte de algunos medios a efectos de que el comité pueda resolver con razonabilidad la cuestión planteada al existir un inequívoco interés en la opinión pública al efecto de que el jugador no pudiera disputar el encuentro correspondiente al clásico".

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